#Salud: Glicinato de magnesio vs. citrato de magnesio: ¿cuál debería tomar?

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El magnesio participa en cientos de procesos del cuerpo, desde
la contracción muscular hasta el estado de ánimo. Aun así, muchas
personas no alcanzan la ingesta adecuada con la dieta, de acuerdo
con datos del Instituto Nacional de Salud. Elegir la forma correcta
del suplemento importa, ya que no todas se comportan igual en el
intestino ni ofrecen las mismas ventajas.


¿Qué es el glicinato de magnesio y por qué es ideal para
relajación y sueño?

El glicinato de
magnesio
es una unión de magnesio con glicina, un aminoácido
que el cuerpo usa en la producción de proteínas y en la función
muscular. Este formato quelado favorece una
absorción eficiente y estable. Vale recordar que,
en promedio, el organismo absorbe solo entre 30 y 40 por ciento del
magnesio dietario, según el NIH, por lo que una forma con alta
biodisponibilidad marca la diferencia.

Se aprecia por su perfil calmante. El magnesio contribuye a
regular la respuesta al estrés y, en investigación clínica, se
asocia con menor intensidad de síntomas de ansiedad y depresión. La
glicina, por su parte, puede potenciar la
relajación y facilitar la conciliación del sueño.
En conjunto, muchos usuarios reportan noches más continuas y un
despertar con menos fatiga. Para deportistas, suma un plus, ya que
el magnesio participa en la contracción y la recuperación muscular,
un punto que destaca Pelitera cuando habla de rutina
postentrenamiento.

Otra ventaja práctica es su suavidad digestiva.
Profesionales como Lena Bakovic señalan que el glicinato suele
causar menos hinchazón, gases o diarrea que otras sales de
magnesio, lo que lo convierte en una alternativa para personas con
estómagos sensibles. Sobre la cantidad diaria, la recomendación
general del NIH es de 320 mg para mujeres y 420 mg para hombres,
contando dieta y suplementos. Conviene confirmar el plan con un
médico, ya que las necesidades cambian según edad, dieta y
medicamentos.


Beneficios clave del glicinato de magnesio para la salud
mental y física

El glicinato combina los efectos del magnesio con los de la
glicina. En el plano emocional, varios análisis, como los
publicados en revistas de psiquiatría, describen un apoyo a la
regulación del ánimo y la ansiedad. La Mayo Clinic también menciona
un posible impacto positivo en salud mental, lo que refuerza su uso
cuando el objetivo principal es la relajación y un
descanso más profundo.

En el plano físico, el glicinato trabaja a favor de la
recuperación. Para quien entrena, tener reservas
adecuadas de magnesio ayuda a reducir calambres y a sostener el
rendimiento. En el día a día, muchos notan que se duermen con menos
vueltas y que el sueño es menos interrumpido, lo que se traduce en
energía más estable.

Aunque suele ser más caro que otras formas, su tolerancia
digestiva y su buena absorción hacen que valga la
pena para quienes reaccionan mal a otros tipos. Esta combinación de
comodidad y eficacia explica su popularidad entre quienes buscan
beneficios centrados en el sistema nervioso y el sueño.

Posibles
desventajas del glicinato de magnesio

El punto débil más habitual es el precio. En comparación con
formatos masivos, el glicinato tiende a costar más. En dosis altas
podría causar molestias gastrointestinales leves, aunque es poco
frecuente dada su gentileza con el estómago. Una pauta prudente es
iniciar con una cantidad baja, observar sensaciones por unos días y
ajustar con apoyo profesional. Bakovic recalca que, en general, el
perfil del glicinato es amigable para el
intestino.

Foto Freepik


¿Qué es el citrato de magnesio y cómo ayuda con la
digestión?

El citrato de magnesio une magnesio con ácido cítrico, presente
en frutas cítricas. Es una de las formas más comunes en el mercado
por su eficacia de biodisponibilidad y su
comportamiento predecible en el tracto digestivo. Diversos trabajos
en Nutrients sitúan al citrato entre las sales mejor absorbidas,
una razón por la que se usa a menudo para corregir
deficiencias.

Su sello distintivo es el efecto laxante suave.
El citrato atrae agua hacia el intestino por un mecanismo osmótico,
lo que ablanda las heces y favorece el tránsito. Muchas personas
con estreñimiento ocasional notan alivio con dosis moderadas. En
escenarios puntuales, se usa en cantidades más altas para un alivio
rápido, siempre con indicación médica.

