El café es, para muchos, el combustible diario que ayuda a
empezar el día con energía. Pero, ¿te has preguntado realmente qué
le hace el café a tus
riñones? Aquí te contamos todo lo que necesitas saber.
El café contiene varios compuestos bioactivos, siendo la
cafeína el más conocido, el cual puede tener un
impacto directo en los riñones gracias a sus propiedades
diuréticas, que incrementan la producción de
orina. Aunque un consumo moderado es seguro para la mayoría de las
personas, beber en exceso puede desencadenar deshidratación,
especialmente si no se acompaña de una adecuada ingesta de
agua.

Por otro lado, estudios recientes han señalado que el café
podría tener un efecto protector para nuestros riñones, gracias a
su contenido de antioxidantes, que ayudan a
combatir la inflamación y el estrés oxidativo, factores
relacionados con enfermedades renales crónicas. En resumen, la
clave está en equilibrar el consumo y mantener buenos hábitos de
hidratación.
¿Cuánto café es
demasiado?
Los expertos coinciden en que un consumo moderado de café —es
decir, entre 2 y 4 tazas al día o un total de 200 a 400 mg de
cafeína— no suele causar daños a los riñones en personas sanas. Sin
embargo, exceder esta cantidad regularmente puede ser un problema.
Los efectos secundarios incluyen:
- Aumento en la presión arterial, que a largo
plazo puede afectar la función renal. - Mayor eliminación de calcio a través de
la orina, lo que podría contribuir a la formación de cálculos
renales. - Deshidratación, que pone presión innecesaria
en los riñones, ya que necesitan un balance adecuado de líquidos
para realizar sus funciones.
Si bien los riesgos son reales en el consumo excesivo, beber
café de manera controlada puede tener más beneficios de los que
imaginas.
¿Puede
el café prevenir enfermedades renales?
Aquí hay buenas noticias para los amantes del café, puesto que
estudios recientes han mostrado que un consumo regular y moderado
podría estar asociado con un menor riesgo de enfermedad renal
crónica, porque se cree que los polifenoles y
otros antioxidantes
presentes en el café juegan un papel clave, ya que protegen a las
células de los riñones contra el daño.
Además, investigaciones han encontrado que el café podría
reducir el riesgo de lesión renal aguda (LRA), una
condición grave que ocurre cuando los riñones dejan de filtrar la
sangre correctamente. Se sugiere que el café mejora la
circulación sanguínea en los riñones, lo que ayuda a
protegerlos de este tipo de daños.
Sin embargo, cabe mencionar que estos beneficios suelen
observarse en personas con una
dieta equilibrada y hábitos saludables. Si tienes dudas sobre
tu consumo o historial médico, consultar con un especialista es
siempre una buena idea.

¿Qué pasa si
ya tienes problemas renales?
Si padeces de
problemas renales, como insuficiencia o piedras en los riñones,
deberías ser más precavido con el consumo de café, debido a que la
cafeína puede aumentar la presión arterial y
acelerar la filtración renal, lo que podría ser perjudicial en
personas con función renal limitada.
Además, algunas investigaciones indican que el consumo excesivo
de café con azúcares añadidos, cremas altas en calcio o ciertos
químicos puede aumentar el riesgo de cálculos
renales. Si tienes estas condiciones, optar por café
descafeinado puede ser una alternativa más segura sin perder los
beneficios antioxidantes.
Por otra parte, quienes tengan alguna enfermedad renal crónica
deberían limitar el consumo de cafeína y asegurarse de mantenerse
bien hidratados, ya que sus riñones podrían no ser capaces de
manejar el efecto diurético del café de manera eficiente.
Decidir cuál es tu dosis
perfecta
El impacto del café en los riñones puede variar de persona a
persona. Por eso, es importante moderar la cantidad y prestar
atención a cómo responde tu cuerpo. Si notas signos como mayor sed,
dolor lumbar o fatiga, podría ser una señal de que necesitas
ajustar tu consumo.
Para reducir los posibles efectos negativos, sigue estas
recomendaciones:
- Hidrátate adecuadamente: asegúrate de beber
suficiente agua durante el día, especialmente si tomas café. - Evita los excesos: mantente dentro del rango
de 2-4 tazas diarias y evita beber café en la noche. - Elige opciones más saludables: reduce el
azúcar y evita las cremas con alto contenido de grasas y
calcio. - Consulta a un médico: si tienes antecedentes
familiares de enfermedades renales o padeces alguna, un
especialista puede orientarte sobre cuánto café es seguro en tu
caso.
El café, cuando se consume con moderación, puede ser un gran
aliado no solo para empezar el día sino también para cuidar tus
riñones. Sus antioxidantes ofrecen protección contra ciertas
enfermedades, mientras que sus efectos negativos, como la
deshidratación o el aumento en la presión arterial, pueden
minimizarse con hábitos saludables.
Recuerda que disfrutar de una taza de café puede ser un placer
diario, siempre que lo hagas con responsabilidad. Si tienes alguna
preocupación específica, no dudes en buscar la orientación de un
profesional de la salud. ¡Tu cuerpo, y en especial tus riñones, te
lo agradecerán!


