El café es más que una simple bebida; forma parte del ritual
matutino de millones de personas en todo el mundo. En cafeterías,
casas y oficinas, su aroma marca el inicio de la jornada y acompaña
momentos clave del día. Uno de los hábitos más extendidos es
consumir café
en ayunas, una costumbre rodeada de mitos, dudas y
opiniones encontradas.
Principales
beneficios del café en ayunas
El consumo de café en ayunas pone en marcha una
serie de procesos positivos en el organismo, siempre dentro de una
ingesta moderada. La cafeína estimula el sistema
nervioso central, lo que lleva a un estado de mayor alerta
mental desde temprano por la mañana. Además, el café es
una de las fuentes naturales más ricas en
antioxidantes, especialmente polifenoles, que
ayudan a combatir el daño oxidativo y promueven una buena salud
celular.

Estudios recientes muestran que la toma regular de café, al
inicio del día y sin alimentos previos, puede asociarse con una
disminución del riesgo de padecer enfermedades
crónicas como la diabetes tipo 2 y patologías
neurodegenerativas. El café también facilita el metabolismo
energético, lo que ayuda en el control del peso
corporal y la movilización de grasas almacenadas.
Mientras los efectos positivos predominan en la población
general, se recomienda que personas con problemas digestivos,
hipertensión o ansiedad regulen su consumo y sean conscientes de su
propia tolerancia.
Mejora
en el estado de alerta y las funciones cognitivas
Una de las ventajas más valoradas del café es su impacto en el
desempeño mental. La cafeína
bloquea la adenosina, una sustancia que induce el sueño y la
fatiga, permitiendo una mayor concentración y
rapidez de reflejos. Esto se traduce en una mejor capacidad para
retener información, tomar decisiones rápidas y
mantenerse despierto durante tareas monótonas.
Beber una taza de café en ayunas puede potenciar la memoria a
corto plazo y mejorar el estado de ánimo. Sin embargo, la
dosis es clave: más no siempre es mejor. La
cantidad recomendada para beneficiarse de estos efectos sin sufrir
ansiedad o insomnio suele estar entre 90 y 200 mg de cafeína al día
(lo que equivale a 2-3 tazas normales), evitando superar los 400 mg
diarios.
Contribución
a la prevención de enfermedades crónicas
El poder antioxidante del café va mucho más allá de proteger
contra el cansancio. Estudios científicos lo asocian con una
reducción en la incidencia de diabetes tipo 2,
enfermedad que afecta el metabolismo de la glucosa y está en
aumento a nivel global.
El café también se relaciona con un menor riesgo de
enfermedad de Parkinson,
Alzheimer y otras patologías neurodegenerativas,
gracias a sus compuestos antiinflamatorios y protectores
neuronales. Además, el consumo habitual de café, incluso en ayunas,
parece disminuir la probabilidad de cáncer de hígado y ciertos
trastornos hepáticos, así como infartos y accidentes
cerebrovasculares.
Extraer estos beneficios depende de mantener un consumo
moderado y evitar el exceso de azúcar y grasas
añadidas en la bebida.

Influencia
en el metabolismo y el peso corporal
Otro efecto relevante del café en ayunas es su capacidad para
acelerar el metabolismo. Al ingresar a un sistema
digestivo vacío, la cafeína incrementa el gasto calórico y favorece
la movilización de las reservas grasas. Esto
significa que el cuerpo quema energía de manera más eficiente, lo
que a largo plazo podría contribuir al control del peso
corporal.
El café, también, tiende a reducir el apetito
durante las horas siguientes al consumo. Personas que buscan
mantener o reducir su peso encuentran en el café matutino un aliado
sencillo y accesible. Sin embargo, la respuesta puede variar según
los hábitos y el metabolismo de cada persona.
Efectos
del café en el sistema digestivo al consumirlo en
ayunas
El café es conocido por su impacto sobre el sistema
digestivo, sobre todo cuando se toma sin
acompañamiento de comida. En la mayoría de las personas no genera
problemas graves, pero sí pueden aparecer molestias digestivas
leves o transitorias, sobre todo en quienes tienen antecedentes de
gastritis o reflujo.
Producción
de ácido gástrico y síntomas asociados
Una de las principales razones de malestar al tomar café en
ayunas es el aumento de la acidez estomacal. La
cafeína y otros compuestos presentes en el café estimulan la
secreción de ácido gástrico y gastrina, lo que
puede causar sensación de ardor o reflujo en
personas sensibles o con antecedentes digestivos.
Aunque no existen pruebas concluyentes de que el café provoque
úlceras en el estómago de personas sanas, quienes
presentan molestias digestivas con frecuencia deben reducir la
concentración de café, probar versiones menos ácidas o añadir leche
a la bebida. El calor excesivo también puede potenciar el efecto
irritante, por lo que se sugiere dejar enfriar unos minutos antes
de tomarlo si se experimenta incomodidad.
Impacto
sobre la flora intestinal y el tránsito digestivo
El café es reconocido por su capacidad de estimular la
motilidad intestinal, facilitando el tránsito y ayudando a
regular la frecuencia de las evacuaciones. Este efecto puede
resultar positivo para combatir el estreñimiento leve, aunque en
algunas personas podría generar una necesidad urgente de ir al
baño.
Sobre la microbiota intestinal, los estudios
apuntan a un impacto más bien neutro o positivo, pues ciertos
antioxidantes del café pueden favorecer el equilibrio de bacterias
beneficiosas. Sin embargo, este beneficio depende de no abusar de
la cantidad y mantener una hidratación adecuada.



