RD Explicado: Esa palabra era “canoa”.

El término canoa aparece en el diario del primer viaje de Cristóbal Colón, donde se describe como “una barca en que navegan” y “navetas de un madero adonde no llevan velas”. Su uso fue tan relevante que en 1494, solo dos años después del encuentro entre Europa y América, ya figuraba en el diccionario de Antonio de Nebrija.
Fue uno de nuestros aprendizajes en la charla “¿Qué tanto taíno hablamos? Las palabras taínas en el español dominicano”, organizada por el Centro Cultural Taíno Casa del Cordón y que contó con la participación de María José Rincón; filóloga y lexicógrafa, María Teresa Catrain, crítica, promotora, gestora y creadora; y el moderador José Enrique Delmonte, asesor cultural.
Hoy, cinco siglos después, el español conserva alrededor de 70 palabras de origen taíno, pero hay un dato curioso: todas describen objetos. No han sobrevivido términos taínos para sentimientos, olores o colores.
La razón es que estas palabras llegaron al español a través de los cronistas, quienes explicaban a las autoridades españolas lo que encontraban en América. Solo incorporaban términos indígenas cuando se referían a algo desconocido que no podían describir en su idioma, como las canoas.
La huella del taíno sigue viva en nuestra lengua, aunque solo a través de lo tangible.


