Preparar de comer cada día puede ser una tarea ardua,
especialmente cuando el tiempo escasea. Afortunadamente, congelar
preparaciones culinarias puede ayudarte a simplificar las
cosas.
1.
Hierbas
La frescura de las hierbas aromáticas como el perejil, el apio y
el cilantro aporta un toque de vivacidad a muchos platos. Sin
embargo, su corta vida útil puede ser un problema, especialmente
cuando deseas usarlas durante un período prolongado.
Afortunadamente, congelar estas hierbas es una excelente solución
para preservar su frescura y sabor. Simplemente lavalas, sécalas
con un paño y pícalas finamente. Coloca cada hierba en una bolsa de
congelación y guárdalas en el congelador. ¡Esto te ahorrará mucho
tiempo!
2.
Cebollas
La cebolla es uno de los ingredientes básicos más versátiles en
la cocina. Sin embargo, picar cebollas puede ser tedioso, y su
preparación puede ser un obstáculo para la realización de comidas
rápidas y sabrosas. Afortunadamente, al picar y congelar las
cebollas con anticipación, puedes simplificar este proceso y tener
este valioso ingrediente siempre a mano.
3.
Tomates
El tomate es un ingrediente imprescindible en muchas recetas, ya
sea para preparar salsas, sopas reconfortantes o platos guisados.
Congelar la pulpa de tomate es una solución muy práctica,
especialmente cuando tienes poco tiempo. Solo tienes que pelar los
tomates, cortarlos en cuartos, retirar las semillas si es necesario
y triturar los trozos de tomate en una licuadora. Almacena la pulpa
de tomate en bolsas de congelación para descongelar solo lo
necesario en el momento deseado.
4.
Garbanzos
Los garbanzos, ricos en proteínas y fibras, se utilizan con
frecuencia en muchos platos. No obstante, para aprovechar al máximo
estas legumbres, a menudo se recomienda remojarlos antes de
cocinarlos porque permite que los garbanzos se hidraten, lo que
reduce el tiempo de cocción y facilita su digestión. Además, una
vez remojados, lavados y escurridos, se pueden congelar fácilmente
en bolsas de congelación en porciones precisas para su uso
posterior.
5.
Ajo
Pelar y picar ajos frescos puede ser tedioso, por lo que tener
ajo listo para usar puede simplificar considerablemente el proceso
de preparación de las comidas. Simplemente pica una gran
cantidad de ajos y guárdalos en bandejas de cubitos de hielo, lo
que te permitirá tener porciones perfectas para muchos platos y
salsas.
6.
Limones
Congelar la ralladura de limón y su jugo es una excelente manera
de conservar el sabor vivo y ácido del limón para su uso posterior.
Comienza lavando cuidadosamente los limones con agua tibia para
eliminar cualquier suciedad o residuo de superficie. Usa un
rallador de limón o una microplane para obtener la fina capa de
piel de color de los limones. Coloca la ralladura en bolsas de
congelación herméticas. Exprime los limones para extraer el jugo
con un exprimidor y coloca el jugo a bandejas de cubitos de hielo.
Lleva al congelador hasta que el jugo se solidifique. Una vez que
los cubitos de jugo de limón estén congelados, transfiérelos a
bolsas de congelación herméticas.
7.
Caldos
Ya sea que uses caldo de pollo, carne, verduras o incluso de
pescado, congelar este líquido precioso es una excelente manera de
tenerlo listo rápidamente cuando lo necesites. Comienza preparando
tu caldo siguiendo tu receta favorita. Una vez que esté listo,
pásalo por un colador fino o tamiz para eliminar los sólidos y
obtener un líquido claro y suave. Vierte el caldo en recipientes
herméticos como recipientes de plástico, bolsas de congelación o
incluso bandejas de cubitos de hielo para porciones individuales.
Etiqueta claramente cada uno con el tipo de caldo y la fecha de
congelación, lo que te ayudará a recordar lo que has congelado y a
usar los más antiguos primero.
Esperamos que estas 10 preparaciones que puedes hacer con
antelación y congelar te ayuden a ahorrar tiempo y disfrutar de
deliciosas comidas.