#Salud: Esto es lo que le ocurre al cerebro cuando está bajo los efectos de una anestesia general

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La anestesia general es una herramienta indispensable en la
actualidad médica, especialmente para procedimientos quirúrgicos.
Sin embargo, detrás de este estado de inconsciencia total, el
cerebro atraviesa una serie de cambios complejos que merecen
atención. ¿Alguna vez te has preguntado qué ocurre en el cerebro
mientras estás bajo anestesia? A continuación, lo explicamos de
manera simple y comprensible.

La anestesia general no es solo “dormir” al paciente, es un
estado inducido científicamente donde el cerebro entra en una
especie de coma reversible, permitiendo que la
cirugía se lleve a cabo sin que el paciente sienta dolor, recuerde
nada o se mueva. Este estado se logra mediante el uso de fármacos
administrados intravenosamente o por inhalación, los cuales alteran
las señales neuronales esenciales para la percepción, la memoria y
la consciencia.

A diferencia del sueño natural, donde las funciones cerebrales y
corporales siguen un ritmo definido, la anestesia general se basa
en una interrupción artificial que afecta profundamente la
capacidad del cerebro para procesar estímulos externos.

Cambios en la actividad
cerebral

Bajo anestesia, el cerebro no “se apaga” por completo, pero sí
experimenta disminuciones y modulaciones en la actividad
neuronal
. Las áreas responsables de mantener la vigilia,
como la corteza cerebral, reducen significativamente su actividad.
Sin embargo, estudios recientes han encontrado que algunas partes
del cerebro presentan un aumento paradójico de actividad
espontánea
, lo cual sigue siendo un tema de
investigación.

Los fármacos anestésicos se unen a receptores específicos en las
neuronas, particularmente en aquellos relacionados con el ácido
gamma-aminobutírico (GABA). Esta unión inhibe las comunicaciones
neuronales, creando un efecto sedante y analgésico.

Diferencias con el sueño
natural

Un mito común es pensar que la anestesia general equivale a
dormir profundamente. Sin embargo, el cerebro bajo estas
condiciones está más cerca de un “modo de pausa” que de un sueño
reparador. El sueño natural sigue un patrón cíclico que permite la
consolidación de la memoria y la regeneración del cuerpo. Por el
contrario, durante la anestesia general, no hay formación de nuevos
recuerdos ni procesamiento de estímulos sensoriales.

La diferencia esencial radica en cómo las ondas cerebrales se
comportan. En el sueño, las ondas fluctúan entre estados activos y
pasivos; con la anestesia, las ondas son más lentas y
uniformes
, creando un estado de desconexión.

Riesgos asociados
a la anestesia general

Aunque generalmente es segura, la anestesia general no está
exenta de riesgos, especialmente en personas con condiciones
preexistentes como apnea del sueño, obesidad, hipertensión o

enfermedades cardiovasculares
. También existe un fenómeno raro,
conocido como conciencia intraoperatoria, donde el
paciente puede percibir parcialmente lo que ocurre durante la
cirugía, algo que puede ser traumático psicológicamente.

Los anestesiólogos utilizan monitores avanzados para medir la
actividad cerebral y prevenir estas situaciones. A pesar de esto,
es esencial una evaluación previa detallada del estado de salud del
paciente.

Impactos a largo
plazo en el cerebro

Aunque la anestesia es reversible, existen preocupaciones sobre
sus efectos a largo plazo, especialmente en pacientes pediátricos y
adultos mayores. Estudios en animales han mostrado que ciertos
tipos de anestésicos, como el propofol o la ketamina, pueden
alterar la formación de conexiones neuronales en cerebros en
desarrollo. En adultos mayores, la anestesia puede estar asociada
con déficits transitorios en la memoria y un mayor
riesgo de delirium postoperatorio.

La buena noticia es que los avances médicos han permitido
mitigar estos riesgos. Los anestesiólogos trabajan en equipo con
los cirujanos para elegir los medicamentos más seguros y realizar
un monitoreo exhaustivo durante y después del procedimiento.

Reflexión final

La anestesia general es uno de los mayores logros médicos,
permitiendo que procedimientos complejos se realicen sin dolor ni
conciencia. Aunque puede parecer un simple “apagón”, el cerebro
atraviesa cambios extraordinarios que reflejan la precisión y
complejidad de esta técnica.

Entender qué le sucede al cerebro durante la anestesia general
no solo es fascinante, sino también crucial para desmitificar su
funcionamiento y confiar en su seguridad. Como siempre, contar con
un equipo médico capacitado y seguir las recomendaciones
personalizadas es vital para reducir cualquier riesgo asociado.

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