Aunque muchos medicamentos están diseñados para mejorar nuestra
salud, algunos de ellos pueden causar efectos secundarios
perjudiciales en el corazón. Por esa razón, es importante
conocer estos riesgos si queremos cuidar nuestra salud
cardiovascular.
Algunos medicamentos tienen componentes que pueden
alterar el ritmo cardíaco, aumentar la
presión arterial o incluso provocar efectos adversos en
personas con condiciones preexistentes como insuficiencia cardíaca.
En muchos casos, estos problemas pasan desapercibidos hasta que los
síntomas empeoran. Hablar con un médico antes de iniciar cualquier
tratamiento es esencial para evitar complicaciones.

Analgésicos
y antiinflamatorios no esteroides (AINEs)
Los analgésicos como el ibuprofeno y el
diclofenaco, utilizados comúnmente para aliviar el
dolor y la inflamación, pueden ser peligrosos para el corazón si se
toman en altas dosis o por períodos prolongados. Estos medicamentos
pueden aumentar ligeramente el riesgo de ataques
cardíacos o insuficiencia cardíaca,
especialmente en personas con factores de riesgo como obesidad,
tabaquismo o presión arterial elevada.
Aunque son efectivos para el dolor, es importante moderar su uso
y considerar alternativas más seguras si tienes antecedentes de
problemas cardíacos.
Descongestionantes
y medicamentos para el resfriado
Esos remedios que encontramos fácilmente en la farmacia para
aliviar la congestión nasal, como los que contienen
pseudoefedrina o fenilefrina,
pueden ser problemáticos, ya que funcionan contrayendo los vasos
sanguíneos, pero este proceso también puede provocar un aumento de
la presión arterial y una presión adicional en el
corazón.
Las personas con hipertensión o
enfermedades cardiovasculares deben evitarlos o buscar opciones
sin estos compuestos. Un pequeño alivio temporal podría no
justificar los riesgos que implican.
Medicamentos
psiquiátricos
Algunas medicinas usadas para tratar trastornos como la
esquizofrenia, bipolaridad o depresión, como la
clozapina, la risperidona y la
olanzapina, tienen efectos secundarios que
incluyen alteraciones en el ritmo cardíaco. Estas
medicinas pueden provocar una afección conocida como
prolongación del intervalo QT, que afecta a la
frecuencia con la que el corazón late.
Si estás bajo tratamiento con alguno de estos medicamentos, es
crucial que tu médico revise periódicamente tu salud cardíaca para
prevenir complicaciones.

Medicamentos para el
control hormonal
Algunas mujeres utilizan anticonceptivos hormonales o terapias
de reemplazo hormonal que contienen estrógenos y
progestágenos. Aunque son seguros para la mayoría, ciertos
estudios sugieren que podrían aumentar el riesgo de
coágulos sanguíneos y otros problemas
cardiovasculares, sobre todo en mujeres fumadoras o con
antecedentes familiares de enfermedades del corazón.
Mantén un diálogo abierto con tu médico sobre cualquier malestar
que experimentes mientras tomas estos medicamentos. La prevención
es clave.
Medicamentos
para el tratamiento del corazón
Aunque pueda parecer contradictorio, algunos medicamentos
diseñados para tratar problemas cardíacos como los
betabloqueadores, los inhibidores de la
ECA y los diuréticos también pueden
ocasionar efectos secundarios. Estos incluyen cambios en la presión
arterial, desequilibrios en los electrolitos
y
problemas renales, los cuales, si no se monitorean, podrían
afectar aún más la salud cardiovascular.
Nunca ajustes la dosis de estos medicamentos por tu cuenta. Un
seguimiento médico adecuado es imprescindible.
¿Qué
puedes hacer para proteger tu corazón?
Antes de tomar cualquier medicamento, incluso si es de venta
libre, es importante leer las etiquetas y consultar a un
profesional de la salud, especialmente si tienes condiciones como
hipertensión,
diabetes o antecedentes familiares de problemas cardíacos.
También es útil llevar un registro de los
medicamentos que consumes y estar atento a cualquier signo inusual
como palpitaciones, mareos o dificultad para respirar.
Adoptar un estilo de vida activo y saludable, con una
dieta equilibrada baja en sodio y rica en vegetales y frutas,
puede reducir significativamente los efectos negativos de ciertos
medicamentos en el corazón. Además, recuerda hacerte
chequeos regulares para monitorear la salud de este órgano
vital.


