#Salud: 7 datos que no sabías y que lo cambian todo

0
120


Cada vez que se habla de celulitis surgen opiniones polarizadas,
remedios milagrosos y mitos eternos. Pocas condiciones de la piel
han causado tanta confusión y preocupación, especialmente entre las
mujeres. Sin embargo, entender la celulitis exige
mirar más allá de la moda y la estética. Sorprende notar la
cantidad de hechos poco difundidos que influyen en su percepción y
en cómo se maneja realmente. Saber estos datos puede modificar la
manera en que se afronta y, sobre todo, cómo se vive día a día.

La celulitis: más
común de lo que parece

La
celulitis
afecta a casi el 90% de las mujeres
en algún momento de sus vidas, sin que el peso corporal sea un
factor determinante. Personas delgadas también pueden notarla en
sus muslos, glúteos, abdomen y hasta en los brazos. Su origen es
multifactorial: influyen las hormonas, la herencia
genética, el envejecimiento, la alimentación, el sedentarismo y la
exposición solar. Aunque muchos la asocian solo con el exceso de
peso, estudios muestran que la composición corporal y la estructura
de la piel son factores clave.

El
papel fundamental de las hormonas y la genética

Las hormonas marcan la diferencia. Los
estrógenos, predominantes en las mujeres, favorecen el desarrollo
de la celulitis al estimular el almacenamiento de grasa y afectar
la microcirculación. La pubertad, el embarazo y
los cambios hormonales, como los que ocurren con anticonceptivos,
potencian su aparición. Además, la genética hace
que la predisposición a la celulitis se herede. Si la madre o
abuela tenía celulitis, es muy probable que las siguientes
generaciones también la presenten, sin importar sus esfuerzos con
dietas o ejercicios.

No
es solo grasa: estructura de la piel y microcirculación

Muchos creen que la celulitis es solo grasa localizada, pero en
realidad es resultado de una alteración en la estructura de
la piel
. Entre la dermis y la hipodermis existen fibras de
colágeno que, al tensarse o debilitarse, dividen la grasa en
compartimentos que sobresalen hacia la superficie, formando los
típicos hoyuelos. Cuando la microcirculación se ve
afectada, aumenta la retención de líquidos y las toxinas, agravando
este aspecto. Es por eso que bajar de peso no siempre elimina la
celulitis; el origen se relaciona más con cómo está formada la piel
y el tejido conectivo que con el volumen de grasa.

Verdades
y mitos que cambian la percepción de la celulitis

La celulitis está rodeada de mitos: algunos
piensan que solo las personas con sobrepeso la sufren, o que se
puede eliminar totalmente con una liposucción. Sin embargo, la
realidad es otra. La celulitis es persistente y
tiende a ser crónica, aunque existen formas de mejorar su
apariencia.

Clasificación
y manifestaciones: más allá de la simple estética

No toda la celulitis se ve igual. Hay grados que van desde lo
leve, solo visible al presionar o pellizcar la
piel, hasta la más severa, visible en cualquier
postura y acompañada de molestias o dolor. Este problema puede
generar inseguridad y afectar la autoestima, demostrando que no es
solo una cuestión superficial. Las manifestaciones de la celulitis
también varían con el tiempo, empeoran con la edad y pueden
agravarse con cambios hormonales o de peso.

Foto Freepik

La
realidad de los tratamientos: qué funciona y qué no

La búsqueda de soluciones ha generado un mercado abundante de
cremas, masajes y equipos prometiendo resultados rápidos. Sin
embargo, la mayoría de estos tratamientos ofrecen mejoras
temporales
. Las cremas pueden potenciar la hidratación y
elasticidad, pero por sí solas no modifican la estructura profunda
del tejido. Los masajes manuales o con rodillos ayudan a mejorar la
circulación y a separar parcialmente los tejidos
fibrosos, por lo que suelen complementar otros tratamientos. Los
procedimientos médicos más avanzados, como la radiofrecuencia, el
láser o las infiltraciones, pueden atenuar la apariencia de la
celulitis, pero ninguna opción la elimina para siempre. Incluso la
cirugía se reserva solo para casos graves y con expectativas
realistas.

Te podría interesar:


Factores de riesgo, prevención y cuidados que marcan la
diferencia

Como muchas otras condiciones, la celulitis está influida por
factores de riesgo como la genética, el
envejecimiento y el estilo de vida. Un ambiente sedentario, una
dieta desequilibrada o fumar pueden agudizar su desarrollo. A
diferencia de otros problemas de salud, aquí la
prevención y el cuidado continuo son
fundamentales.

Alimentación,
ejercicio e hidratación: aliados para la piel

Una dieta rica en proteínas, vegetales, frutas y
fibra
ayuda a conservar la firmeza de la piel. Limitar el
consumo de azúcares y grasas saturadas también tiene beneficios
visibles. El ejercicio regular no solo tonifica
los músculos, sino que mejora la circulación y acelera el
metabolismo, lo que puede limitar el avance de la celulitis. La
hidratación constante favorece el drenaje de
toxinas y la elasticidad del tejido. Las personas que mantienen
estos hábitos suelen notar una piel más suave y uniforme.

Los
avances en prevención y control: lo último en 2025

La visión actual de la celulitis pone el foco en una
estrategia combinada. Los expertos proponen
mezclar tratamientos profesionales, cuidados en casa y hábitos
saludables. En 2025, los protocolos más modernos integran
tecnologías como la radiofrecuencia o el ultrasonido con productos
multitarea que buscan fortalecer la piel y regular el tejido
adiposo. A esto se suma la personalización: lo importante es
ajustar las rutinas según las necesidades individuales y la zona a
tratar, priorizando la constancia sobre las soluciones
puntuales.

La comprensión real de la celulitis, su manejo profesional y el
autocuidado responsable abren la puerta a mejores resultados,
confianza en sí mismo y una relación más saludable con el propio
cuerpo. Conocer estos datos ayuda a dejar atrás la presión estética
y a mirar la
celulitis
como una condición común, compleja y absolutamente
abordable desde múltiples frentes.

¿Le resultó útil este artículo?



Source link