El Estadio Monumental de Maturín fue el centro de polémica sobre el final del partido entre Venezuela y Brasil por la jornada 11 de las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026.
En los minutos finales, cuando el marcador estaba empatado y Brasil presionaba en ataque, los aspersores de riego se encendieron inesperadamente, interrumpiendo el juego. Esto generó molestia entre los jugadores y el cuerpo técnico brasileño. Tras apagar el sistema, el árbitro añadió tiempo extra, llevando el partido hasta el minuto 90+9.
El duelo terminó con un empate 1-1. Brasil tomó la delantera en el minuto 43 con un gol de tiro libre ejecutado por Raphinha, luego de una primera mitad en la que la ‘Canarinha’ mostró un juego más vertical. Sin embargo, Venezuela reaccionó rápidamente en el inicio de la segunda mitad. Apenas al minuto 46, Telasco Segovia igualó el marcador con un espectacular remate al ángulo.
La intensidad continuó cuando el arquero Rafael Romo cometió una falta en su área, lo que llevó a un penalti a favor de Brasil. No obstante, el propio Romo se redimió al detener el cobro de Vinícius Júnior, frustrando la oportunidad de los visitantes de asegurar la victoria.
A pesar de que los resultados recientes de La Vinotinto han sido irregulares, el equipo dirigido por el argentino Fernando ‘Bocha’ Batista se mantiene luchando por alcanzar su sueño de clasificar al Mundial. Este empate contra la pentacampeona del mundo es una muestra de su resiliencia y capacidad de respuesta ante rivales de alto nivel.
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