#Salud: Este es la hora ideal para ejercitarte si quieres prevenir enfermedades del corazón

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Cuidar la salud cardiovascular implica mucho más que evitar el
estrés y comer bien. El corazón es el motor del cuerpo y mantenerlo
en óptimas condiciones requiere tomar decisiones diarias. Entre
ellas, hacer ejercicio de forma regular ocupa un lugar destacado.
Estudios recientes han cambiado la perspectiva al revelar que la
hora del día en que se practican actividades físicas puede
potenciar su impacto protector frente a enfermedades cardíacas.

Por
qué el ejercicio es clave para la salud cardíaca

Hacer ejercicio habitualmente disminuye el riesgo de infarto,
hipertensión, arritmias y accidentes cerebrovasculares. Un cuerpo
en movimiento mantiene limpias las arterias, mejora la circulación
y equilibra la presión. Los expertos coinciden en que al menos
30 minutos diarios de actividad física logran
transformar la salud a largo plazo. Caminar, trotar, nadar, andar
en bicicleta y practicar ejercicios de fuerza no solo fortalecen el

corazón
. También ayudan a controlar el peso, reducir el estrés,
dormir mejor y mantener estable el ánimo.

Además, moverse de forma frecuente sirve para prevenir
trastornos como la arterioesclerosis o la trombosis venosa,
brindando un escudo contra los problemas vasculares que más afectan
en la madurez. Incorporar ejercicios de flexibilidad como el yoga o
estiramientos ayuda a relajar los músculos y mantener el cuerpo
ágil, completando una rutina equilibrada.

Sin embargo, el cuidado del corazón no acaba en el gimnasio o
los parques. Realizar chequeos médicos, como electrocardiogramas y
ecocardiogramas con periodicidad, detecta posibles irregularidades
antes de que aparezcan síntomas graves. Controlar el estrés
mediante respiración, meditación o yoga y mantener una alimentación
rica en frutas, verduras, legumbres, pescados y grasas saludables
refuerzan el sistema circulatorio y potencian los efectos del
ejercicio.


El horario ideal: evidencias y beneficios de entrenar en la
mañana

Una investigación publicada en medios especializados y avalada
por datos recogidos de más de 86,000 adultos comprobó un hallazgo
rompedor: hacer ejercicio entre las 8:00 y las 10:00 de la
mañana
reduce notablemente el riesgo de sufrir
enfermedades del corazón o accidentes cerebrovasculares. El grupo
que entrenaba a esta hora presentaba un 11-16% menos de
incidencia de trastornos coronarios
y un 17% menos
de accidentes cerebrovasculares
frente a quienes preferían
otros horarios.

La fisiología juega a favor por la mañana. El cuerpo se ve
impulsado por su ritmo circadiano, que regula las
funciones cardíacas y metabólicas en ciclos de 24 horas. A esas
horas la presión arterial, la actividad hormonal y la glucosa en
sangre presentan patrones que favorecen un aporte eficiente de
oxígeno y nutrientes a los tejidos, optimizando el rendimiento
físico. Además, la liberación de endorfinas y la mejor utilización
de la insulina hacen que la actividad matutina potencie la quema de
grasa y la regulación del azúcar, protegiendo especialmente a
quienes tienen antecedentes familiares, sobrepeso, resistencia a la
insulina o diabetes tipo 2.

No solo se trata de prevenir. Las personas que eligen la mañana
para moverse suelen ser más persistentes y menos propensas a
saltarse el entrenamiento. Iniciar el día ejercitándose crea una
sensación de logro y bienestar que se mantiene durante horas,
ayudando a tomar mejores decisiones alimenticias y gestionar mejor
el estrés durante la jornada.

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Foto Freepik

Comparativa con
otros momentos del día

Aunque los beneficios del ejercicio a primera hora son
significativos, hacer actividad física en la tarde o la noche
también aporta mejoras concretas. Por ejemplo, entrenar después de
las 18:00 puede ser positivo para quienes luchan con el control
glucémico o presentan diabetes tipo 2, ya que maximiza la captación
de glucosa por los músculos. Además, la sesión vespertina
contribuye a mejorar el perfil de triglicéridos y a bajar la
presión arterial.

Sin embargo, aún con estos aportes, las investigaciones
concluyen que la franja entre las 8:00 y las 10:00 de la
mañana
destaca en cuanto a la protección del corazón y la
prevención de accidentes cerebrovasculares. Por la noche, conviene
evitar ejercicios muy intensos o competitivos para no interferir
con el sueño. Lo más importante es mantener la constancia en
cualquier horario posible, adaptando la rutina según las
condiciones personales y la recomendación médica.

Consejos
para empezar una rutina matutina segura

Arrancar una rutina de ejercicio por la mañana requiere
planificación y escucha activa del cuerpo. El calentamiento
previo
a la actividad resulta clave para preparar músculos
y articulaciones, reduciendo el riesgo de lesiones y optimizando el
rendimiento. La elección del tipo de ejercicio debe alinearse con
el nivel de condición física, la edad y los antecedentes de salud.
Caminar a paso moderado, trotar suavemente o practicar natación son
opciones de bajo impacto que se adaptan a diferentes perfiles.

Hidratarse antes, durante y después del entrenamiento ayuda a
controlar la temperatura corporal y previene la fatiga. Controlar
la intensidad a través del pulso, con un pulsómetro o midiendo la
frecuencia en la muñeca, permite ajustar el esfuerzo y asegurar que
se mantenga en un rango seguro y beneficioso. Es recomendable
ajustar los ejercicios según las propias sensaciones y el consejo
profesional, principalmente en personas que toman medicación o
tienen enfermedades crónicas. Escuchar al cuerpo evita el
sobreesfuerzo y permite disfrutar del proceso, incrementando poco a
poco la duración e intensidad para consolidar el hábito.


Integrar el ejercicio en la rutina diaria y potenciar la
salud a largo plazo

Adoptar la práctica del ejercicio matutino y combinarla con
chequeos médicos, manejo del estrés y una alimentación saludable
transforma el panorama de la salud cardiovascular. Mantenerse
activo no solo reduce el riesgo de enfermedades del corazón,
sino que ayuda a alcanzar un estado general de bienestar, energía y
vitalidad. Elegir la hora adecuada, desarrollar una rutina
personalizada y atender las señales del cuerpo hará que cada día
cuente en la búsqueda de una vida más saludable y protegida frente
a las enfermedades más comunes de nuestra era.

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