#Salud: 8 síntomas silenciosos que pueden salvarte la vida si los detectas a tiempo

0
209


¿Qué es la trombosis y por qué es peligrosa?

La
trombosis
ocurre cuando dentro de una vena o arteria se forma
un coágulo de sangre que no debería estar ahí.
Este tapón bloquea el paso del flujo sanguíneo, como si una bola de
papel atascara una tubería y todo el sistema quedara en riesgo. El
daño no solo se limita a la zona del coágulo, ya que puede moverse
a otros órganos o tejidos. Cuando una trombosis afecta venas de las
piernas se conoce como trombosis venosa profunda,
pero los coágulos también pueden aparecer en los pulmones, el
corazón o el cerebro.

El mayor miedo con estas obstrucciones es que el suministro de
oxígeno y nutrientes se corta. Si un órgano vital, como el corazón
o el pulmón, deja de recibir sangre, puede aparecer un
ataque cardíaco, embolia pulmonar o derrame
cerebral
. Las consecuencias son tan graves que muchas
veces el tiempo es lo único que separa una recuperación total de
una tragedia. Esa urgencia explica por qué es tan necesario conocer
los signos, por pequeños que parezcan.

Foto Freepik

Ocho síntomas silenciosos que pueden alertar sobre una
trombosis

Pocos problemas de salud son tan impredecibles como la
trombosis. Sus síntomas suelen esconderse entre molestias diarias o
pasar por desapercibidos durante semanas. Sin embargo, escuchar lo
que dice el cuerpo puede ser suficiente para ponerse a salvo.

Uno de los avisos más frecuentes, y que muchos ignoran, es la
hinchazón en una sola pierna o brazo. La pierna,
por ejemplo, puede amanecer más hinchada de lo normal, difícil de
mover, dura y hasta con sensación de peso. Esta inflamación no
suele mejorar con reposo o frío, y a menudo la ropa o el calzado
aprietan más.

El dolor en la pierna puede sentirse como si
fuera una molestia muscular, un calambre constante, o una presión
que aumenta al caminar o al estar de pie. Muchas veces se confunde
con un tirón o fatiga, pero no cede con estiramientos o masajes
comunes. Si al tocar la zona se nota sensibilidad, calor, o se
experimenta incomodidad intensa, hay motivo de alerta.

Un síntoma menos conocido son las líneas rojas o
azuladas en las venas superficiales
. A veces, las venas
aparecen más marcadas e incluso duelen al tacto. El área puede
verse enrojecida, caliente y con una textura diferente a la piel
cercana. Algunos lo describen como si la “vena estuviera inflamada”
y se notara al pasar la mano.

La presencia de dolor en el pecho es otro signo
que no debe ignorarse. A diferencia de un dolor por esfuerzo o una
molestia digestiva, aquí el dolor suele ser profundo, constante y a
veces se acompaña de sensación de peso intenso en el centro o
lateral del pecho. Si el dolor aparece de forma repentina, junto a
palpitaciones o malestar general, hay que pedir ayuda médica de
inmediato.

La dificultad para respirar puede pasar como
falta de aire, mareo, sudor frío o incluso sensación de desmayo.
Cualquier situación donde respirar se vuelve más complicado, aunque
no haya tos o resfriado, podría esconder una trombosis pulmonar. El
cuerpo reacciona acelerando el pulso y sudando sin razón, lo que
debe interpretarse como llamado de emergencia.

A veces, aparece una tos seca persistente, sin
fiebre ni congestión. Cuando la tos no responde a usuales
medicamentos o al paso de los días, y se combina con ahogo o
molestias en el pecho, hay que valorar una consulta médica. En
casos más graves, pueden presentarse vetas de sangre al toser, lo
que siempre debe motivar la búsqueda de atención inmediata.

Te podría interesar:

En ciertas personas, los primeros síntomas pueden ser
problemas digestivos. El coágulo puede afectar los
vasos que nutren los intestinos y entonces surgen vómitos,
sensación de hinchazón, o incluso diarrea con sangre. Aquí la
molestia suele abarcar toda la zona abdominal y se manifiesta con
dolores intensos y persistentes, no relacionados con la
alimentación.

Por último, un dolor de cabeza intenso y
repentino
puede avisar de trombosis a nivel cerebral. Este
tipo de dolor se diferencia porque se siente como una presión
súbita, acompañada de visión borrosa, dificultad para hablar o
entender lo que otros dicen, y pérdida del equilibrio. Si junto al
dolor surge confusión o debilidad, el tiempo es esencial para
evitar daños irreversibles.

Estos síntomas pueden presentarse solos o en conjunto, variar de
un día a otro, y ser más sutiles en personas jóvenes o activas.
Entender que la trombosis se disfraza de molestias cotidianas es el
primer paso para proteger la salud. Ante cualquier duda, mejor
consultar que lamentar.

Importancia de actuar a tiempo y cuidarse

Pasar por alto estos síntomas necesita un cambio de actitud. El
cuerpo es sabio y siempre envía avisos, aunque sean leves. Buscar
atención médica ante cualquiera de estos signos puede evitar
complicaciones. Nunca se debe temer al error de “parecer exagerado”
cuando hay una sospecha de trombosis: los minutos cuentan más que
nunca.

Compartir información confiable sobre la trombosis con
familiares y amigos ayuda a romper el silencio de este
padecimiento. El conocimiento salva. Hay quienes pueden prevenirla
con hábitos simples: mantenerse activos, evitar el sedentarismo,
levantarse y moverse durante viajes largos o períodos de reposo, no
fumar y mantener un peso saludable. Cuidar la salud circulatoria
también incluye hidratarse, buscar ayuda ante cualquier cambio
inesperado en el cuerpo y seguir el tratamiento indicado si hay
factores de riesgo previos.

Detectar la
trombosis
no requiere ser especialista en medicina, solo
estarse atentos y confiar en las señales que el propio cuerpo
transmite. Reconocer a tiempo vale más que cualquier tratamiento
tardío. Y eso, en muchísimos casos, puede salvar una vida.

¿Le resultó útil este artículo?



Source link