El Feng Shui es una práctica milenaria que busca armonizar los
espacios y promover un flujo positivo de energía
en el hogar. Aunque muchos consideran que ciertos objetos tienen un
valor sentimental o histórico, no siempre encajan dentro de esta
filosofía, especialmente los objetos antiguos. El día de hoy cómo
estos elementos pueden obstaculizar el movimiento de la energía
vital y qué pasos tomar para equilibrar tu ambiente.
¿Qué
dice el Feng Shui sobre los objetos antiguos?
En
Feng Shui, cada objeto emite una energía que
puede influir en el bienestar de las personas. Los objetos
antiguos, en particular, pueden cargar energías residuales de sus
antiguos dueños o de los escenarios donde estuvieron. Algunos
expertos enfatizan que estos objetos tienen “memorias energéticas”,
lo que significa que podrían traer consigo vibraciones
negativas, bloqueos emocionales o incluso experiencias
traumáticas.
Estos elementos suelen estar asociados con el pasado, y aunque
pueden ser bellos o cargados de historia, el Feng Shui recomienda
evaluar su impacto energético. Mantenerlos puede simbolizar un
apego al pasado, dificultando el flujo de energía
para el crecimiento personal y emocional.
Por
qué los objetos antiguos pueden ser perjudiciales
El principal problema radica en el estancamiento energético. El
Feng Shui se basa en que el Chi (energía vital)
fluya libremente. Los objetos desgastados, rotos o pesados suelen
crear bloqueos, impidiendo que la energía circule de manera
adecuada.
Algunos de los problemas más comunes asociados con conservar
objetos antiguos incluyen:
Energía residual: los objetos pueden haber
absorbido emociones, situaciones o conflictos.
Desgaste físico: piezas dañadas como espejos,
relojes que no funcionan o muebles desgastados son considerados
focos de energía negativa.
Frenar el cambio: conservar muchas cosas del
pasado puede proyectar la sensación de que no estás listo para
avanzar.
Ejemplo: Los espejos antiguos
Un ejemplo común son los espejos antiguos. Estos tienden a
acumular energías negativas, especialmente si
están rotos o descoloridos. El Feng Shui sugiere deshacerse de
ellos si no pueden ser reparados, ya que reflejan estancamiento y
caos.

Objetos
cargados de emociones o simbolismos negativos
Algunos objetos antiguos son más preocupantes que otros. Por
ejemplo, muebles heredados con historias tristes, cuadros con
imágenes violentas o tétricas y artículos adquiridos de lugares
desconocidos pueden influir negativamente en el estado de ánimo y
el
bienestar general.
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En este contexto, el Feng Shui también es claro con respecto a
los objetos que simbolizan muerte, sufrimiento o conflictos. Tanto
los muebles puntiagudos como las figuras con connotaciones sombrías
bloquean la armonía emocional del hogar.
Cómo evaluar
la energía de un objeto antiguo
Antes de decidir si debes conservar un objeto, realiza una
evaluación energética sencilla. Pregúntate:
- ¿Qué emociones despierta este objeto?
- ¿Representa un momento positivo en mi vida?
- ¿Se encuentra en buenas condiciones o necesita reparación?
Si un objeto evoca sensaciones negativas o no tiene un propósito
claro, considera agradecerle por su tiempo y liberarlo para dar
espacio a algo nuevo.
Soluciones
equilibradas: no todo objeto antiguo es negativo
No se trata de deshacerte de todas las piezas antiguas. El Feng
Shui también aprecia algunos elementos con energía positiva, como
reliquias familiares que simbolicen amor o fortaleza. La clave está
en mantener solo aquello que aporta alegría o un sentido de
propósito, además de ubicarlos en espacios donde no
obstaculicen el flujo del Chi.
Una buena estrategia es purificar los objetos. Puedes hacerlo
limpiándolos con agua con sal marina o sahumerios de hierbas como
el palo santo o la salvia. Este proceso ayuda a neutralizar
cualquier energía negativa que puedan haber acumulado.
Espacios despejados,
mente despejada
Una casa desordenada, llena de antigüedades innecesarias, puede
influir directamente en tu nivel de estrés y
ansiedad. Por eso, en Feng Shui es fundamental mantener un
ambiente organizado y limpio. Un hogar despejado refleja claridad
mental y fomenta un entorno propicio para el bienestar. Si tienes
muchas cosas acumuladas, comienza por desprenderte de aquellas que
no usas o que ya no representan algo positivo en tu vida. Agradece
su presencia y permíteles cerrar su ciclo.
El Feng
Shui no busca demonizar los objetos antiguos, sino invitarte a
reflexionar sobre su impacto en tu espacio. Algunos elementos
pueden ser valiosos emocionalmente, pero otros pueden estar
frenando tu crecimiento y bienestar. Al seguir estas pautas, puedes
convertir tu hogar en un lugar de paz y energía positiva.
La clave está en encontrar el equilibrio: rodearte de objetos
que te empoderen sin atascarte en el pasado. Así,
tu hogar podrá reflejar no solo quién eres, sino también hacia
dónde deseas ir.
