Los veranos traen más que sol y largos días al aire libre. Con
el calor, muchas serpientes dejan su escondite en
busca de sombra y lugares frescos en patios y jardines. La sola
idea de cruzarse con una entre las plantas puede inquietar a
cualquiera, incluso sabiendo que la mayoría son inofensivas si no
se las molesta. Identificar señales claras de su presencia puede
marcar la diferencia entre un susto y una temporada tranquila en
casa.
Señales
reveladoras de la presencia de serpientes en el jardín
Las
serpientes suelen ser discretas y es raro
verlas a simple vista. Sin embargo, el jardín habla, y hay indicios
inconfundibles que alertan de su paso o presencia reciente. El
entorno muestra pistas en el suelo, entre los arbustos o cerca de
objetos poco movidos. La observación atenta permite distinguir
entre un simple agujero de ratón y un escondite muy buscado por
estos reptiles.

Estas señales pueden aparecer como agujeros en áreas
sombrías, restos de piel, huellas onduladas en la tierra y
excrementos alargados. No todos los indicios apuntan solo a
serpientes; muchos animales también buscan refugio, así que el
contexto de cada señal ayuda a sacar conclusiones.
Agujeros y escondites en
el suelo
Las serpientes no excavarán por sí mismas, ya
que no tienen patas. Utilizan madrigueras abandonadas, grietas
naturales o huecos bajo piedras, leña o cacharros olvidados.
Buscan, sobre todo, lugares húmedos, frescos y alejados del
bullicio donde puedan protegerse y cazar pequeños
animales. Si un agujero es profundo y angosto, suficiente para que
entre un cuerpo alargado, es más probable que sirva de refugio a
una serpiente que a un roedor.
Los agujeros aprovechan la sombra de arbustos o el
resguardo de leñeras, y suelen aparecer cerca de fuentes
de alimento como insectos y pequeños mamíferos. Un refugio típico
de serpiente no muestra tierra suelta a su alrededor, ya que no fue
cavado recientemente, y a veces se ve pulido o marcado por cuerpos
deslizantes.
Restos de piel
mudada y marcas en el suelo
A lo largo del año, las serpientes mudan su
piel a medida que crecen. Al hacerlo, pueden dejar tiras o
fragmentos de piel transparente u opaca cerca de sus escondites o
en zonas por donde pasan con regularidad. Encontrar restos
de piel mudada es una prueba firme de su presencia, ya que
pocos animales dejan este tipo de rastro visible.
Otra pista reveladora son los surcos en la
tierra. El movimiento serpenteante de estos reptiles crea
ondas suaves, parecidas a una S, que cruzan superficies de tierra
suelta o polvo en caminos poco transitados o a la salida de
refugios.

Excrementos y otras
señales raras
El excremento de serpiente tiene un aspecto muy distintivo:
oscuro, alargado y con una punta blanquecina
debido al ácido úrico, diferente a las heces de aves o mamíferos.
Encontrarlo en un jardín confirma la presencia reciente de una
serpiente alimentada, ya que suelen dejar sus restos cerca de
refugios temporales antes de buscar otros espacios.
En ocasiones, cerca de estos sitios se pueden hallar pequeñas
plumas, restos de piel de lagartijas, caracoles rotos o huesos
diminutos. Estos residuos corresponden a presas y ayudan a
identificar a las serpientes como visitantes
frecuentes del lugar.
Cómo
actuar y prevenir visitas indeseadas de serpientes
Descubrir señales de serpientes en el jardín
puede inquietar, pero mantener la calma es imprescindible. El
siguiente paso es tomar medidas tanto para evitar encuentros
peligrosos como para reducir la probabilidad de que estos animales
encuentren el espacio atractivo.
Qué hacer si ves
señales de serpiente
Nunca se debe introducir la mano en agujeros, debajo de
piedras o leña sin protección, ni intentar retirar
personalmente una serpiente observada. Si bien la mayoría huye por
instinto, pueden defenderse si se sienten atrapadas. Lo seguro es
observar a distancia, vigilar si hay actividad y evitar perturbar
los escondites.
En caso de duda, contactar a profesionales en control de
plagas o fauna silvestre ofrece seguridad y tranquilidad.
Las autoridades locales pueden identificar a la especie y
determinar si es inofensiva o requiere atención especial.
Medidas
eficaces de prevención en el jardín
La limpieza constante del jardín es la mejor
aliada contra visitantes indeseados. Retirar hojas secas, leña y
cacharros reduce el número de refugios posibles. Sellar
grietas, huecos o entradas en muros debilita los
escondites disponibles y complica el acceso.
Controlar la presencia de roedores e insectos
limita la fuente de alimento principal de estos reptiles. Usar
plantas que repelen
serpientes, como ruda, caléndula o albahaca, refuerza aún más
esta protección natural. Mantener el césped corto y evitar la
acumulación de basura ayuda a detectar movimientos y reduce zonas
de sombra.
La vigilancia periódica al recorrer el jardín,
sobre todo en rincones poco transitados, permite identificar nuevas
señales y actuar a tiempo. El simple hábito de mover objetos con un
palo y no a mano, así como usar calzado y guantes adecuados, evita
sorpresas.



