Este año, sólo alrededor del 3% de las personas que han presentado peticiones de residencia recibirán el estatus permanente. Hoy en día, hay cerca de 35 millones de solicitudes pendientes, frente a los 10 millones de 1996.
Durante la videoconferencia: “Un siglo de retrasos en las tarjetas de residencia paraliza el sistema de inmigración y amenaza la economía estadounidense. ¿Se puede arreglar?” organizado por Ethnic Media Services, varios expertos sugirieron que la mejor solución sería levantar los límites y ampliar la migración legal, ya que la economía y el Fondo del Seguro Social se beneficiaría tremendamente.
David J. Bier, subdirector de estudios de migración del Cato Institute, dijo que la lotería de la diversidad es donde más hay rechazo en las peticiones.
“Solo el 0.2% de quienes la solicitan la obtienen. La primera lotería de la diversidad fue en 1995. La tasa de aprobación ha venido descendiendo. Quiero decir que hoy en día tener una probabilidad superior al 1% de obtener una tarjeta de residencia de la lotería de diversidad sería extraordinario”.
Señaló que en la categoría de las residencias patrocinada por las familias, el 8% consiguió la residencia.
“Es una locura el número de parientes cercanos de ciudadanos estadounidenses y residentes permanentes legales que están esperando tarjetas de residencia debido a retrasos en el procesamiento”.
Precisó que cuatro millones es probablemente el número más común que escucharemos en el rezago de las residencias patrocinadas por la familia.
“Hay una enorme acumulación de peticiones, que es el comienzo del proceso de patrocinio familiar. Primero, el ciudadano estadounidense debe presentar una solicitud en nombre del familiar y esas solicitudes simplemente se guardan en un cajón en algún lugar del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos para que nunca sean vistas durante décadas porque la fila es tan larga que no se molestan en adjudicarlas de inmediato”.
Dijo que su opinión es que somos un país grande, que puede manejar estos rezagos mejor, ya que esta nueva gente contribuirá a Estados Unidos y lo hará un lugar más fuerte y rico.
Jack Malde, analista de políticas de migración y fuerza de trabajo en el Bipartisan Policy Center con sede en Washington, D.C. dijo que su propósito es ayudar a los legisladores a transformar sus mejores ideas en leyes que mejoren vidas.
“El año pasado publicamos un reporte que llamamos Luz Verde para el Crecimiento, que estima los beneficios económicos al resolver los rezagos en la entrega de tarjetas de residencias”.
Afirmó que en el reporte resaltaron dos factores claves del rezago en las tarjetas de residencia.
“Primero los límites anuales crean lo que llamamos un rezago a causa de un sistema restrictivo; y lo segundo que causa este retraso, tiene que ver con el procesamiento”.
Precisó que esta acumulación existe porque las agencias tales como el Departamento de Estado y la Oficina de Ciudadanía y Migración (USCIS) no tienen suficientes recursos para procesar todos los casos pendientes.
“Es importante hacer notar que mucha gente dentro de este rezago están actualmente fuera de Estados Unidos. Si reciben sus tarjetas de residencia, aumentará nuestra fuerza laboral, que necesita urgentemente nuevos trabajadores”.
Agregó que además tenemos escasez de mano de obra en varias industrias; una población que envejece y necesitamos que vengan trabajadores extranjeros al país para reforzar la mano de obra.
“Los inmigrantes también aportan habilidades y experiencia que pueden complementar nuestra fuerza laboral nacional”.
Mencionó que el segundo canal clave del rezago es de gente que está en Estados Unidos.
Sin embargo, aclaró que se trata de personas con visas de trabajo temporal y restricciones en los empleos que pueden tomar.
“El otro beneficio clave de otorgar tarjetas de residencia a este grupo es eliminar estas restricciones del mercado laboral, permitiéndoles aceptar una variedad más amplia de trabajos y avanzar en sus carreras. Y eso también tiene beneficios de productividad”.
Cyrus Mehta, abogado en migración y fundador y socio administrador de Cyrus D. Mehta & Partners, dijo que para quienes solicitan la residencia con base al patrocinio de sus empleadores, se encuentran en un rezago que dura por siempre.
“Es frustrante porque aunque pueden permanecer aquí legalmente. Es difícil estar de extensión en extensión, y al final continúan dependiendo de sus empleadores, y en ese proceso Estados Unidos pierde, porque muchos terminan por irse a otros países”.
Comentó que hay otros países como Canadá que ofrecen beneficios de migración más atractivos, y entonces puede hacer que Estados Unidos no mantenga su liderazgo en el mundo con respecto a atraer a los mejores y más brillantes inmigrantes.
En el caso de quienes vienen a trabajar, el principal beneficiario recibe una visa H1 de trabajo, su esposa obtiene una visa H4, pero sus hijos solo pueden gozar de esa visa hasta los 21 años.
“No pueden tampoco tomar ventaja de La ley de Protección del Estatus del Niño debido a su complicada fórmula, y eso crea peligro para el hijo y tensión para la familia porque la visa de estudiante F1 requiere que regresen a su país, lo cual es absurdo ya que han vivido aquí toda su vida”.