#Salud: Alimentos que nunca deben congelarse porque podrían ser peligrosos para la salud

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El congelador es un aliado en la cocina, ayudándonos a conservar
alimentos por más tiempo. Sin embargo, no todo lo que está en tu
refrigerador puede terminar en el congelador. Hay ciertos alimentos
que no solo pierden textura y sabor, sino que pueden volverse
inseguros para su consumo después de haber sido congelados. Aquí te
mostramos cuáles son y por qué deberías evitar hacerlo.

Huevos con cáscara

¿Sabías que congelar huevos con cáscara puede ser un desastre?
El líquido en el interior se expande al
congelarse, lo que puede causar que la cáscara se rompa. Esto no
solo es un problema de limpieza, sino que también puede permitir la
entrada de bacterias. Si necesitas conservar huevos, lo mejor es
batirlos y guardar el interior en recipientes herméticos.

Productos lácteos

La leche, el yogur y ciertos quesos no reaccionan bien al
congelador. El proceso de congelación separa sus
componentes grasos del agua
, lo que afecta tanto su
textura como su sabor. Por ejemplo, la leche descongelada puede
parecer granulosa y, en el caso de los yogures, perder su
consistencia cremosa. En cuanto al queso, aunque técnicamente puede
congelarse, los quesos frescos como el ricotta y el queso crema
suelen quedar arruinados.

Papas y verduras ricas en
agua

Congelar papas es como sacrificar su textura. El alto
contenido de agua en las papas provoca que se vuelvan blandas y
arenosas
al descongelarse. Lo mismo sucede con algunas
verduras como el pepino, los rábanos y el apio. Si deseas conservar
verduras, cocina aquellas que lo permitan antes de congelarlas, o
considera opciones que no alteren tanto su calidad.

Pescados y
mariscos crudos descongelados

Si compras pescado o mariscos frescos, asegúrate de no volver a
congelarlos después de haberlos descongelado previamente.
La congelación y descongelación repetida puede fomentar el
crecimiento bacteriano
, convirtiendo tu plato en un
posible riesgo para la salud. Consumir estos productos dentro de
las fechas recomendadas es siempre la mejor opción.

Salsas y emulsiones

Las salsas a base de huevo, como la mayonesa, no son amigas del
congelador. El congelado rompe la emulsión,
haciendo que los ingredientes se separen y dando como resultado una
textura nada apetecible. Además, descongelarlas de manera
inadecuada podría generar problemas de seguridad alimentaria.

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Frutas con alto
contenido de agua

Congelar frutas como sandías, naranjas o fresas puede cambiar
completamente su textura. Al descongelarlas, estas frutas pierden
firmeza y se vuelven poco atractivas. El agua presente en
su composición cristaliza
, lo que las hace ideales para
batidos, pero no para comer como frutas frescas.

Alimentos rritos

¿Has intentado congelar alimentos fritos? Es posible que el
resultado te haya decepcionado. La textura crujiente
desaparece
, y al recalentarlos quedan húmedos y
grasientos. Si necesitas conservarlos, considera hornearlos
ligeramente antes de consumirlos para recuperar algo de su textura
original.

Cremas y sopas con
leche

Las sopas o cremas que contienen nata o leche tienden a
separarse después de congelarse. Al descongelarlas, pueden
formarse grumos
, alterando tanto su sabor como su
consistencia. Si planeas hacer una sopa para guardar, congélala
antes de añadir los productos lácteos y agrégalos al
recalentarla.

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