Broncearse es algo que muchas personas asocian con belleza y
salud. Sin embargo, detrás de esa piel bronceada puede ocultarse
una realidad inquietante: el peligro real y significativo
del cáncer de piel.
Para muchos adolescentes, el bronceado representa moda y las
salas de bronceado prometen un método rápido para obtener una piel
“perfecta” en cuestión de minutos, sin importar la estación. Las
lámparas de UV artificial hacen que sea tentador
elegir este método para mantener la piel bronceada todo el año.
Pero, ¿a qué costo? Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS) y la Agencia Internacional para la Investigación sobre el
Cáncer (IARC), la radiación UV de estos equipos es carcinógena para
los humanos. Esto significa que puede provocar cáncer de
piel, incluyendo melanoma, uno de los tipos más
letales.
Conexión
entre las lámparas de bronceado y el melanoma
Numerosos estudios científicos han demostrado que las personas
que usan camas de bronceado regularmente tienen un mayor
riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer de piel,
incluyendo carcinoma basocelular (BCC), carcinoma de células
escamosas (SCC) y melanoma. Lo más alarmante es que el riesgo
aumenta significativamente en personas que empezaron a broncearse
artificialmente antes de los 35 años.
El melanoma, aunque menos común, es especialmente agresivo. Si
se detecta en etapas avanzadas, su tratamiento es difícil, y las
probabilidades de supervivencia disminuyen considerablemente.
Además, cada sesión en una cama de bronceado incrementa el riesgo
acumulativo de daño en la piel, provocando no solo cáncer, sino
también envejecimiento prematuro y quemaduras
solares.
La historia
de quienes no conocían los riesgos
Un caso que ilustra esta problemática es el de Caroline
Madden, quien comenzó a usar lámparas de bronceado a los
17 años. Como muchas jóvenes, no era consciente de los riesgos
ocultos. Para ella, era una solución maravillosa: piel
dorada en solo diez minutos, sin las largas horas al sol.
Sin embargo, después de décadas de uso mensual, le diagnosticaron
melanoma en estadio tres. Caroline lleva más de 15 años luchando
contra el cáncer, enfrentándose a cirugías y tratamientos
invasivos.
Su experiencia es un recordatorio de que las camas de bronceado
no son inocuas ni seguras. Lo que parecía un hábito inofensivo se
convirtió en una amenaza constante para su salud.

Mitos
comunes sobre el bronceado en interiores
A pesar de las advertencias médicas y científicas, existen mitos
que perpetúan el uso de las lámparas de bronceado:
Fallece de infarto Yensy Parra Evans, creador de contenido #FVDigital
Retiran más de 30 libras de senos a una mujer en un operativo quirúrgico en Barahona
Kilómetro 13 de la autopista Duarte
Pandilla ataca poblado del centro de Haití; matan a 4 personas, incluyendo niño de 11 años
Retiran más de 30 libras de cada seno a una mujer durante un operativo quirúrgico en Barahona
- “Un bronceado base protege la piel del sol” –
Esto no es cierto. Un bronceado, ya sea natural o artificial, es
señal de que el ADN de la piel ha sido dañado. Este daño puede
acumularse con el tiempo, aumentando las probabilidades de
cáncer. - “El bronceado artificial es más seguro que el
sol” – Las lámparas UV emiten rayos UVA intensos que
penetran profundamente en la piel, causando daño celular severo. De
hecho, el riesgo de melanoma puede aumentar hasta en un 75%
por su uso frecuente. - “Los jóvenes no tienen que preocuparse por el cáncer de
piel” – Este mito es especialmente peligroso. Las personas
que comienzan a usar camas de bronceado antes de los 20 años tienen
un riesgo mucho mayor. Además, el melanoma es ahora uno de los
cánceres más diagnosticados en mujeres
jóvenes.
Cómo afecta esto
la vida de las personas
El cáncer de piel no solo tiene efectos físicos, sino también
emocionales y financieros. Quienes lo enfrentan como
Caroline describen un constante temor a las
recaídas y el impacto de los tratamientos agresivos. Muchas veces,
esto incluye cirugías desfigurantes, quimioterapia o
inmunoterapias, además de extensos gastos médicos.
La consecuencia emocional tampoco debe subestimarse, porque el
diagnóstico de un melanoma avanzado puede provocar ansiedad y
depresión, además de alterar por completo la vida cotidiana.
Lo que puedes hacer
para protegerte
Evitar el uso de lámparas de bronceado es una de las decisiones
más importantes para prevenir el cáncer de piel. Aquí te dejamos
algunas recomendaciones prácticas para cuidar tu piel:
- Usa protector solar diariamente, incluso en
días nublados. - Evita las camas de bronceado. El bronceado
artificial no vale los riesgos. - Limita la exposición directa al sol durante las horas pico (10
a.m. – 4 p.m.). - Examina regularmente tu piel para identificar lunares
sospechosos o cambios en las manchas existentes. - Consulta a un dermatólogo una vez al año para una evaluación
completa.
Además, es importante educar a los jóvenes sobre los riesgos
reales asociados con las camas de bronceado. Fomentar una
percepción positiva de la piel natural puede ayudar a reducir la
presión de alterar el tono de la piel con métodos tan nocivos.
Recuerda, un tono bronceado puede desvanecerse, pero las
consecuencias para la salud pueden ser permanentes. Optar por una
piel saludable y natural es el mejor paso que puedes tomar hoy para
preservar tu bienestar mañana.