#Salud: 9 razones por la que no te dura la manicura permanente

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El esmalte permanente se ha vuelto la estrella
de la manicura gracias a su brillo y duración. Pero nada decepciona
más que ver cómo se levanta en una sola pieza, como si fuera una
película plástica. Este problema frustra tanto a quien lo lleva
como a quien lo aplica, porque no solo arruina el acabado, también
reduce la durabilidad y obliga a repetir el proceso antes de
tiempo.

Preparación inadecuada de la uña

Una uña mal preparada es la mayor enemiga del esmalte
permanente. Si quedan restos de grasa, polvo, piel o
productos
, no habrá adherencia firme. El brillo natural de
la uña actúa como una capa que bloquea el esmalte, por eso, un
lijado muy suave es clave.

Limpiar y desinfectar la uña, eliminar cutículas sin dañar la
placa, retirar el polvo y desengrasar con productos específicos
evita que el esmalte “resbale” y se levante. Saltarse alguna de
estas etapas rompe la base de todo el servicio.

Errores comunes en la aplicación del esmalte permanente

El modo en que se coloca el esmalte puede marcar la diferencia
entre semanas de brillo o levantarse como una calcomanía.

Freepik

Capas demasiado gruesas

Si el esmalte se aplica en capas gruesas, la lámpara no
logra curarlo por completo
. Por dentro queda húmedo, por
fuera parece seco. Al mínimo golpe, el esmalte se separa en bloque
porque nunca se adhirió realmente. Son preferibles varias capas
delgadas que una sola pesada.

Curado inadecuado entre capas

A veces el problema está en la lámpara, que no
tiene suficiente potencia, o en ajustar los tiempos para apurar el
proceso. Un curado insuficiente provoca que el esmalte salga
entero, como si nunca hubiera tocado la uña.

Calidad e incompatibilidad de productos

Usar productos de baja calidad o mezclar
diferentes marcas sin verificar su compatibilidad genera reacciones
y fallos de adhesión. Una mala combinación puede hacer que el
esmalte no se “pegue” y se suelte en una sola pieza.

Por otro lado, las fórmulas baratas y sin controles rigurosos a
menudo carecen de la tecnología necesaria para adherirse bien. Hoy
existen bases de gel diseñadas para mejorar la unión y soportar los
vaivenes de la vida diaria, por lo que invertir en ellas cambia el
resultado.

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Humedad y temperatura en el ambiente

La humedad alta y el calor extremo en el lugar
donde se realiza la manicura afectan la adhesión. Lo mejor es
trabajar en ambientes frescos, bien ventilados y evitar que las
manos suden durante el proceso.

Cuidado después de la aplicación

El esmalte sigue endureciéndose minutos después de la lámpara.
Si las manos entran en contacto con agua caliente o
productos de limpieza
justo después, el riesgo de que se
levante aumenta. Es mejor posponer la ducha, los detergentes o
cualquier trabajo manual agresivo por al menos unas horas.

Importancia de la técnica y la formación profesional

Los profesionales capacitados saben preparar la
uña, seleccionar productos compatibles y usar protocolos
estandarizados. Además, conocen las innovaciones del mercado, como
lámparas de mayor potencia, productos con mejores polímeros y
rutinas de sellado que refuerzan la estructura y evitan
desprendimientos.

El aprendizaje constante y la formación garantizan que cada paso
esté bajo control, minimizando errores y permitiendo sacar lo mejor
del esmalte permanente.

Evitar que el esmalte permanente se levante por completo es
cuestión de seguir pasos claros. Preparar bien la uña, aplicar
capas finas, curar correctamente y elegir productos de confianza
marca la diferencia. Los factores externos y el cuidado posterior
también juegan su papel.

Para un acabado profesional, no hay nada mejor que ponerse en
manos expertas o consultar con quien conoce el producto y el
proceso. Seguir estas claves asegura una manicura impecable,
duradera y brillante, digna de mostrar en todo momento.

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