#Salud: el nuevo ‘must’ que está conquistando a los influencers

0
166


Actualmente, la terapia con luz roja en casa se ve por todas partes en Instagram y TikTok. Máscaras LED, paneles en el salón y creadores de skincare, fitness y biohacking posando frente a una luz intensa de tono rojizo. La promesa es simple y muy atractiva, piel más luminosa, menos arrugas y algo de alivio para el dolor muscular, todo sin agujas, sin cremas complicadas y sin salir de casa.

Qué es la terapia con luz roja y por qué todos hablan de ella

La terapia con luz roja utiliza dispositivos que emiten luz roja visible y, en muchos casos, luz infrarroja cercana. Estas longitudes de onda se sitúan aproximadamente entre los seiscientos veinte y los ochocientos cincuenta nanómetros y están pensadas para llegar a las capas más superficiales de la piel y, en parte, a tejidos algo más profundos.

A nivel sencillo puede decirse que esta luz actúa sobre las mitocondrias, las “baterías” de las células, ayudándolas a producir más ATP, que es su energía. Con más energía celular, los tejidos reparan mejor el daño diario, se reduce algo la inflamación y se estimula la producción de colágeno y elastina, dos proteínas clave para una piel firme.

En redes, los influencers la presentan como un ritual de autocuidado, casi como encender una vela aromática, solo que aquí el objetivo es “verse mejor en cámara” y sumar un gesto más a una rutina de bienestar aspiracional.

Cómo actúa la luz roja en la piel y las células

Una forma fácil de entenderlo es imaginar que la piel tiene un parque de pequeñas placas solares internas. La luz roja funciona como un extra de sol controlado para esas placas, que en realidad son las mitocondrias. Cuando reciben esa señal luminosa, producen más energía y la piel tiene más recursos para regenerarse.

Los estudios sobre terapia de baja intensidad señalan que este tipo de luz puede mejorar la textura y el tono, suavizar líneas finas y apoyar en brotes leves de acné o enrojecimiento. También se ha observado una disminución de la inflamación local y una recuperación algo más rápida en algunos tejidos. Los resultados dependen de la constancia y suelen ser discretos, no un cambio radical de un día para otro.

Por qué los influencers la aman: beneficios que se notan en cámara

La cámara premia cualquier truco que aporte “efecto filtro” sin usar filtro. Por eso la terapia con luz roja en casa encaja tan bien en la estética influencer. Un dispositivo elegante, un tono rojizo que llena el encuadre y la promesa de piel lisa y descanso muscular encajan con el relato de autocuidado diario.

Al mismo tiempo, muchos expertos recuerdan que hay que separar evidencia y marketing. En dermatología el respaldo es más sólido para temas concretos, como regeneración capilar, arrugas finas o acné leve. En otros usos, como estado de ánimo, depresión o rendimiento deportivo, los resultados siguen siendo modestos y poco concluyentes.

Piel más luminosa, menos arrugas y mejor tono

La razón principal por la que arrasa en skincare es el “efecto buena cara”. Al favorecer una ligera vasodilatación y la síntesis de colágeno, la piel puede verse algo más uniforme, con menos apariencia de líneas finas y un brillo suave que resulta muy fotogénico, casi una “piel lista para selfie”.

Dermatólogos que trabajan con esta tecnología señalan que también puede ayudar a calmar rojeces leves, brotes suaves de rosácea o irritación tras algunos procedimientos estéticos. Aun así recuerdan un punto importante, la luz roja penetra en torno a un milímetro, por lo que sus efectos son sobre todo superficiales y bastante prudentes.

Foto Freepik

Apoyo en recuperación muscular y bienestar diario

En el ámbito del deporte, algunos creadores de contenido muestran paneles de luz roja sobre piernas, espalda u hombros después del entrenamiento. Buscan menos dolor, menos rigidez y la sensación de que el músculo se recupera antes. Algunos estudios con luz roja e infrarroja cercana describen una reducción moderada de inflamación y agujetas, aunque los resultados son discretos y no siempre se repiten.

Te podría interesar:

Además, varios especialistas han corregido una idea que se ha extendido entre figuras públicas, la luz roja no sustituye al sol. No estimula la vitamina D, que necesita radiación ultravioleta, ni “recarga” al cuerpo de luz solar. Puede dar alivio local y cierta sensación de bienestar, pero no reemplaza la exposición natural ni un tratamiento médico adecuado.

Cómo usar la terapia con luz roja en casa de forma segura

El auge de esta tendencia ha llenado el mercado de dispositivos domésticos. Muchos se venden como pequeños aparatos electrónicos, sin trámite sanitario estricto, por lo que no siempre están bien calibrados ni tienen certificaciones sólidas. Conviene priorizar equipos de fabricantes de confianza, con longitudes de onda claras y referencias a normas de seguridad.

Tipos de dispositivos domésticos que se ven en redes

En redes destacan tres formatos. Las máscaras LED faciales, muy populares en selfies, cubren todo el rostro y buscan un tratamiento uniforme. Los paneles o lámparas de mayor tamaño se usan frente al cuerpo para sesiones de varios minutos. Por último, las almohadillas flexibles se adaptan a zonas concretas, como rodillas o cervicales, para molestias localizadas.

Muchos modelos combinan luz roja alrededor de seiscientos sesenta nanómetros con luz infrarroja cercana en torno a ochocientos cincuenta, una mezcla pensada para piel y tejidos algo más profundos. Aunque la normativa no exige aprobación sanitaria, resulta razonable buscar referencias a marcas serias y certificaciones como CE o FDA.

Ritual en casa: frecuencia, tiempo y cuidados básicos

Una rutina casera suele consistir en pocos minutos de exposición, varias veces por semana, siempre siguiendo las indicaciones del fabricante. Los dermatólogos aconsejan mantener una distancia corta pero segura, por ejemplo el equivalente a cuatro dedos entre la piel y el dispositivo, y usar gafas adecuadas si la luz incide cerca de los ojos.

También recuerdan que el exceso de tiempo o pegar demasiado la piel a la fuente puede causar molestias, deshidratación e incluso pequeñas lesiones si se combina con otras agresiones, como radioterapia previa. Los cambios estéticos suelen aparecer tras semanas de uso constante y tienden a desaparecer al dejar la terapia.

Quién debe tener cuidado: contraindicaciones y sentido común

Personas con enfermedades fotosensibles, que toman medicación que aumenta la sensibilidad a la luz o que tienen problemas de piel importantes deberían hablar primero con un profesional. No se aconseja aplicar la luz directamente sobre heridas abiertas, lesiones por radiación, ni mirar de frente los LEDs.

En un contexto donde cada tendencia se vuelve viral en cuestión de horas, la terapia con luz roja en casa se ha ganado el título de “must” entre influencers porque es visual, simple y conecta con el deseo de cuidarse. Puede aportar beneficios reales a piel y bienestar cuando se usa con criterio y equipos seguros, siempre que se mantengan expectativas realistas y se consulte a profesionales ante dudas. Informarse bien y escuchar al propio cuerpo sigue siendo la mejor guía antes de copiar cualquier rutina que aparece en un vídeo de pocos segundos.

¿Le resultó útil este artículo?



Source link