#Salud: Estos son los alimentos que debes evitar si tienes presión arterial baja

0
256


Tener presión arterial baja puede provocar
síntomas bastante incómodos. Mareos, visión cansada, náuseas,
fatiga y desmayos frecuentes son algunos de los problemas más
reportados. Esta condición, comúnmente llamada
hipotensión, significa que la fuerza con la que la
sangre circula por tu cuerpo es más baja de lo normal. Aunque hay
casos donde la hipotensión es benigna, para muchas personas se
convierte en un desafío diario.

La alimentación es uno de los factores que
puede agravar o controlar la
presión arterial baja
. Conocer qué evitar en la mesa hace la
diferencia entre un día productivo y uno lleno de malestares.

Por qué algunos alimentos afectan la presión arterial baja

El cuerpo reacciona de forma rápida a lo que comes. Algunos
ingredientes, como carbohidratos simples y
azúcares
, pueden causar picos y caídas en tus niveles de
glucosa, lo que se traduce en una bajada de presión aún más marcada
en quienes ya son propensos a la hipotensión. La digestión juega un
papel decisivo: ciertas comidas hacen que más sangre se concentre
en el aparato digestivo, restando presión a otros órganos vitales y
facilitando síntomas como cansancio o mareo.

También es importante entender que el alcohol y la
cafeína
tienen efectos que pueden complicar el control de
la presión. Por otro lado, seguir una dieta con muy poca
sal
puede profundizar el problema y aumentar el riesgo de
episodios de presión baja, especialmente si se suda mucho por calor
o ejercicio.

El rol de los carbohidratos refinados y azúcares

Comidas como pan blanco, pasta refinada, dulces,
bollería industrial y refrescos azucarados
se digieren de
forma rápida. Esto provoca que el azúcar en sangre suba de golpe,
pero luego caiga igual de rápido. En personas con hipotensión,
estos altibajos pueden terminar en una auténtica montaña rusa de
energía: un subidón momentáneo seguido por un bajón de
presión
que deja al cuerpo sin fuerzas.

El consumo elevado de azúcares genera un efecto rebote con mayor
cantidad de insulina en sangre y un descenso inmediato de la
glucosa, lo que impacta directamente en la sensación de debilidad,
mareo o incluso desmayos. Los estudios recientes refuerzan la idea
de que optar por carbohidratos complejos, como los integrales,
ayuda a mantener la presión más estable.

Efectos de los alimentos con alto contenido en alcohol y
cafeína

El alcohol tiene fama de relajar, pero para
quien tiene la presión baja puede convertirse en un enemigo
silencioso. Dilata los vasos sanguíneos y contribuye a la
deshidratación, dos factores que bajan la presión arterial y
aumentan el riesgo de mareos repetidos. Beber alcohol,
especialmente en ambientes calurosos o cuando se tiene poca ingesta
de agua, agrava la situación.

La cafeína, presente en el café, refrescos de
cola y algunas bebidas energéticas, sube la presión solo de forma
temporal. El abuso de cafeína, sin embargo, tiende a aumentar la
diuresis y la pérdida de líquidos. Con el tiempo, puede empeorar la
deshidratación y facilitar las caídas bruscas de presión. Usarla
con moderación, siempre vigilando los efectos personales, se vuelve
clave para quienes ya tienen tendencia a la hipotensión.

Foto Freepik

Productos bajos en sal y dietas hiposódicas

La sal es uno de los elementos que el cuerpo
utiliza para regular la presión. Seguir dietas extremadamente
pobres en sodio, especialmente en verano o al practicar deporte,
puede ser peligroso si ya lidias con la presión baja. La falta de
sal puede impedir que el cuerpo compense las pérdidas de líquidos y
electrolitos, aumentando el riesgo de sufrir mareos intensos y
debilidad.

Aunque suele recomendarse una dieta baja en sodio en personas
con presión alta, los que padecen hipotensión pueden necesitar un
poco más de sal, siempre con supervisión médica. Mantener el
equilibrio es esencial para evitar complicaciones.

Te podría interesar:

Alimentos específicos que conviene evitar en la dieta de
personas con presión arterial baja

Elegir bien lo que comes puede marcar la diferencia. Varios
alimentos y bebidas tienden a provocar o agravar episodios de
presión baja en quienes son sensibles. La clave está en
identificarlos y reducir su consumo diario para evitar sorpresas
desagradables.

Ejemplos de alimentos a evitar

Evitar el pan blanco, la bollería industrial y
las galletas procesadas reduce los cambios bruscos de azúcar en
sangre que desencadenan bajadas de presión. Los
dulces, refrescos azucarados y jugos procesados
producen subidas y bajadas drásticas que aumentan el malestar. Las
bebidas alcohólicas empeoran la deshidratación y
bajan la presión, especialmente combinadas con poca ingesta de
agua.

Las comidas muy grasas o ricas en frituras
pueden hacer la digestión lenta y pesada, contribuyendo a que la
sangre se desvíe al aparato digestivo y genere bajones de presión
después de comer. Por último, los productos demasiado bajos
en sal
o las dietas restrictivas en sodio pueden hacer que
el cuerpo no logre regular bien los líquidos, incentivando
episodios de cansancio y debilidad.

Alternativas saludables para controlar la hipotensión desde la
alimentación

Quienes tienen presión baja pueden mejorar notablemente con
algunos ajustes en la dieta. Optar por alimentos ricos en
potasio
como plátanos, naranjas, aguacate y espinaca ayuda
a mantener el equilibrio de minerales en el cuerpo. Mantenerse bien
hidratado todo el día, con agua, infusiones suaves o zumos
naturales diluidos, es básico para evitar caídas en el volumen
sanguíneo.

Comer porciones pequeñas y frecuentes es una
estrategia sencilla y efectiva: previene bajadas bruscas de presión
después de comidas grandes y pesadas. Priorizar cereales
integrales, pescados, frutos secos y grasas saludables estabiliza
la energía y contribuye a una mejor respuesta cardiovascular.

Antes de hacer ajustes radicales en la alimentación, lo ideal es
consultar con un profesional que pueda personalizar las
recomendaciones y atender condiciones o medicamentos que puedan
influir sobre la presión.

Adoptar cambios sencillos en la alimentación y el estilo de vida
puede ayudar a prevenir los síntomas incómodos de la
presión baja
. Monitorear lo que se come y elegir alternativas
más saludables es una forma fácil de sentirte mejor cada día.

¿Le resultó útil este artículo?



Source link