El Ministerio de Medio Ambiente informó que durante los últimos nueve días fueron retiradas 1,038 trampas para aves de los estuarios del Parque Nacional Manglares de Estero Balsa, en la provincia Montecristi.
Mediante un comunicado, el coordinador regional noroeste del Viceministerio de Áreas Protegidas y Biodiversidad, Juan Guzmán, manifestó que fueron encontradas atrapadas diversas especies de aves como el flamenco, (Phoenicopterus ruber), viuda (Himantopus mexicanus) y la cuchareta (Platalea ajaja).
El hecho ocurrió días después de que el Ministerio informara la liberación en esa área protegida de 44 flamencos, como parte del programa Rescate Rosado. Se trató de la cuarta liberación realizada como parte de la iniciativa.
Guzmán explicó que el retiro de trampas forma parte de las acciones de vigilancia constantes que mantiene el personal del Parque Nacional Manglares de Estero Balsa.
Recordó que las trampas colocadas por desaprensivos afectan mayormente la abundante población del flamenco del Caribe, “cuyos ejemplares, luego de capturados, son vendidos en el mercado para ser utilizados como atractivos en sitios familiares y turísticos, por personas que lo hacen por falta de conciencia o por desconocimiento del daño a la especie”.
El Ministerio indicó que esta vigilancia “fortalece los esfuerzos de biólogos y técnicos de Medio Ambiente y el Parque Zoológico Nacional Arq. Manuel Valverde Podestá, quienes han liberado en los Manglares de Estero Balsa una cantidad considerable de flamenco rosado del Caribe”.
“Debemos ponderar el trabajo que viene haciendo nuestros guardaparques en Montecristi y el administrador de Estero Balsa, Roque Taveras, que amanecen entre espinas y mosquitos en estos pantanos para presentarnos los resultados de una vigilancia efectiva que cuenta además con el apoyo de los cuerpos armados del Estado”, añadió Guzmán.
El funcionario reconoció la colaboración permanente de vecinos de las comunidades Los Conucos, Judea Nueva y El Copey, así como de la Asociación de Pescadores de Manzanillo, “quienes se han convertido en vigilantes de los espacios y que eran afectados por los llamados ´tramperos´ que inquietan la población de aves en la zona”.