La actriz Salma Hayek dejó con el ojo cuadrado a sus millones de fans al publicar en su cuenta de Instagram una fotografía que fue tomada por su hija Valentina Paloma, donde aparece modelando en traje de baño y deja en evidencia que el tiempo parece no pasar por ella.
Fiel a su naturalidad y con la sensualidad que la caracteriza, la estrella de Hollywood se dejó admirar posando de pie, a la orilla de una bella playa, mientras presume el cuerpazo que mantiene a sus 57 años con un bikini color negro que resalta su figura de manera ¡espectacular!
“Siempre ayuda tener una fotógrafa en la familia. 📸 Valentina Pinault”, es el mensaje que escribió la también productora al pie de la instantánea que en unas horas ha acumulado más de 416,000 likes y 2,150 comentarios halagadores.
“Ayuda aún más cuando el fotógrafo tiene a una mujer increíblemente hermosa para posar en la foto”, “Simplemente perfecta”, “Eres tan sexy y preciosa. ¡Siempre seré tu fan!”, “Salma… eres el complemento perfecto para que el paisaje luzca espectacular”, “Increíble cuerpazo”, y “Eres como los buenos vinos”, son algunos de los mensajes que le dejaron a la mexicana.
La importancia de Salma Hayek de ser madre
En 2022, durante una entrevista con la revista Vogue, Salma Hayek sinceró como nunca antes y expresó lo importante que fue para ella convertirse en madre en 2007.
“Mi caso fue muy particular porque yo me volví madre muy tarde. Lo hice ya que encontré a la pareja de mi vida. Yo ya tenía tantas ganas de tener a esta hija. Además, sentí que ya había hecho muchas cosas en mi vida, entonces ya era una etapa distinta para mí porque ya había hecho cosas de las que ya me sentía muy orgullosa”, comentó para la publicación.
Pero, a pesar de sentirse satisfecha con sus logros, la actriz luego admitió que llegó a plantearse en un momento dado la idea de abandonarlo todo para criar a Valentina, es decir, retirarse de la industria cinematográfica en la que precisamente ha conseguido construir una prolífera carrera.
“Estaba dispuesta a no trabajar más”, dijo Salma, aunque no tardó mucho en cambiar de opinión porque su esposo, el empresario François Henri Pinault, le hizo darse cuenta que eventualmente echaría de menos ponerse delante de las cámaras.
“Pero cuando Valentina tenía poco más de un año, (François) me dijo que tenía que regresar a trabajar porque en algún punto podría extrañar mi profesión”, señaló, y tres años después del nacimiento de Valentina, Salma volvió a la actuación con varios proyectos.
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