Rusia ha lanzado este jueves un misil balístico intercontinental contra Ucrania, la primera vez que utiliza este tipo de armamento desde el inicio de la guerra. El misil, del tipo RS-26 Rubezh y capaz de llevar ojivas nucleares, fue lanzado desde la región rusa de Astracán, cerca del mar Caspio, y ha ido dirigido contra la ciudad de Dnipro, en un ataque combinado con misiles de crucero y Kinzhal.
La Fuerza Aérea ucraniana informó de que el ataque tuvo lugar a primera hora de la mañana “contra fábricas e infraestructura crítica” de la ciudad de Dnipro, aunque “no causó daños sustanciales”. Las defensas antiaéreas lograron interceptar la mayoría de los misiles de crucero, pero no pudieron neutralizar el Kinzhal ni el RS-26 Rubezh, que forman parte del arsenal más moderno del ejército ruso. El presidente Zelenski calificó a Rusia de “vecino demente” y la acusó de utilizar a Ucrania como “campo de pruebas de su armamento”.
Aunque el RS-26 Rubezh no llevaba carga nuclear, el lanzamiento de este misil intercontinental supone un incremento de la escalada bélica y una clara advertencia de Vladimir Putin, que ha amenazado con utilizar su arsenal atómico después de que EEUU y Reino Unido permitieran a Ucrania usar sus misiles de largo alcance contra territorio ruso.
De hecho, el Ministerio de Defensa de Rusia aseguró este jueves que sus defensas antiaéreas han derribado dos misiles británicos de largo alcance Storm Shadow, en el que sería un nuevo ataque ucraniano con este tipo de armamento occidental, que utilizó por primera vez este martes al lanzar ATACMS estadounidenses contra la región de Bryansk.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, consideró que estos ataques contra objetivos en territorio ruso suponen “una nueva escalada del conflicto” y señaló directamente al gabinete de Joe Biden como responsable de haberla provocado. “La postura de la administración saliente en Estados Unidos es muy irresponsable. Sigue echando leña al fuego del conflicto”, dijo, sin hacer referencia al lanzamiento de un misil intercontinental ruso.
“Hemos subrayado en el contexto de nuestra doctrina nuclear que Rusia mantiene una postura responsable en el sentido de hacer el máximo esfuerzo para impedir un conflicto de esa clase. Confiamos en que otros países también asuman la misma posición responsable y no lleven a cabo acciones provocadoras”, subrayó.
Moscú señala a la administración Biden
En la misma línea, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zajarova, aseguró que la administración Biden está acelerando el envío de armas a Ucrania antes de que Donald Trump llegue a la Casa Blanca: “Se está apresurando para intentar transferir lo que queda de ayuda militar al régimen de Kiev antes de la toma de posesión del nuevo presidente”.
Zajarova fue más allá y señaló a la nueva base antimisiles que EEUU ha desplegado en Polonia como un “objetivo prioritario” del ejército ruso. La apertura de esta base la semana pasada en la localidad polaca de Redzikowo “es otro paso abiertamente provocador en una serie de acciones profundamente desestabilizadoras por parte de los estadounidenses y sus aliados de la OTAN en el ámbito estratégico”, subrayó la portavoz rusa de Exteriores.
“La base de defensa antimisiles en Polonia hace tiempo que se incluyó en la lista de objetivos prioritarios para su posible destrucción, que podría llevarse a cabo con una amplia gama de armamento avanzado”, dijo.
Coincidiendo con esas amenazas, Polonia ha puesto a sus Fuerzas Armadas en “estado de alerta máxima” y ha ordenado que estén disponibles “todos los recursos, incluyendo cazas de combate, sistemas de defensa aérea, terrestre y de reconocimiento por radar”.
“Aviones polacos y aliados han comenzado a operar en nuestro espacio aéreo para garantizar la seguridad”, informó el Comando Operacional de las Fuerzas Armadas de Polonia en un comunicado, en el que aseguró que todas sus fuerzas y recursos “están completamente preparados para una respuesta inmediata”.
La Unión Europea, por su parte, consideró el lanzamiento de un misil balístico intercontinental ruso como una escalada “cuantitativa y cualitativa” en el conflicto. “Es obvio que tal ataque marcaría otra clara escalada por parte de Putin. Últimamente no nos han faltado escaladas en el conflicto por su parte”, comentó el portavoz comunitario Peter Stano.