#Salud: 8 buenas razones para comer plátano después de realizar ejercicio

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Elegir bien los alimentos tras entrenar es clave para cualquier
deportista, aficionado o profesional. El cuerpo necesita nutrientes
que ayuden a reponer energía, cuidar los músculos y evitar
molestias. El plátano se destaca como un alimento accesible,
delicioso y muy nutritivo para este momento. Es fuente natural de
carbohidratos fáciles de asimilar,
potasio, magnesio,
vitaminas B6, C y fibra. Por sus cualidades,
es una opción respaldada por nutricionistas para potenciar la
recuperación física después de hacer ejercicio.

Cómo
el plátano ayuda a la recuperación muscular y
energética

El perfil nutricional del plátano
responde a lo que el cuerpo demanda tras el esfuerzo físico. Sus
carbohidratos simples permiten restaurar rápido
las reservas de glucógeno muscular que se pierden
en deportes como fútbol, ciclismo, running o entrenamientos en el
gimnasio. El potasio y el magnesio que aporta favorecen la
contracción y relajación muscular, colaborando en la
prevención de calambres y acelerando la
rehidratación. Junto con las vitaminas B6 y C, el
plátano facilita la reparación del tejido muscular y refuerza el
sistema inmune, protegiendo frente a pequeñas lesiones y el
cansancio post-entrenamiento.


Contribución al equilibrio de electrolitos y prevención de
calambres

El plátano es conocido entre los deportistas por su alto
contenido en potasio
(un plátano grande ofrece cerca de
430 mg de este mineral) y magnesio. Ambos son
esenciales para regular los impulsos eléctricos de los músculos.
Durante el ejercicio intenso, la pérdida de sudor hace que
disminuyan los electrolitos
en sangre, aumentando el riesgo de calambres. Tomar un plátano al
finalizar ayuda a reponer estos minerales
rápidamente. Esto es fundamental no solo para quienes practican
deportes de resistencia, sino también en actividades con
movimientos explosivos, como entrenamientos de fuerza o clases
grupales.

Reposición
rápida de energía y reducción de la fatiga

Los carbohidratos simples del plátano, como la
glucosa, la fructosa y la sacarosa, permiten que el cuerpo recupere
energía de forma casi inmediata. Al ingresar al torrente sanguíneo,
estos azúcares se transforman en glucógeno, el combustible básico
para los músculos agotados tras entrenar. Comer un plátano justo
después del ejercicio atenúa la sensación de
fatiga
y ayuda a que la recuperación sea mucho más rápida.
Esta acción resulta útil tanto en deportistas que entrenan varias
veces al día como en quienes desean evitar el bajón de energía
después de una sesión intensa.

Foto Freepik


El plátano como aliado antioxidante, antiinflamatorio y
digestivo para deportistas

El plátano va más allá de la energía. Destaca también por su
capacidad para disminuir el daño oxidativo
generado por el esfuerzo, reducir la inflamación y cuidar la
digestión. Su mezcla de antioxidantes,
vitaminas y fitoquímicos combate
radicales libres, alivia las molestias musculares y apoya la
reparación de los tejidos. Además, su fibra soluble e
insoluble
y la inulina benefician el
tránsito intestinal, aportan sensación de saciedad y, según
expertos, pueden ayudar a regular la
presión arterial
o el
azúcar en sangre
, puntos importantes para quienes sufren
hipertensión o
diabetes
y mantienen actividad física regular.

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Efectos antiinflamatorios y protección muscular tras el
entrenamiento

Después de entrenar, el cuerpo produce más radicales libres y
hormonas del estrés que pueden dañar las células musculares. El
plátano, gracias a su aporte de antioxidantes como
la vitamina
C
y los polifenoles, ayuda a limitar estos
daños
y a reducir la inflamación. La presencia de
micronutrientes como el magnesio y la vitamina B6 facilita la
reparación muscular y disminuye la sensación de molestias o
rigidez. Integrar el plátano en la dieta tras el ejercicio
contribuye a una recuperación integral, cuidando tanto el
rendimiento como la
salud a largo plazo
.


Mejoras en la digestión y el bienestar general tras el
esfuerzo físico

El cuerpo también necesita volver a la calma desde el sistema digestivo.
El plátano, rico en fibras como la pectina y
compuestos prebióticos como la inulina, ayuda a
mantener un tránsito intestinal regular y fomenta una microbiota
saludable. Esto favorece la absorción de nutrientes clave y
previene problemas estomacales comunes tras sesiones intensas.
Además, contiene compuestos que promueven la sensación de saciedad,
ayudando a quienes buscan regular el peso corporal o evitar
atracones después del entrenamiento. Quienes padecen
hipertensión se benefician de su bajo contenido en
sodio y alto nivel de potasio, mientras que su
índice glucémico
moderado en estado maduro lo hace adecuado
para muchos diabéticos activos, siempre bajo control
profesional.

La versatilidad del plátano permite consumirlo solo, en batidos,
con yogur, en tostadas o mezclado en recetas dulces y
saladas
. Su sabor y textura facilitan su introducción en
cualquier rutina alimentaria, sea cual sea la hora del
entrenamiento. Deportistas profesionales y aficionados coinciden en
que el plátano es un aliado práctico para nutrirse bien tras el
ejercicio y aprovechar todos sus efectos positivos en la salud y el
rendimiento. Comer
plátano
después de entrenar es una costumbre avalada por la
ciencia y recomendada por expertos para quienes buscan cuidar el
cuerpo, mejorar el rendimiento y recuperarse mejor día a día.

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