El rincón más peligroso de tu casa durante una tormenta
eléctrica
El baño, la cocina y cualquier estancia con tuberías de metal
son los rincones más riesgosos de la casa durante una tormenta.
Cuando un rayo golpea cerca, incluso si no impacta el propio
edificio, la electricidad puede viajar por el terreno e ingresar al
hogar mediante las cañerías conectadas. Un simple gesto como
lavarse las manos, ducharse o manipular un grifo expone a la
persona al peligro de descarga.
Las tuberías metálicas, presentes en la mayoría
de los hogares, actúan como verdaderas autopistas para la
electricidad del rayo. Si en ese instante se tocara el agua o el
metal, el cuerpo funcionaría como puente conductor. El riesgo es
real aunque parezca imposible. Actividades tan comunes como lavar
los platos, cargar la bañera o tan solo abrir el grifo pueden poner
en peligro la vida.

No solo el baño y la cocina son preocupantes. Las zonas con
acceso a agua, como lavaderos e incluso algunos garajes, comparten
este mismo problema. El peligro no siempre se presenta con un
estruendo o una chispa visible; puede ser silencioso, pero igual de
letal. Nunca hay que subestimar el poder de la electricidad
canalizada a través de sistemas metálicos en la vivienda.
Cómo
se transmite la electricidad de un rayo en interiores
Cuando un rayo golpea un árbol en el jardín, una farola en la
calle o incluso el propio techo, parte de esa energía busca rutas
que la conduzcan a la tierra. Las tuberías
metálicas y los cables eléctricos que atraviesan las
paredes de la casa pueden recibir parte de esa carga. La
electricidad se mueve rápidamente, siguiendo el camino con menor
resistencia, y llega hasta las llaves de agua, duchas y
electrodomésticos conectados.
El toque de un grifo o cualquier contacto con agua corriente
crea una conexión entre la persona y el trayecto de la descarga.
Por eso, hay que extremar las precauciones y no subestimar lo que
ocurre fuera de las paredes. El agua, al ser un excelente conductor
cuando contiene minerales, multiplica el peligro. Mantener las
manos secas y evitar las zonas húmedas durante la tormenta nunca es
exagerado.
La electricidad también puede propagarse por las paredes
de concreto debido a la presencia de barras de refuerzo
metálicas en su interior. Apoyarse o sentarse junto a ellas durante
la tormenta no es lo más recomendable. Es fácil perder de vista
estos detalles en la rutina diaria, pero en una tormenta
eléctrica pueden marcar la diferencia entre la seguridad y el
riesgo.
Electrodomésticos,
enchufes y la amenaza de las sobretensiones
Los electrodomésticos representan otro
potencial punto crítico. Un rayo puede provocar subidas de tensión
repentinas que destruyan desde televisores hasta neveras. Estos
picos de corriente viajan por la instalación eléctrica y, si en ese
momento alguien manipula un aparato o lo desenchufa, el daño puede
ser grave.
No solo los equipos electrónicos corren peligro. El propio
usuario puede sufrir quemaduras o lesiones por el contacto directo
con el dispositivo. La costumbre de aprovechar la tormenta para
limpiar o cocinar puede resultar perjudicial si no se desconectan
previamente este tipo de aparatos. Las regletas sencillas, sin
sistemas de protección, no sirven para evitar los daños.
Conviene recordar que enchufar y desenchufar
dispositivos durante la descarga eléctrica aumenta el riesgo de
accidente. Es mejor desconectar todo de antemano y esperar a que la
tormenta pase antes de volver a usar cualquier aparato eléctrico.
Incluso los sistemas de alarma y domótica pueden fallar ante una
sobretensión provocada por un rayo cercano.

Recomendaciones
prácticas para protegerse dentro de casa
La clave para mantenerse a salvo en una tormenta eléctrica es
anticipar el peligro y actuar con calma. Alejarse de grifos,
tuberías y fuentes de agua se convierte en una prioridad. Lo ideal
es evitar cualquier actividad que implique contacto con agua
corriente, como ducharse, lavar platos o regar plantas
interiores.
Desconectar electrodomésticos y dispositivos electrónicos de la
corriente elimina riesgos adicionales. Es importante supervisar que
los niños y personas mayores también sigan estas pautas. Durante la
tormenta, no conviene tocar aparatos conectados, aunque parezcan
estar apagados. Las regletas con protección contra
sobretensiones son una inversión útil, pero no sustituyen
las buenas prácticas.
La revisión periódica del sistema de puesta a
tierra en la casa refuerza la protección ante descargas
externas. Un sistema de pararrayos en edificios altos aporta
seguridad extra, pero siempre debe complementarse con el
comportamiento adecuado de los ocupantes. Apostar por la prevención
es el recurso más efectivo.
Qué hacer y qué no hacer durante una tormenta eléctrica
estando en casa
Durante una
tormenta eléctrica, es mejor posponer ciertas tareas. No hay
que ducharse, lavar ropa, limpiar superficies con agua ni usar el
lavavajillas. Tampoco se recomienda utilizar teléfonos fijos o
radios conectados a la red eléctrica. Los teléfonos
móviles sí pueden emplearse, siempre que no estén
enchufados para cargarse.
Sentarse cerca de ventanas, apoyarse en paredes de concreto o
puertas metálicas tampoco resulta seguro. Es preferible permanecer
en zonas centrales de la vivienda, sentado sobre una silla de
madera si fuera posible. El contacto con el agua, incluso mediante
peceras o recipientes grandes, debe evitarse a toda costa.
Si la tormenta llega sin previo aviso y se está usando algún
electrodoméstico, lo mejor es apagarlo desde el interruptor
principal y alejarse del área. No conviene abrir las puertas
mientras dure la descarga. Mantener la calma y esperar a que los
truenos se alejen sirve para reducir el peligro mientras se observa
la situación por una ventana protegida.
La tecnología
como aliada en la prevención
El acceso a alertas meteorológicas a través de
aplicaciones móviles permite anticipar la llegada de tormentas y
planificar qué hacer antes de que la situación empeore. Invertir en
sistemas de protección eléctrica, como los supresores de
sobretensión, ayuda a evitar daños materiales y, en
algunos casos, lesiones personales.
Las estaciones de energía portátiles, como las
nuevas soluciones domésticas, pueden mantener el suministro básico
frente a un corte provocado por un rayo. Un monitoreo regular del
estado de pararrayos y la puesta a tierra asegura su funcionamiento
óptimo cuando realmente se necesita.
La combinación de tecnología y sentido común marca la
diferencia. Consultar reportes meteorológicos fiables y seguir las
recomendaciones oficiales garantiza mayor tranquilidad y disminuye
los riesgos para todos los miembros del hogar. Hoy, prepararse
nunca ha sido tan fácil gracias a la información al alcance de la
mano.



