El frizz aparece cuando la cutícula del pelo se abre o se daña y la humedad del aire entra en la fibra. Puede deberse a la humedad ambiental, a la sequedad, al calor excesivo o a productos muy agresivos. El resultado es un cabello esponjado, seco y sin forma, incluso justo después de peinarlo. Esa sensación de mirarse al espejo y ver el pelo levantado a los pocos minutos genera mucha frustración.
Cuidados en la ducha para reducir el frizz desde el lavado
La forma en que se lava el cabello puede aumentar o reducir el frizz de forma clara. El agua muy caliente reseca, quita los aceites naturales y deja la cutícula abierta. Esto hace que el pelo absorba más humedad del ambiente y se esponje con facilidad.

Los champús con sulfatos fuertes limpian en exceso, arrastran los lípidos protectores y dejan la fibra más frágil. Cuando esto ocurre, el cabello se ve opaco, áspero y con más volumen descontrolado. Elegir productos más suaves y ajustar la temperatura del agua marca un cambio real en cómo se ve y se siente el pelo después del lavado.
Con unos pocos gestos constantes bajo la ducha, como usar productos adecuados y controlar el calor del agua, se puede empezar a controlar el frizz desde el primer paso de la rutina.
Elegir champú y acondicionador sin sulfatos para un cabello más suave
Al usar sulfatos fuertes, el cuero cabelludo se limpia en exceso y la fibra pierde su capa protectora natural. La cutícula se levanta, el tacto se vuelve áspero y sube el frizz. Para controlar el frizz, conviene elegir champús y acondicionadores sin sulfatos, de textura suave, que respeten los aceites del pelo.
Si además incluyen ingredientes hidratantes como aceites ligeros, pantenol o glicerina, ayudan a mantener un cabello hidratado, más flexible y con menos encrespamiento diario.
Usar agua tibia y terminar con agua fría para sellar la cutícula
El agua muy caliente abre demasiado la cutícula y deja el cabello rugoso al tacto. En cambio, lavar con agua tibia cuida mejor la fibra y reduce la sequedad.
Al final del lavado, un enjuague corto con agua fría ayuda a que la cutícula se cierre un poco más, el pelo se nota más liso y con brillo suave. Este gesto simple contribuye a reducir el encrespamiento y mejora el resultado del peinado.
Hidratación y productos clave para evitar el encrespamiento
Un cabello bien hidratado siempre presenta menos frizz que un cabello seco. La fibra llena de humedad interna se hincha menos, se parte menos y responde mejor a los cambios de clima. No hace falta una colección enorme de productos, solo elegir bien algunos básicos y usarlos con regularidad.
Un buen acondicionador en cada lavado, una mascarilla semanal en cabellos secos y un sérum o crema ligera para finalizar suelen ser suficientes. La clave está en aplicar la cantidad justa y en las zonas correctas, sin saturar la raíz.
Cuando se mantiene una rutina simple pero constante, el cabello se vuelve más manejable. Se nota un cabello hidratado que se enreda menos, tiene un brillo natural y muestra menos frizz incluso en días de mucha humedad.
Aplicar acondicionador o mascarilla solo de medios a puntas
El acondicionador debe concentrarse donde el cabello está más seco, es decir, desde la mitad del largo hasta las puntas. Aplicarlo en la raíz puede dejar el cuero cabelludo graso y las puntas, que son las zonas más frágiles, seguirán ásperas.
Dejar actuar el producto unos minutos ayuda a evitar el frizz y hace el pelo más fácil de peinar, con menos tirones. Si el cabello está muy seco o con puntas abiertas, una mascarilla nutritiva una vez por semana aporta un extra de suavidad y control del encrespamiento.

Usar sérum o crema anti frizz para sellar la hidratación
Un sérum anti frizz, un aceite ligero o una crema de peinado ayudan a sellar la hidratación que aportan el acondicionador y la mascarilla. También forman una ligera barrera frente a la humedad del ambiente, lo que reduce el frizz a lo largo del día.
Se aplican siempre en el cabello húmedo o casi seco, en pequeña cantidad y enfocando en medios y puntas. Un buen producto deja el pelo suave, con brillo flexible y con menos volumen descontrolado, sin sensación pegajosa ni pesada.
Secado y peinado: pequeños gestos que marcan la diferencia
La forma de secar y peinar el cabello tiene un impacto directo en el frizz. El roce de la toalla incorrecta, el calor en exceso y el cepillado brusco levantan la cutícula y llenan el pelo de electricidad estática. Cada gesto importa, pero no hace falta cambiar toda la rutina en un día.
Elegir una toalla adecuada, ajustar la temperatura del secador y usar un peine que no rompa la fibra ya cambia el aspecto del peinado. Cuando el cabello se trata con más suavidad, mantiene mejor la hidratación interna y ofrece menos resistencia al peinar. De esta forma, el resultado final es un cabello más domado, con menos encrespamiento y con forma más definida.
Cambiar la toalla por microfibra o camiseta para reducir el frizz
Frotar el cabello con una toalla gruesa de algodón abre la cutícula, rompe algunos pelos y genera mucha fricción. Esto se traduce en frizz inmediato, sobre todo en cabellos rizados u ondulados.
Secar con una toalla de microfibra o con una camiseta de algodón suave, presionando el pelo en lugar de arrastrarlo, cuida mucho más la fibra. Este simple cambio reduce el frizz, mantiene mejor la forma natural del rizo y deja el pelo con un acabado más pulido.
Cuidar el uso de calor y elegir bien el peine o cepillo
El uso diario de plancha, rizador o secador a temperatura alta reseca el cabello y rompe la cutícula, lo que aumenta el encrespamiento. Lo más recomendable es bajar la temperatura, usar siempre protector térmico y dejar que el pelo se seque al aire cuando sea posible.
Para desenredar, un peine de dientes anchos o los dedos resultan más suaves que un cepillo duro. Se evita romper la fibra, se reduce la caída por rotura y se mantiene un aspecto más uniforme, con menos frizz a lo largo del día.
Cuidar el lavado, hidratar el pelo de forma constante y tratarlo con suavidad al secar y peinar son cambios pequeños que transforman el resultado final. Cuando se aplican estos gestos de forma diaria, el cabello responde con menos volumen descontrolado y más brillo natural. Con el tiempo, se consigue un cabello más suave y sin frizz, que se mantiene más bonito incluso en días húmedos. Vale la pena probar una o dos de estas formas desde hoy y observar cómo el encrespamiento se reduce en pocos días.



