Salomé Ureña: el verso que fundó la educación dominicana

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Cada 21 de octubre se conmemora el nacimiento de Salomé Ureña de Henríquez (1850-1897), poeta, educadora y pionera del pensamiento moderno femenino en República Dominicana. Nacida en Santo Domingo durante una época de limitado acceso a la educación formal para las mujeres, su talento y vocación la convirtieron en símbolo de inteligencia, patriotismo y amor por la enseñanza.

Hija del escritor y político Nicolás Ureña de Mendoza y de Gregoria Díaz, creció en un ambiente literario y nacionalista que forjó su espíritu crítico. Desde temprana edad destacó por su facilidad para el verso y su sensibilidad hacia los problemas nacionales. Su poesía trascendió el arte para convertirse en un manifiesto de esperanza para una nación que se reconstruía tras la ocupación haitiana y la anexión a España.

Salomé Ureña fusionó el sentimiento romántico con una profunda mirada patriótica. Obras como ‘Ruinas’, ‘Oda al Padre Billini’ y ‘Mi ofrenda’ testimonian a una mujer que comprendió la poesía como un deber cívico. Su voz se alzó en tiempos en que las mujeres carecían de presencia pública, transformando su pluma en un instrumento de resistencia.

Su legado más perdurable fue educativo. En 1881 fundó el Instituto de Señoritas, primera institución de educación superior para mujeres en República Dominicana, desde donde impulsó la formación de las primeras maestras del país. Salomé transformó la enseñanza en un acto de emancipación: educar era liberar, y liberar era construir nación.

A través de su ejemplo, demostró que la educación femenina no debía considerarse un lujo, sino una necesidad para el progreso colectivo. Su visión fue tan avanzada que sus discípulas —entre ellas Mercedes Laura Aguiar y Petronila Angélica Gómez— continuaron sembrando la semilla del pensamiento feminista dominicano.

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Falleció a los 47 años, pero su legado trascendió su tiempo. Su hijo, Pedro Henríquez Ureña, heredó su amor por la palabra y se convirtió en una de las mentes más brillantes de América Latina, extendiendo el linaje intelectual de Salomé a través de generaciones y fronteras.

Hoy, en su natalicio, recordar a Salomé Ureña es evocar los cimientos de la educación moderna dominicana. Fue maestra, poeta y madre del pensamiento nacional: una mujer que, con su voz y su tiza, contribuyó a levantar la República.

**REDACCIÓN FV MEDIOS**