El uso cotidiano de especias en la cocina no solo da sabor a los
platos. Elementos como la cúrcuma, la pimienta negra y la canela
están tan presentes en la despensa que muchas veces pasan
desapercibidos sus efectos secundarios. Sin embargo, ciertos
compuestos activos pueden influir en cómo funcionan los
medicamentos en el cuerpo. Esta información resulta esencial para
quienes reciben tratamientos médicos, en particular para
personas con enfermedades crónicas o que toman
varios fármacos a diario. Hay que subrayar la importancia de
conversar con un profesional de la salud antes de cambiar hábitos
alimenticios si se sigue algún tratamiento. Lo invisible en un
plato puede sentirse en la salud.

La cúrcuma, la
pimienta negra y la canela
Las interacciones entre estas
especias y los fármacos suelen deberse a la capacidad de sus
compuestos para cambiar la absorción, metabolización o eliminación
de medicamentos. La curcumina de la cúrcuma, la
piperina de la pimienta negra y la
cumarina de la canela actúan sobre distintas
enzimas hepáticas, alterando cómo el organismo descompone y
aprovecha los fármacos. Estas sustancias pueden aumentar o
disminuir la eficacia de los medicamentos, modificar sus niveles en
sangre o potenciar efectos no deseados. Aunque el consumo culinario
normal suele ser seguro, el uso de suplementos contiene dosis mucho
más concentradas que pueden tener impactos clínicos relevantes.
Cúrcuma: efectos sobre medicamentos para la diabetes y
anticoagulantes
La cúrcuma es popular por su efecto antiinflamatorio y
antioxidante, gracias principalmente a la
curcumina. Sin embargo, en personas que toman
medicamentos para la diabetes, como insulina o
metformina, la curcumina puede bajar todavía más los niveles de
azúcar en sangre, dando lugar a hipoglucemias.
Por otro lado, su acción sobre la coagulación puede potenciar el
efecto de anticoagulantes tipo warfarina o aspirina, lo que eleva
el riesgo de hemorragias o
moretones. El riesgo es más alto al consumir suplementos de
cúrcuma o extractos estandarizados, donde la concentración es mucho
mayor que la presente en una pizca de la especia utilizada para
cocinar.

Pimienta negra: aumento en la absorción de fármacos y
potencia de toxicidad
La piperina, responsable del picor de la pimienta negra, puede
aumentar la absorción intestinal de numerosos
medicamentos. Actúa sobre proteínas que regulan la entrada de
compuestos en las células, haciendo que fármacos como ciertos
antibióticos, analgésicos e incluso
antihipertensivos lleguen en mayor cantidad al torrente sanguíneo.
Esto puede derivar en mayores efectos secundarios, sobre todo en
quienes toman tratamientos crónicos o una combinación de
medicamentos. Algunos fármacos metabolizados por el
hígado, como las estatinas, pueden alcanzar
niveles tóxicos si la piperina ralentiza su descomposición. El
efecto es más notable cuando se consume pimienta negra junto con
suplementos
herbales potentes, y en personas con antecedentes de enfermedad
hepática.
Canela: interferencia con estatinas, anticoagulantes y
riesgo hepático
La canela, especialmente la variedad Cassia,
contiene altos niveles de cumarina y
cinamaldehído. Ambos compuestos pueden afectar la
eficacia de estatinas y anticoagulantes, ya sea reduciendo su
acción o potenciando el efecto anticoagulante de ciertos fármacos.
Esto puede volver menos efectivo el control del colesterol o elevar
el riesgo de hemorragias. Además, la cumarina es conocida por su
efecto sobre el hígado, incrementando el peligro de toxicidad
cuando se consume en grandes cantidades o a través de suplementos.
La canela de Ceilán (Cinnamomum verum) aporta
menor cantidad de cumarina y suele considerarse más segura para su
consumo regular, aunque la exposición excesiva tampoco está exenta
de riesgos, sobre todo si se juntan suplementos y medicamentos.
Recomendaciones para el consumo seguro de especias en
personas en tratamiento médico
El primer paso para evitar problemas es mantener una
dosificación moderada de especias como parte de la
dieta cotidiana. Es recomendable evitar el consumo continuado de
suplementos de cúrcuma, pimienta negra o canela
sin la supervisión de un profesional de la salud. Muchas veces, la
presentación en cápsulas o extractos contiene cantidades mucho más
elevadas de compuestos activos que las que se usan en la comida
diaria.
Es fundamental informar siempre al médico sobre el consumo de
suplementos o cualquier cambio en la dieta, ya que
no siempre se pregunta directamente por el uso de especias.
La transparencia y la comunicación son las mejores herramientas
para proteger la salud y anticipar cualquier efecto adverso
o interacción inesperada. Ante cualquier síntoma extraño o
fuera de lo común, suspender la toma de suplementos y consultar de
inmediato a un profesional. El equilibrio entre sabor y seguridad
es posible, si se prioriza la información y el cuidado.


