La onicomicosis es una infección de las uñas
causada por hongos conocidos como dermatofitos,
los cuales pueden invadir la uña y provocar cambios en su
apariencia y textura. Las uñas afectadas pueden volverse
gruesas, amarillentas, quebradizas o incluso
desprenderse.
La onicomicosis puede afectar tanto a las uñas
de las manos como a las de los pies, aunque es más común en estas
últimas. Varios factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar
esta infección, como tener un
sistema inmunitario debilitado, usar calzado cerrado con
frecuencia o tener una
circulación sanguínea deficiente.

No buscar atención médica a tiempo
Muchas personas tienden a ignorar los primeros
signos de onicomicosis, pensando que se trata de un
problema menor que se resolverá por sí solo. Sin
embargo, esta actitud puede empeorar la situación y es importante
consultar a un dermatólogo o podólogo tan pronto como se note
cualquier cambio en las uñas.
Automedicarse sin consultar a un experto
Ante la presencia de una onicomicosis, es tentador intentar
remedios caseros o productos de venta libre sin
consultar a un médico. Sin embargo, esto puede ser
contraproducente, ya que algunos productos pueden ser ineficaces o
incluso empeorar la infección si no se utilizan correctamente.
Los tratamientos tópicos y orales para la
onicomicosis deben ser prescritos y supervisados por un profesional
de la salud. Ellos podrán evaluar la severidad de la infección y
recomendar el tratamiento más adecuado.
No seguir el tratamiento completo
Una vez que se inicia el tratamiento para la onicomicosis, es
crucial seguirlo de manera estricta y hasta su
finalización. Muchas personas abandonan el tratamiento
prematuramente, creyendo que la
infección ha desaparecido.
Sin embargo, los hongos que causan la onicomicosis pueden ser
persistentes y reaparecer si no se erradican por
completo. Es importante cumplir con todas las indicaciones del
médico, incluyendo la duración del tratamiento y la aplicación
correcta de los medicamentos.
No tener una buena higiene
La higiene personal es fundamental para
prevenir y tratar la onicomicosis. Algunas medidas importantes
incluyen:

- Mantener las uñas limpias y secas
- Evitar compartir artículos de manicura o
pedicura - Usar calzado y calcetines que permitan la
transpiración - Desinfectar regularmente el calzado y las
superficies del baño
Seguir estas prácticas de higiene puede ayudar a evitar la
reinfección y promover la curación de la onicomicosis.
No tratar las infecciones recurrentes
En algunos casos, la onicomicosis puede ser
recurrente, lo que significa que la infección
vuelve a aparecer después de un período de mejoría. Esto puede
deberse a diversas razones, como una respuesta
inmunitaria deficiente o la persistencia de los hongos en el
entorno.
Si se presenta una recaída, es importante consultar nuevamente
al médico y seguir un tratamiento completo y adecuado. Ignorar las
infecciones recurrentes puede prolongar el sufrimiento y
dificultar el control de la onicomicosis.
No considerar tratamientos complementarios
Además de los tratamientos farmacológicos
prescritos por el médico, existen algunas terapias complementarias
que pueden ayudar a mejorar los resultados en casos de
onicomicosis. Algunas opciones incluyen:
- Terapia con láser o luz ultravioleta para eliminar
los hongos - Aplicación de aceites esenciales con propiedades
antifúngicas - Suplementos nutricionales que fortalezcan el
sistema inmunitario
Estas terapias complementarias deben ser discutidas y
supervisadas por un profesional de la salud, ya que pueden
ser un valioso complemento al tratamiento convencional.
Buscar atención médica oportuna, seguir las indicaciones del
tratamiento y mantener una buena higiene son claves para superar
esta molesta infección de las uñas.