Más allá del intestino, el citrato también puede apoyar la salud
neurológica. Una revisión de 2025 en Nutrients señala que 600 mg
diarios de citrato se han asociado con menor frecuencia de migrañas
en varios estudios. Por su buena absorción,
también es útil cuando se busca elevar niveles de magnesio con
cierta rapidez. A nivel general, compartiría beneficios del
mineral, como control metabólico y mejor manejo del estrés.

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Conviene distinguirlo del glicinato por su impacto intestinal.
Quien prioriza regular el tránsito puede preferir el citrato. Quien
necesita un perfil más calmante con mínima irritación gástrica
quizá encaje mejor con el glicinato. Personas con enfermedad renal
o con problemas gastrointestinales crónicos deben consultar antes,
ya que el citrato podría no ser apropiado en esos casos.

Beneficios
principales del citrato de magnesio para el cuerpo

El citrato mejora la motilidad y alivia el estreñimiento gracias
a su acción laxante. Para una digestión lenta,
puede ser el empujón que faltaba para retomar la regularidad.
También contribuye al bienestar mental, dado que el magnesio
participa en vías relacionadas con la serotonina y el sueño. En el
terreno de las migrañas, la evidencia sugiere que su uso diario
puede bajar el número de crisis en algunos casos, sobre todo con
600 mg diarios bajo supervisión.

Su biodisponibilidad lo vuelve una opción
práctica cuando hay signos de baja ingesta prolongada. Además,
suele ser fácil de encontrar y de precio accesible, lo que facilita
la adherencia en el tiempo.

Efectos
secundarios potenciales del citrato de magnesio

El lado no tan amable del citrato es el riesgo de diarrea y
deshidratación si la dosis es alta, por su efecto osmótico. También
puede causar cólicos o malestar si se toma en ayunas en cantidades
excesivas. Bakovic sugiere evitarlo en casos de enfermedad renal o
trastornos gastrointestinales crónicos, ya que podría agravar
síntomas. Si se usa, conviene beber suficiente agua y ajustar la
cantidad para alcanzar el punto de alivio sin sobrepasarse.


Glicinato vs. citrato: ¿Cuál elegir según tus necesidades
específicas?

Ambas formas entregan magnesio, pero su comportamiento cotidiano
no es idéntico. El glicinato suele ser la elección cuando el
objetivo principal es bajar el estrés, mejorar el
sueño y cuidar un estómago sensible. El citrato
encaja mejor si la meta es corregir una
deficiencia, aliviar el
estreñimiento o apoyar la reducción de
migrañas. En cuanto a absorción,
las dos muestran buen desempeño, con diferencias sutiles que se
notan más en la tolerancia digestiva que en la eficacia global.

En la práctica, conviene revisar antecedentes de salud,
medicamentos y hábitos de vida. Las recomendaciones del NIH sobre
ingesta diaria total, 320 mg para mujeres y 420 mg para hombres,
sirven como referencia, pero la cantidad exacta debe
personalizarse. En embarazo, lactancia o en niños, el uso de
suplementos necesita la aprobación de un profesional. Los
suplementos complementan la dieta, no reemplazan alimentos ni
tratan enfermedades.

Cuándo optar por
el glicinato de magnesio

El glicinato destaca para quien lucha con
insomnio, se siente con la mente sobrecargada o
busca una ayuda suave para la recuperación tras el
ejercicio. También es ideal para personas con antecedentes de
malestar digestivo con otros tipos de magnesio. Su combinación con
glicina suma una capa de calma que favorece rutinas de sueño más
estables y mañanas con mejor energía. Para quienes valoran la
comodidad intestinal, suele ser un acierto.

¿Cuándo elegir
el citrato de magnesio?

El citrato es útil cuando hay estreñimiento
ocasional o tránsito lento y se necesita una ayuda con efecto
predecible. También puede ser una buena primera línea si se busca
elevar niveles de magnesio con rapidez o si se explora apoyo para
migrañas con una dosis diaria estándar, como 600
mg en protocolos estudiados. Su amplia disponibilidad y precio
accesible ayudan a mantener la constancia. Beber agua suficiente y
ajustar la dosis reduce el riesgo de molestias.

En todos los casos, la mejor elección es la que se alinea con
los síntomas y la historia clínica, con seguimiento profesional.
Una base de alimentos ricos en
magnesio
, como verduras de hoja, legumbres, semillas y frutos
secos, siempre es el primer paso. Los suplementos se suman cuando
la dieta no alcanza o cuando se buscan objetivos concretos, como
mejor relajación o tránsito más regular.

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