#Salud: Ingredientes cosméticos que las mujeres embarazadas deben evitar

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El embarazo marca una etapa de muchos cambios en el cuerpo y la
vida diaria de una mujer. No solo importa lo que se come, sino
también los productos de cuidado personal que se aplican sobre la
piel. Algunos ingredientes cosméticos pueden penetrar las capas
cutáneas y llegar al torrente sanguíneo, lo cual aumenta el riesgo
de afectar al bebé en desarrollo.

Ingredientes
que deben evitarse durante el embarazo

Existe una serie de ingredientes usados habitualmente en

cosméticos
que pueden representar un problema para las mujeres
embarazadas. Muchos están presentes en tratamientos para el acné,
el envejecimiento, la despigmentación, el maquillaje y la higiene
diaria. Algunos tienen capacidad para provocar irritación,
alergias, efectos tóxicos o bien atravesar la barrera placentaria.
Además, otros se asocian con malformaciones fetales y alteraciones
del desarrollo.

El riesgo no siempre está en el uso ocasional o en pequeñas
dosis, sino en la exposición frecuente o en productos de uso
diario. Por ello, aprender a detectar estos ingredientes
peligrosos
es el primer paso para una rutina de cuidado
más segura en el embarazo.

Retinoides y
derivados de vitamina A

Uno de los grupos de ingredientes más conocidos por su efecto
potente en la piel son los retinoides. Estos
compuestos, derivados de la vitamina A, se
encuentran en muchos productos contra el envejecimiento y el acné.
Pueden aparecer como retinol, tretinoína, adapaleno o isotretinoína
en la lista de ingredientes.

La preocupación principal con los retinoides es su
relación con malformaciones congénitas. Está
descrito que pueden afectar al desarrollo del sistema nervioso y
otros órganos cuando se usan en altas dosis o de forma oral. Por
este motivo, la mayoría de dermatólogos y autoridades sanitarias
aconsejan suspender cualquier producto que los contenga desde el
inicio del embarazo.

Ácido salicílico y
otros hidroxiácidos

El ácido salicílico es habitual en limpiadores,
tónicos y exfoliantes, ya que ayuda a controlar la grasa y limpiar
los poros. Aunque en pequeñas concentraciones y uso tópico puntual
el riesgo es bajo, su aplicación en grandes zonas o en
altas dosis puede ser problemática
. Este ingrediente,
sobre todo en su forma oral, se ha asociado a trastornos sanguíneos
en el feto y, durante el último trimestre, puede aumentar el riesgo
de sangrado intracraneal en el bebé.

Otros hidroxiácidos (como el glicólico o láctico) pueden usarse
en ciertas concentraciones, pero siempre con precaución y bajo
recomendación profesional. La clave es evitar productos con
concentraciones elevadas o que requieran aplicación en superficies
extensas de la piel.

Hidroquinona,
aceites esenciales y fragancias artificiales

La hidroquinona es uno de los despigmentantes
más potentes para tratar manchas. Sin embargo, su uso resulta
polémico en el embarazo, ya que puede absorberse en gran
medida
y no existen datos sólidos sobre su seguridad para
el feto. Lo más recomendable es evitarla por completo y buscar
alternativas más seguras para tratar las manchas en estos
meses.

Los aceites esenciales pueden sonar naturales,
pero algunos como el de salvia, menta o alcanfor
pueden desencadenar contracciones uterinas o reacciones alérgicas.
Además, no toda fragancia es inocua; muchas contienen mezclas
químicas que incluyen alérgenos o sustancias que han demostrado
afectar el desarrollo.

Las fragancias artificiales habitualmente
esconden compuestos como ftalatos, que se asocian con alteraciones
hormonales y problemas en el desarrollo reproductivo de los niños
expuestos en el útero.

Foto Freepik

Compuestos
químicos en tintes, esmaltes y maquillaje

Productos cotidianos como los tintes para el cabello,
esmaltes de uñas
y algunos maquillajes pueden contener
sustancias de riesgo para embarazadas. Los
ftalatos se usan para aportar flexibilidad y
estabilidad a cosméticos, pero se vinculan con daño hepático, renal
y alteraciones hormonales.

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El formaldehído aparece en algunos tratamientos
para alisar el cabello y puede estar presente en ciertos esmaltes.
Está vinculado a riesgo cancerígeno y problemas neurológicos, por
lo que debe evitarse cualquier producto que lo incluya.

El amoníaco en los tintes tiene un olor
característico y puede irritar las vías respiratorias y la piel,
haciéndolo poco recomendable durante el embarazo. Por otro lado, el
plomo ha sido detectado en algunos lápices
labiales y delineadores, aunque en cantidades mínimas, pese a ello
no existe un nivel seguro de plomo para mujeres embarazadas.

Optar siempre por maquillaje y productos de higiene libres de
estos ingredientes es una inversión en la salud futura de la madre
y el bebé.

Cuidado
seguro de la piel durante el embarazo

Buscar productos seguros durante el embarazo puede parecer una
labor complicada, pero existen muchas alternativas en el mercado
formuladas especialmente para este periodo. Leer cada etiqueta,
buscar sellos de aprobación y cuestionar su composición ayuda a
seleccionar productos fiables.

Es recomendable consultar con profesionales de la salud antes de
probar nuevos
cosméticos
, sobre todo si contienen activos poco conocidos o
componentes con nombres difíciles de pronunciar. El respaldo de un
médico o dermatólogo es clave para evitar sorpresas indeseadas.

Ingredientes
recomendados y hábitos saludables

Durante el embarazo, ciertos ingredientes pueden otorgar
beneficios sin riesgos. La vitamina C es valorada
por su capacidad antioxidante y su papel en la producción de
colágeno. El ácido hialurónico hidrata en
profundidad sin atravesar la barrera cutánea. Antioxidantes como la
vitamina E y los polifenoles también resultan seguros y
efectivos.

A la hora de protegerse del sol, lo más recomendado son los
filtros físicos como el óxido de
zinc
y el dióxido de titanio. Estos
ingredientes permanecen en la superficie de la piel y reflejan la
radiación solar, sin riesgo de absorción sistémica.

Preferir productos orgánicos certificados, sin
presencia de fragancias artificiales, colorantes, parabenos ni
siliconas minimiza la exposición a químicos innecesarios. Adoptar
la costumbre de leer cuidadosamente las etiquetas y consultar con
especialistas ante cualquier inquietud respalda un embarazo
tranquilo y saludable para madre y bebé.

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