#Salud: Descubren 4 genes relacionados con el cáncer de estómago

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El cáncer de estómago representa una amenaza silenciosa,
responsable de cientos de miles de muertes cada año. Es una de las
principales causas de mortalidad por cáncer a nivel mundial,
especialmente en algunos países de Asia y Sudamérica. En este
contexto, la identificación reciente de cuatro genes clave
—BRCA2, CDH1, RHOA y TP53—
vinculados al desarrollo y
progresión del cáncer gástrico marca un punto de inflexión en la
investigación y el tratamiento. Comprender cómo influyen estos
genes no solo abre la puerta al diagnóstico más temprano, sino
también a terapias personalizadas que pueden
cambiar el rumbo de la enfermedad.


Nuevos avances: los cuatro genes identificados y su papel en
el cáncer de estómago

El hallazgo de los genes BRCA2, CDH1, RHOA y
TP53
en el contexto del
cáncer de estómago
proviene del análisis profundo de muestras
tumorales usando modernas técnicas de secuenciación genética.
Aproximadamente un tercio de los pacientes con cáncer gástrico
avanzado presenta mutaciones en una combinación de estos genes, lo
que sugiere que su presencia es significativa en la progresión de
la enfermedad.

El BRCA2, conocido por su papel en cáncer de
mama y ovario, también aparece mutado en tumores gástricos,
revelando rutas terapéuticas específicas antes no consideradas.
CDH1 se asocia a la adhesión celular, y su
alteración facilita la diseminación de células tumorales,
favoreciendo la metástasis temprana. RHOA
influencia procesos de movilidad celular, y las mutaciones en este
gen pueden cambiar la estructura del tejido sano hacia patrones
cancerígenos. TP53 regula la reparación del ADN y
controla el ciclo celular; cuando no funciona correctamente,
permite la acumulación de otras mutaciones peligrosas.

Estos genes, cuando presentan alteraciones, no solo impulsan la
aparición y el avance del tumor, sino que están relacionados con
mayores tasas de recaídas y mortalidad. La
evidencia indica que pacientes con mutaciones combinadas en estos
genes suelen tener un pronóstico más desfavorable.


Características de las mutaciones genéticas asociadas al
cáncer gástrico

Las mutaciones en BRCA2, CDH1, RHOA y TP53
impactan directamente el tejido gástrico. Cambian
la arquitectura y la función de las células, favoreciendo la
transformación progresiva desde tejido normal hacia tejido
canceroso. Detectar estas alteraciones de forma temprana es
fundamental, ya que aumenta las oportunidades de éxito con
tratamientos dirigidos y permite ajustar la vigilancia médica.

Cuanto antes se identifican estos cambios, mejor se comprende el
riesgo individual y se puede proponer un seguimiento
intensivo.
Esto marca una diferencia, si se compara con
situaciones en las que la enfermedad sólo se diagnostica tras la
aparición de síntomas avanzados.


Nuevos métodos diagnósticos y su importancia en la práctica
clínica

La aplicación de métodos modernos ha facilitado
la detección precoz de alteraciones genéticas. Técnicas como la
inmunohistoquímica, que permite visualizar
proteínas producidas por genes mutados, han mejorado la
identificación de tumores con alto riesgo. De igual forma, la
biopsia del ganglio linfático centinela ayuda a
determinar con precisión la extensión y propagación del cáncer,
guiando intervenciones quirúrgicas menos agresivas pero más
efectivas.

El uso de estudios moleculares, que analizan la
secuencia de ADN en busca de mutaciones concretas, aporta
información clave para elegir tratamientos adaptados al perfil
genético del tumor. La integración de estas técnicas en la práctica
clínica permite evitar terapias innecesarias y aplicar estrategias
que verdaderamente benefician al paciente.

Foto Freepik


Factores de riesgo y el papel de la genética en el cáncer de
estómago

El desarrollo de cáncer gástrico obedece a una mezcla de
factores ambientales y genéticos
. La infección crónica por
Helicobacter pylori sigue siendo uno de los
principales responsables, modificando el entorno gástrico y
promoviendo daño celular a largo plazo. Dietas ricas en carnes
procesadas, bajo consumo de frutas y verduras,
consumo de tabaco
y alcohol, así como la obesidad, incrementan
el riesgo de que se produzcan alteraciones celulares.

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Muchos de estos factores, al interactuar con un terreno
genético susceptible
, aceleran la aparición de mutaciones
en genes como TP53 y CDH1. Los síndromes
hereditarios
, como el cáncer gástrico difuso hereditario,
el síndrome de Lynch o el de Li-Fraumeni, elevan aún más la
probabilidad de desarrollar la enfermedad, especialmente en
personas jóvenes.

La inflamación crónica, derivada de infecciones
o de condiciones autoinmunes, también crea un ambiente propicio
para el daño genético progresivo. Exposiciones externas a ciertos
mutágenos, aunque todavía poco comprendidas, parecen aumentar la
incidencia de alteraciones genéticas en el tejido gástrico
sano.

Alteraciones
genéticas y mutaciones somáticas en la población

El estudio de los tejidos gástricos en personas aparentemente
sanas muestra que, a los 60 años, cerca del 10% del
revestimiento del estómago
ya presenta mutaciones
relacionadas con el cáncer. Este hallazgo subraya que las
mutaciones somáticas, es decir, adquiridas con la edad y las
exposiciones ambientales, son más frecuentes de lo que se
pensaba.

Observar estas mutaciones en personas sin síntomas advierte
sobre la importancia de programas de monitoreo y
prevención
, que permitan detectar cambios mucho antes de
que se formen tumores visibles o sintomáticos.


La importancia de la detección y seguimiento en grupos de
alto riesgo

Para quienes tienen antecedentes familiares de cáncer gástrico,
o han estado expuestos a factores de riesgo ya conocidos, el
seguimiento médico y las campañas de detección
temprana
se vuelven fundamentales. El diagnóstico precoz,
guiado por el análisis genético y el estudio de factores
ambientales, multiplica las oportunidades de recibir tratamientos
menos invasivos y más efectivos.

La vigilancia no sólo preocupa a pacientes con antecedentes,
sino también a quienes viven en regiones con alta incidencia de la
enfermedad. Acceder a pruebas genéticas y a
métodos
de imagen modernos permite intervenir antes de que
el
cáncer
progrese o se disemine.

Estos hallazgos abren camino a un futuro donde el análisis
genético y las técnicas de diagnóstico innovadoras desempeñan un
papel central en la lucha contra el cáncer
gástrico
. El conocimiento sobre la interacción entre
genes, mutaciones y factores ambientales potencia la medicina de
precisión, ayudando a adaptar el tratamiento y la prevención a las
necesidades concretas de cada paciente. La investigación sigue
avanzando y cada resultado mejora la expectativa para quienes
enfrentan esta enfermedad.

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