Los microplásticos son partículas
diminutas de plástico que se encuentran en todas partes en
estos días, debido a que están presentes en el aire que respiramos,
en los alimentos que comemos y en el agua que bebemos. Y lo que es
aún más preocupante, se han encontrado microplásticos en nuestras
arterias.
¿Qué
son los microplásticos y de dónde provienen?
Los microplásticos y nanopartículas son demasiado pequeños para
detectarlos en nuestra vida diaria. Los microplásticos tienen menos
de 5 micrómetros de tamaño, mientras que las
nanopartículas tienen menos de 1 micrómetro. Estas
diminutas partículas pueden encontrarse en muchos lugares
inesperados, como botellas de agua, envases de plástico, productos
de cuidado personal, ropa, textiles y alimentos.

Debido a su tamaño diminuto y su ubicuidad, es fácil
inhalar o ingerir microplásticos, y estas partículas de
plástico pueden acumularse en nuestro cuerpo con el tiempo.
Relación
entre los microplásticos y los problemas de salud
Aunque todavía no hay pruebas definitivas de que los
microplásticos causen problemas de salud específicos, existe una
creciente evidencia que los vincula con una amplia gama de
problemas de salud. Se ha observado un aumento en la prevalencia de
enfermedades como el Alzheimer, el cáncer
colorrectal, la enfermedad inflamatoria intestinal y la reducción
global en el conteo de espermatozoides, que se ha
relacionado con los microplásticos en los últimos años.
Recientemente, se publicó un estudio en el New
England Journal of Medicine que encontró
microplásticos y nanopartículas dentro de las arterias, lo que se
asoció con un riesgo más de cuatro veces mayor de eventos como
ataques cardíacos, derrames cerebrales y muerte prematura.

Aunque este estudio no pudo demostrar que los microplásticos
causaran directamente problemas cardíacos, “el informe reciente en
el New England Journal of Medicine es alarmante”, advierte
el Dr. Matthew Campen, profesor del Colegio de
Farmacia de la Universidad de Nuevo México.
Los
posibles riesgos para la salud de los microplásticos
La toxicidad específica de los microplásticos
es complicada de estudiar debido a que están compuestos por
diferentes productos químicos con diferentes
efectos en la salud. Sin embargo, se ha observado que los
microplásticos pueden actuar como disrupciones
endocrinas, interfiriendo en el funcionamiento normal del
sistema hormonal del cuerpo.
A medida que nuestra exposición a los microplásticos sigue
aumentando y estas diminutas partículas se acumulan en nuestro
cuerpo, los científicos están preocupados por los posibles
problemas de salud que podrían surgir. Aunque no
se conoce la respuesta definitiva, la falta de conocimiento
concluyente no significa que los efectos no sean importantes.
Cómo
reducir la exposición a los microplásticos
Aunque es difícil evitar por completo la exposición a los
microplásticos, existen medidas que se pueden tomar para limitarla.
Por ejemplo, se puede limitar la exposición a los
microplásticos en el agua potable utilizando un sistema de
filtración en el hogar y evitando el uso de botellas de plástico
desechables.
En cuanto a la inhalación de microplásticos, se pueden tomar
medidas para limitar la contaminación del aire
interior, que puede contener partículas desprendidas por
alfombras y muebles fabricados con fibras de plástico.
Cada persona puede tomar decisiones que se adapten a su
estilo de vida y reduzcan su contribución a la
contaminación por microplásticos. Por ejemplo, elegir botellas de
vidrio en lugar de plástico para los bebés, buscar prendas de
vestir y textiles para el hogar hechos de fibras naturales y evitar
el uso de recipientes de plástico para alimentos.
Es importante tener en cuenta que una vez que los microplásticos
se han absorbido en el cuerpo, no hay forma de
eliminarlos. Por lo tanto, es fundamental tomar medidas
para limitar la exposición y reducir los riesgos para la salud.
Es importante tener en cuenta que la investigación sobre los
microplásticos está en curso y aún no se conocen todos los efectos
para la
salud a largo plazo. Sin embargo, es fundamental estar
informado sobre los riesgos potenciales y tomar medidas para
limitar la exposición a los microplásticos en la medida de lo
posible.


