Deportes de contacto
Los deportes que implican contacto directo entre jugadores
lideran la lista de actividades con mayor riesgo de lesiones como
el Fútbol americano, rugby y hockey sobre hielo
son ejemplos claros. Estos deportes, aunque emocionantes, exigen
velocidad, fuerza y agilidad, lo que aumenta las probabilidades de
impactos violentos y caídas. Las lesiones más comunes en estas
disciplinas incluyen fracturas, esguinces, conmociones
cerebrales y desgarros musculares. El uso de equipo
protector es fundamental, pero incluso con las medidas adecuadas,
los riesgos no desaparecen por completo.
Baloncesto y fútbol
Deportes como el baloncesto y el
fútbol requieren movimientos rápidos, cambios de
dirección repentinos y saltos constantes, lo que eleva el riesgo de
lesiones ortopédicas. Una de las más habituales es el
esguince de tobillo, que puede ocurrir al caer mal
tras un salto. Los jugadores también están expuestos a
desgarros de ligamentos, especialmente el
ligamento cruzado anterior (LCA), que afecta la estabilidad de la
rodilla. Estos deportes no solo exigen habilidades físicas, sino
también una gran concentración para evitar movimientos peligrosos
en el calor del juego.
Deportes extremos
Actividades como el skateboarding, esquí y
snowboarding ofrecen una buena dosis de adrenalina, pero
también vienen con un alto riesgo de caídas y golpes. En el
skateboarding, las lesiones más comunes incluyen cortes, raspones,
fracturas y, en casos graves, conmociones
cerebrales. Por otro lado, el esquí y el snowboarding
pueden causar desde torceduras hasta lesiones graves de
rodilla y columna vertebral. Usar equipo de protección y
practicar en lugares seguros marca una gran diferencia, pero no
elimina por completo el riesgo.
Ciclismo y triatlón
Aunque el ciclismo puede parecer una actividad menos arriesgada,
las caídas y los accidentes en carretera son causantes de
muchas lesiones graves. Por esa razón, los ciclistas están
propensos a fracturas, lesiones de muñeca y, lamentablemente,
traumatismos craneales en caso de impacto sin casco. En el
triatlón, la intensidad de la competición puede llevar a los
atletas a sufrir sobrecargas musculares o
tendinitis, especialmente en las rodillas y los
pies debido a la repetición constante de movimientos.
Deportes individuales
Aunque los deportes individuales suelen ser menos agresivos
físicamente que los de equipo, también tienen su cuota de peligros.
El tenis, el golf y la gimnasia son ejemplos de
actividades que requieren movimientos específicos y repetitivos, lo
que puede provocar lesiones por uso excesivo. En el tenis, los
movimientos bruscos del brazo pueden causar tendinitis en
el hombro o el codo, conocido como “codo de tenista”. En
la gimnasia, las caídas desde altura o los aterrizajes mal
controlados pueden resultar en
lesiones graves en las extremidades inferiores.
Usar equipo adecuado, calentar antes de cada práctica, mantener
una técnica correcta y descansar lo suficiente reduce
significativamente el riesgo. Además, escuchar tu cuerpo, evitar el
sobreentrenamiento y buscar ayuda profesional al primer síntoma de
dolor son claves para mantenerse en forma y evitar problemas
mayores.