#Salud: ¿Cuántas latas de atún se pueden comer a la semana?

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Límite recomendado: cuántas latas de atún a la semana es seguro comer

Para un adulto sano de peso medio se considera razonable tomar entre una y cuatro latas pequeñas de atún a la semana. Algunas guías y expertos amplían el rango hasta cinco o seis latas en personas con mayor peso corporal, siempre que el resto de la dieta sea variada y con otros pescados. Aun así, la idea general es clara, no conviene comer atún en lata todos los días del año.

Estas cifras son orientativas, ya que el riesgo depende del tamaño de la lata, de la frecuencia de consumo y del resto del pescado que se toma en la semana. Las autoridades de seguridad alimentaria recuerdan que lo más prudente es repartir tres o cuatro raciones de pescado semanal y alternar especies con más y menos mercurio. Dentro de ese total, el atún en lata puede ocupar un lugar, pero no debería ser la única elección.

Diferencias entre latas pequeñas y grandes de atún

No todas las latas aportan la misma cantidad de pescado. Una lata de unos 50 o 60 gramos aporta menos tamaño de la porción que una lata de 100 gramos o más, por lo que el impacto de mercurio y calorías no es igual. Cuando se suman varias latas pequeñas a lo largo de la semana, la cantidad total semanal puede terminar siendo similar a la de varias latas grandes.

Controlar ese detalle ayuda al control de raciones. Un adulto que tome varias latas grandes en pocos días acumula más mercurio y más calorías que quien reparte alguna lata pequeña entre ensaladas y platos combinados. Por eso siempre interesa mirar el peso escurrido en la etiqueta.

Cuántas latas de atún a la semana según el tipo de persona

En el caso del adulto sano, con peso dentro de la media y sin enfermedades previas, el consumo moderado de atún en lata suele ser seguro si no se superan unas pocas latas a la semana y se mantiene una dieta variada. Estas personas tienen más margen que otros grupos, siempre que no abusen de otros pescados con mucho mercurio.

En embarazo y lactancia, la prudencia debe ser mayor. Muchas guías sanitarias recomiendan limitar al máximo el atún en lata o incluso evitarlo, y optar por pescados con menos mercurio, ya que la seguridad del bebé y el desarrollo del cerebro son la prioridad. En estos casos, cada decisión debería comentarse con el profesional de referencia.

En niños, sobre todo los más pequeños, el margen es menor. Su peso corporal es más bajo y su sistema nervioso está en pleno desarrollo, por lo que se aconseja limitar mucho el atún y preferir otras especies con menor carga de mercurio. Los niños más mayores pueden tomar algo de atún, pero siempre en menor cantidad que un adulto y dentro de una dieta variada.

Mercurio en el atún en lata: por qué no conviene abusar

El mercurio es un metal pesado que se encuentra en el agua y que los peces van acumulando en su cuerpo a lo largo de la vida. Los peces más grandes y con más años, como algunos tipos de atún, suelen tener niveles más altos. Cuando una persona come mucho pescado con mercurio durante semanas o meses, este metal se puede acumular en el organismo.

Actualmente, las autoridades de salud marcan límites de seguridad para el consumo semanal, y recuerdan que el atún, en especial los ejemplares grandes, aporta más mercurio que otros pescados azules como la sardina o la caballa. El atún en lata suele proceder de especies más pequeñas y su contenido de mercurio está dentro de los valores legales, pero un consumo excesivo y mantenido aumenta el riesgo a largo plazo.

El mercurio afecta sobre todo al sistema nervioso y al desarrollo del cerebro en bebés y niños. En adultos sanos, el riesgo es bajo cuando el consumo es moderado y se mantiene la moderación dentro de una dieta variada. El problema aparece cuando hay un consumo excesivo y la acumulación se mantiene durante meses.

Foto Freepik

Qué diferencia hay entre atún claro, bonito y otros tipos

No todos los tipos de atún se comportan igual. El atún claro y el atún listado, que suelen ser peces de menor tamaño, tienen menos mercurio que el atún rojo o el patudo, que son ejemplares más grandes. En muchas conservas se utiliza este atún más pequeño, lo que reduce algo el riesgo ligado al tamaño del pez.

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Aun así, el hecho de que las latas suelan contener especies con menos mercurio no significa que se deba basar toda la semana en este producto. El equilibrio pasa por combinar distintos pescados y no concentrar toda la proteína animal en un solo alimento, por cómodo que sea.

Síntomas y riesgos de exceso de mercurio por comer demasiado atún

Cuando el consumo de atún y de otros pescados con mercurio es muy alto durante mucho tiempo, pueden aparecer riesgos a largo plazo. Algunas personas pueden notar problemas de concentración, pequeños temblores, cansancio o cambios en el estado de ánimo. En los niños, un exceso mantenido puede tener impacto en el desarrollo neurológico.

Estos cuadros se asocian a consumo excesivo, no a un uso prudente dentro de una dieta variada y equilibrada. La clave está en la moderación y en evitar que el atún sea la única fuente de pescado semana tras semana. Con un consumo razonable, el balance entre beneficios y riesgo suele ser favorable.

Cómo incluir atún en lata de forma saludable durante la semana

El atún en lata puede formar parte de una alimentación saludable si se usa con cabeza. Una estrategia útil consiste en alternarlo con otros pescados como sardinas, caballa o boquerones, que suelen tener menos mercurio y también aportan grasas saludables. De esta manera se reparte el riesgo y se gana en variedad de nutrientes.

También importa el tipo de conserva. El atún en aceite aporta más calorías y grasas, que pueden ser interesantes para algunas personas, pero quizá no para quien busca bajar peso. El atún al natural suele tener menos calorías y resulta útil en dietas de control de peso. El atún en escabeche añade sabor, pero también más sal, algo a tener en cuenta en personas con hipertensión.

Beneficios nutricionales del atún en lata si se toma con moderación

Tomado con medida, el atún ofrece muchos puntos a favor. Aporta proteínas de alta calidad que ayudan a mantener la masa muscular y contribuye con omega-3, que se relaciona con la salud del corazón. Además, incluye vitaminas del grupo B y minerales como el selenio.

El problema no está en el alimento en sí, sino en usarlo sin medida y sin variedad de proteínas. Cuando el atún se combina con verduras, legumbres o cereales integrales, se convierte en una opción práctica dentro de un patrón equilibrado. La idea es verlo como un aliado más dentro del equilibrio semanal, no como el único recurso rápido.

Consejos rápidos para no pasarse con las latas de atún cada semana

Para no exceder la cantidad de atún resulta útil una buena planificación semanal. Pensar los menús con antelación, revisar cuántas latas se compran y cómo se van a usar ayuda a mantener el control. Compartir una lata grande entre varias personas o destinarla a un plato con mucha verdura reduce la ración individual.

Otra estrategia para mantener la variedad de proteínas es alternar el atún con huevos, pollo, pavo, legumbres y otros pescados con menos mercurio. De esta forma se reparte la exposición y se amplía el abanico de nutrientes. Al final, la clave está en el equilibrio, no en prohibir el atún, sino en usarlo de forma consciente.

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