
La ansiedad es una emoción difícil de
comprender y vivir. Cuando intentamos ayudar a alguien que sufre de
un trastorno de ansiedad, podemos terminar haciéndole más daño y
minando su moral. Es importante tener en cuenta que hay
ciertas cosas que no debemos decirle a una persona
ansiosa, ya que pueden empeorar su condición. A continuación, te
presentamos cinco ejemplos de lo que no debes decirle a una persona
ansiosa, así como sugerencias de enfoques más positivos para
abordar la situación.
5 cosas que no debes decirle a una persona ansiosa
-
“Relájate un poco” la ansiedad generalizada no
es una elección y no es fácil liberarse de ella. Se trata de una
enfermedad mental muy común que afecta aproximadamente al 5% de los
canadienses. No existen fórmulas mágicas que la hagan desaparecer
por completo. La ansiedad a menudo es irracional y abrumadora, por
lo que la solución es más compleja que simplemente decirle a
alguien que se relaje. -
“Es solo cosa tuya” la ansiedad es una emoción
abrumadora que tiene impactos tanto cognitivos como físicos y
relacionales. A veces, el malestar de una persona ansiosa es
simplemente inexplicable y es posible que no pueda encontrar las
palabras para explicar lo que está experimentando. Es necesario
desenredar los hilos para llegar a la base del problema, y esto no
es un ejercicio fácil. No todo es blanco o negro. -
“Es ridículo que te preocupes por eso” este
comentario insinúa que el miedo o la fuente de ansiedad de la otra
persona es insignificante. Para nosotros, podría ser una tontería,
pero no debemos dar por sentado que sea lo mismo para los demás.
Cada persona reacciona de manera diferente. No debemos juzgar a los
demás, ya que al sentirse incomprendidos o simplemente no
escuchados, se cerrarán y su ansiedad se intensificará. -
“Te preocupas demasiado, estás perdiendo el
tiempo” una vez más, la ansiedad a veces es incontrolable
y puede convertirse en una crisis de pánico en cualquier momento.
Sin embargo, cada persona desarrolla formas de manejar mejor la
situación. Una persona ansiosa necesita sentirse respaldada y
segura para superar sus emociones intensas. No necesita que le
repitan comentarios negativos. A menudo, es la primera en decirse
esas cosas. Para mejorar, necesita que se le reconozcan sus logros,
simplemente. -
“Supéralo” sería tan fácil si todo se
resolviera de esta manera. Superar la ansiedad es más complicado.
Requiere un trabajo real, que implica muchos esfuerzos y una lucha
casi constante para no permitir que la ansiedad domine por
completo. Decirle a alguien “Supéralo” minimiza su estado, como si
le dijéramos que si se esforzara un poco, podría dejar de sentir
ansiedad.
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5 sugerencias positivas para abordar a una persona ansiosa
-
“Estoy aquí” A veces, tendemos a hablar
demasiado para ocultar nuestro malestar. El simple hecho de estar
presente y escuchar puede ser reconfortante y suficiente. -
“Recuerda que la última vez…” Ayudamos a
recordarle una técnica que ya le ha funcionado en el pasado. Esto
es positivo y realmente útil. -
“Concéntrate en tu respiración” A veces,
simplemente podemos recordarle que se tome un momento para
respirar. La técnica del 4-7-8 puede ser de gran ayuda: inhalamos
durante 4 segundos, retenemos la respiración durante 7 segundos y
exhalamos durante 8 segundos. -
“¿Cambiamos de lugar?” Ante una crisis de
pánico o cuando sentimos que las emociones están invadiendo a la
otra persona, podemos preguntarle si le gustaría cambiar de lugar
para que se sienta mejor. A veces, un simple contacto (tomarle la
mano, tocarle el brazo, darle un abrazo, etc.) puede ayudar, pero
siempre debemos preguntarle si está de acuerdo y si eso la
ayudaría. Evitemos empujarla. -
“Es difícil, pero lo superarás” En primer
lugar, “validamos” de alguna manera su emoción. Vivir con ansiedad
es realmente difícil. Pero también le mostramos que confiamos en su
capacidad para superarla. También podemos recordarle que esta
emoción no durará para siempre y que superará esta situación como
ya lo ha hecho en el pasado. Podemos agregar que estamos aquí para
hablar al respecto cuando ella esté lista.
Recuerda que cada persona es diferente y puede
tener distintas necesidades cuando se trata de lidiar con la
ansiedad. Lo más importante es ser comprensivos, empáticos y
recordar que nuestras palabras pueden tener un impacto
significativo en alguien que está pasando por momentos
difíciles.


