El canciller ruso Sergey Lavrov estableció este domingo nuevos obstáculos para las conversaciones directas entre el presidente Vladimir Putin y su homólogo ucraniano Volodymyr Zelensky, sugiriendo que una cumbre sigue lejana. Lavrov declaró a NBC que Rusia tiene una ‘agenda’ que debe acordarse previamente, la cual incluye que Ucrania renuncie a su membresía en la OTAN, discuta temas territoriales y cancele la legislación que prohíbe el idioma ruso.
Estas declaraciones representan los últimos intentos de Moscú para retrasar un encuentro bilateral, pese a los esfuerzos acelerados del presidente Donald Trump por concretar una reunión que ponga fin a la guerra de 30 meses. Trump se reunió con Putin en Alaska el 15 de agosto y posteriormente con Zelensky y líderes europeos en la Casa Blanca el 17 de agosto.
Lavrov afirmó que Rusia transmitió su agenda preferida a Trump en Anchorage, pero que ‘Zelensky dijo no a todo’. Ucrania ha deseado durante mucho tiempo ingresar a la OTAN para obtener garantías de seguridad bajo el Artículo 5. Trump ha indicado que la OTAN no sería una opción, aunque su enviado de paz Steve Witkoff afirmó que Rusia aceptaría acuerdos similares al Artículo 5 con países occidentales.
Rusia luego desmintió las declaraciones de Witkoff y expresó molestia porque las garantías para Ucrania se discutan sin la participación de Moscú. Lavrov sugirió que Rusia debería tener poder de veto sobre los acuerdos de seguridad que Ucrania negocie con Europa y Estados Unidos.
Zelensky ha indicado que quiere reunirse con Putin directamente, mientras Trump se mostró esperanzado el viernes: ‘Veremos si Putin y Zelensky trabajarán juntos’. No obstante, Trump renovó las amenazas de imponer sanciones a Rusia después de que su ejército atacara una fábrica estadounidense en Ucrania.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**