El Partido Republicano sacó a la luz nuevamente el fantasma del supuesto fraude electoral, que desde el 2020 argumenta sin evidencias el expresidente Donald Trump, y lanzó una campaña para reclutar a observadores electorales que se encarguen de “defender el voto” en próximo 5 de noviembre.
La copresidenta del Comité Nacional Republicano (RNC) y nuera del magnate neoyorquino, Lara Trump, presentó la iniciativa en Detroit, Michigan, un estado clave, donde el mandatario Joe Biden se impuso sobre el republicano por un margen muy pequeño en los últimos comicios presidenciales.
Asimismo, la campaña tiene la intención de reclutar a unos 100,000 voluntarios para que se presenten en los colegios electorales en noviembre para supervisar el transcurso de la votación y el conteo de votos.
La sede del Partido en el condado de Oakland, a las afueras de Detroit, acogió el viernes un primer taller para formar a menos de una docena de voluntarios.
La nuera del Trump indicó en una rueda de prensa que su suegro es el “mejor candidato” para el partido y estuvo convencida de que movilizará a los votantes para salir a elegir a su candidato, pero argumento que el proceso de 2020 “dejó muchas cuestiones abiertas”.
“Queremos que cuando la gente vaya a votar sienta que su voto será contabilizado y queremos lanzar un mensaje: si tú eres una persona que quiere cometer fraude, te vamos a encontrar y te caerá todo el peso de la ley”, zanjó.
Es frecuente que tanto los demócratas como los republicanos recluten a voluntarios para supervisar los colegios electorales, pero la retórica de un posible fraude se vuelve a asomar algo nuevo en los últimos años.
Trump, quien mantiene su posición de manera infundada que ganó las presidenciales de 2020, está acusado de haber tratado de revertir su derrota y haber impulsado el asalto al Capitolio de 2021, cuando una horda de sus seguidores atacó el recinto gubernamental para intentar detener la ratificación del triunfo de Biden.
El exmandatario afirmó que la única manera que los demócratas ganen en noviembre es haciendo trampas.
Por su parte, el Partido Demócrata cree que el republicano representa una seria amenaza para la democracia de Estados Unidos y acusa a los conservadores de querer enviar a sus voluntarios a los colegios para agredir a los electores.
En este sentido, el presidente del Comité Nacional Republicano, Michael Whatley, negó que la campaña que empezó el viernes se trate de un plan para intimidar a los votantes ni a funcionarios electorales, y prometió que los observadores “respetarán a los votantes”.
Whatley aseguró que las solicitudes que el Partido Republicano son cuestiones de “sentido común”, como que se exija una identificación oficial al electorado, que solo puedan votar los ciudadanos estadounidenses y que el voto por correo sea protegido.
El magnate neoyorquino se opuso siempre al voto anticipado y al voto por correo, que batió récords en 2020 debido a la pandemia de la Covid-19, al mantener que esa forma de votación es más propenso al fraude.
No obstante, ante el estrecho margen que se pronostican las elecciones, el republicano cambió de opinión y en un mensaje dirigido a sus votantes en el mes de abril dijo que “todas las opciones son buenas”.
Uno de los integrantes del taller de los republicanos, que prefirió el anonimato, dijo que está convencido de que el candidato que pierda, sea Trump o Biden, no admitirá su derrota y opinó que Estados Unidos vive en un clima de preguerra civil.
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