#Salud: Este error en la dieta es el principal enemigo de la hipertensión advierten los expertos

0
137


La hipertensión afecta hoy a millones de personas y representa
uno de los mayores desafíos para la salud. Muchas veces pasa
inadvertida, como un enemigo silencioso que golpea cuando menos se
lo espera. La alimentación juega un papel central tanto en su
desarrollo como en su control.


El consumo excesivo de sodio: el error más común según los
expertos

El sodio, un mineral esencial en pequeñas
dosis, se ha convertido en el peor aliado de la presión arterial
cuando abunda en la dieta. No solo la sal de mesa suma sodio al
cuerpo, sino que existe una gran cantidad de alimentos procesados
que lo camuflan, volviéndolo casi invisible. Panes, cereales de
desayuno, embutidos, sopas instantáneas y aderezos industriales son
ejemplos claros de lo sencillo que es superar los límites
aconsejados sin notarlo.

Organizaciones internacionales como la OMS y la
American Heart Association piden no superar los
2,000 miligramos de sodio al día, el equivalente a menos de 5
gramos de sal, aunque el consumo medio suele superar ampliamente
esa cifra. Las estadísticas más recientes señalan que muchas
personas siguen ingiriendo cerca del doble de la cantidad
recomendada, lo que dispara el riesgo de presión alta.

Los productos con mayor contenido de sodio incluyen además
quesos industrializados, snacks de paquete y todo tipo de comidas
rápidas. Muchos de estos alimentos logran un sabor atractivo
justamente por su carga de sodio, lo que los hace aún más
peligrosos para quienes buscan controlar su presión.

Consecuencias
del sodio elevado en el cuerpo

Cuando el consumo de sodio se eleva, se produce un efecto
directo en la presión arterial. El sodio atrae agua hacia la
sangre, lo que aumenta el volumen circulante y hace que el corazón
deba bombear con más fuerza. Este aumento ejerce presión extra
sobre las arterias y puede dañarlas de forma progresiva.

El exceso crónico de sodio está relacionado con mayor riesgo de
enfermedades del corazón y fallo
renal
, además de favorecer accidentes cerebrovasculares.
Los estudios más actuales demuestran que una dieta baja en sodio
puede reducir los episodios de infarto y mejorar la esperanza de
vida, sobre todo en adultos mayores y personas con predisposición
genética.

Foto Freepik

Principales
fuentes de sodio en la dieta diaria

Muchos creen que basta con reducir la sal en las comidas para
evitar el problema, pero lo cierto es que los alimentos procesados
concentran la mayoría del sodio que se consume día a día. Incluso
el pan de molde, la bollería industrial o los cereales
aparentemente inofensivos contienen cantidades que, sumadas, pueden
superar el rango saludable.

Las sopas instantáneas y los embutidos encabezan la lista de
productos con sodio oculto. Aderezos, salsas comerciales y snacks
tipo papas fritas también merecen un lugar destacado. El sodio se
agrega a estos productos no solo para potenciar el sabor, sino como
conservante, lo que complica mucho más su control en la dieta
habitual.

Te podría interesar:

Otros
errores alimentarios que potencian la hipertensión

El sodio por sí solo ya representa un problema, pero hay otros
errores frecuentes que terminan agravando el cuadro de
hipertensión.
El abuso de productos ricos en azúcares, grasas
saturadas y trans, así como carnes procesadas, forman parte de los
hábitos que deben corregirse para una mejor salud
cardiovascular.

El impacto
de azúcares y grasas poco saludables

El consumo frecuente de bebidas azucaradas, repostería
industrial y frituras añade más presión a las arterias. Estas
opciones, junto con las carnes rojas y procesadas, alteran los
niveles de lípidos en sangre y favorecen la formación de placas en
las paredes arteriales. Esto, a largo plazo, estrecha las arterias
y dificulta la circulación, llevando a un aumento sostenido de la
presión y posibilitando eventos coronarios graves.

Estudios recientes han vinculado las grasas
trans
y saturadas no solo con la hipertensión, sino
también con diabetes tipo 2 y problemas de sobrepeso, lo que agrava
el panorama general y dificulta el tratamiento.


La importancia de elegir alimentos aliados de la presión
arterial

Optar por una dieta que incorpore frutas frescas,
verduras variadas, granos enteros, proteínas magras y lácteos bajos
en grasa
ayuda a equilibrar la presión arterial de forma
natural. Además, estos alimentos aportan potasio, calcio y
magnesio
, nutrientes que neutralizan el efecto negativo
del sodio y colaboran en la relajación de los vasos sanguíneos.

El potasio, por ejemplo, se encuentra en plátanos, aguacates,
papas y espinacas, mientras que el calcio abunda en productos
lácteos bajos en grasa y el magnesio en legumbres y frutos secos.
Estos minerales permiten mantener una presión adecuada y protegen
contra enfermedades cardiovasculares graves.

Al priorizar ingredientes naturales y preparados en casa, se
logra un mejor control sobre la cantidad de sodio y grasas
añadidas. Así, se fortalece la salud cardíaca y se previenen
complicaciones relacionadas con la hipertensión.

¿Le resultó útil este artículo?



Source link