¿Tus cañerías están obstruidas y ya no sabes qué hacer? No te
preocupes, desatascar tus caños no siempre requiere productos
químicos agresivos o gastar dinero en un fontanero. Recuerda que
existen alternativas naturales, económicas y
seguras que pueden resolver este problema en minutos y, de
paso, cuidar el medio ambiente.
El
truco clásico
Esta combinación no solo es un clásico en los trucos para el
hogar, sino que también es una solución infalible para desatascar
caños. El bicarbonato de sodio y el vinagre blanco generan
una reacción efervescente que descompone residuos
orgánicos acumulados, además de eliminar malos
olores.

Para aplicar esta técnica, vierte primero media taza de
bicarbonato de sodio directamente en el desagüe. Después, agrega
media taza de vinagre blanco. Notarás una efervescencia inmediata;
es señal de que está funcionando. Déjalo actuar por unos 30
minutos. Finaliza enjuagando con agua hirviendo. Este método es
ideal tanto para limpiar como para prevenir futuras
obstrucciones.
Agua
hirviendo
A veces, la solución más sencilla es la más efectiva. Si tu
problema no es muy grave, el agua hirviendo puede ser tu mejor
aliado. Este método es especialmente útil para disolver
grasa y pequeños residuos acumulados.
¿Cómo hacer? Solo necesitas hervir una gran cantidad de agua.
Luego, viértela lentamente en el caño en varias tandas. Este truco
es perfecto para desbloquear pequeñas obstrucciones en fregaderos o
duchas y no requiere más que una olla y agua del grifo.
El clásico que nunca
pasa de moda
La ventosa es una herramienta ideal para eliminar
bloqueos causados por acumulaciones más densas, como restos de
comida o cabello.
Llena parcialmente el fregadero o la ducha con agua para cubrir
el borde de la ventosa. Luego, coloca la ventosa sobre el desagüe y
haz movimientos de bombeo. La presión generada por el agua y el
aire desplazará los residuos hacia abajo, liberando el caño.

Posos de
café
Aunque los posos de café no son un desatascador propiamente
dicho, su consistencia granulada ayuda a prevenir
acumulaciones de grasa en el interior de las cañerías.
Además, actúa como desodorante natural, dejando un sutil aroma a
café en tu fregadero.
Para usarlo, basta con vaciar una cucharada de marc en la
tubería mientras viertes agua caliente lentamente. Haz esto una vez
a la semana como medida de mantenimiento. Es amigable con el medio
ambiente y prolongará el tiempo entre limpiezas profundas.
Sal
y bicarbonato
Si no tienes vinagre a mano, mezcla sal de cocina con
bicarbonato de sodio, esta combinación actúa como un abrasivo suave
que ayuda a descomponer residuos adheridos.
Mezcla partes iguales de bicarbonato y sal (por ejemplo, media
taza de cada uno), viértelo en la canalización y añade agua
hirviendo. Deja actuar unas horas antes de enjuagar con agua
corriente. Es una técnica perfecta para combatir los residuos
grasos en fregaderos.
El cinturón del
salvavidas
Cuando los residuos sólidos son el problema, como el cabello en
la ducha, un simple gancho o percha de metal puede
hacer maravillas. Es una solución ingeniosa y económica,
perfecta para emergencias.
Desdobla el alambre hasta crear una forma alargada con un gancho
pequeño al final. Introducelo en el caño y retira manualmente los
residuos visibles. Una vez limpio, enjuaga con agua hirviendo para
eliminar el resto de los desechos.
Evita utilizar las cañerías como basurero. Por
esa razón, no viertas grasa directamente en el fregadero, usa
rejillas para atrapar restos de comida y limpia regularmente los
sifones. Estos pequeños hábitos pueden evitar el mal rato de lidiar
con un caño completamente bloqueado.
Además, es recomendable aplicar alguno de los métodos anteriores
(como el bicarbonato con vinagre o el marc de café) de manera
regular para mantener tus tuberías en perfecto estado.
Con estos consejos simples y naturales, puedes mantener tus
cañerías limpias y funcionales sin esfuerzo. Además, al
optar por métodos ecológicos, estás cuidando la salud de tu hogar y
el medio ambiente.


