Al concluir su propia investigación sobre el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021, los republicanos de la Cámara de Representantes han concluido que la exlegisladora republicana Liz Cheney debería ser procesada por investigar lo sucedido, cuando el entonces presidente Donald Trump envió a una turba de seguidores mientras el Congreso certificaba el resultado de las elecciones de 2020.
Los hallazgos emitidos el martes muestran al Partido Republicano trabajando para reforzar el deseo de Trump de castigar a quienes percibe como enemigos, incluyendo a Cheney y a los miembros del comité del 6 de enero, que el presidente electo ha dicho que deberían estar en la cárcel.
El presidente de la Comisión de Administración de la Cámara de Representantes, Barry Loudermilk, republicano por Georgia, escribió: “Hasta que no responsabilicemos a los culpables y reformemos nuestras instituciones, no recuperaremos completamente la confianza”.
El informe interino de 128 páginas de los republicanos del panel llega mientras Trump se prepara para regresar a la Casa Blanca y trabaja para dotar su administración de funcionarios que compartan sus puntos de vista, incluso a los niveles más altos, como Kash Patela, su elección para encabezar el FBI. Trump también promete indultar a las personas que fueron condenadas por participar en el asalto al Capitolio.
El informe revisita los argumentos republicanos de que Trump no tuvo la culpa del ataque al Capitolio. El Departamento de Justicia ha procesado a unas 1.500 personas, incluidos los líderes de milicias de extrema derecha como Oath Keepers y Proud Boys, e imputó a Trump con cuatro cargos criminales, incluyendo la conspiración para anular las elecciones. El fiscal especial Jack Smith ya abandonó el caso contra Trump, en cumplimiento de las directrices del Departamento de Justicia que indican que los presidentes en ejercicio no pueden ser acusados.
Pero la conclusión del nuevo informe señala a Cheney, hija del exvicepresidente Dick Cheney y alguna vez una estrella conservadora en ascenso que fue expulsada del liderazgo del Partido Republicano por votar a favor de destituir a Trump por incitar a la insurrección. Una vez que se convirtió en vicepresidenta de la comisión del 6 de enero, Cheney perdió la reelección ante un candidato respaldado por Trump en Wyoming. Para el otoño, Cheney buscaba evitar que Trump regresara a la Casa Blanca, e hizo campaña por la vicepresidenta demócrata, Kamala Harris.
El martes, Cheney entregó una defensa detallada del meticuloso trabajo de su comisión —un informe de 900 páginas publicado en diciembre de 2022—, y dijo que el informe de Loudermilk “ignora la verdad”.
“El 6 de enero mostró a Donald Trump tal como es realmente: un hombre cruel y vengativo que permitió que continuaran los ataques violentos contra nuestro Capitolio y los agentes del orden mientras él veía televisión y se negó durante horas a instruir a sus seguidores para que se retiraran y se fueran”, dijo Cheney en un comunicado.
“Ahora, el ‘Informe Interino’ del presidente Loudermilk ignora intencionalmente la verdad y el enorme peso de las pruebas del Comité Selecto, y en su lugar fabrica mentiras y alegaciones difamatorias en un intento de encubrir lo que hizo Donald Trump”.
El presidente Joe Biden está considerando emitir indultos para proteger a los miembros del Congreso y otros de la ira de Trump. Pero varias de las personas involucradas han dicho que no buscan ni quieren indultos de Biden.
Entre aquellos a quienes Trump quiere procesar están la presidenta emérita de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, Cheney y otros miembros de la comisión del 6 de enero, así como Smith, el fiscal especial que imputó a Trump.
La publicación del informe llega en un momento oportuno cuando el Congreso será solicitado en las próximas semanas para confirmar los resultados de las elecciones de 2024. Pero a diferencia de hace cuatro años, cuando los republicanos se negaron a aceptar la victoria de Biden sobre Trump y alegaron fraude electoral, los demócratas dicen que confían y aceptan los resultados electorales.
El informe de Loudermilk acusa a Cheney de trabajar con uno de los testigos estrella contra Trump, una joven excolaboradora de la Casa Blanca, Cassidy Hutchinson, quien relató detalladamente las acciones del presidente ese día.
Hutchinson testificó ante la comisión del 6 de enero en la audiencia de 2022 que no había sido sincera durante sus primeras entrevistas con el panel y tenía un “conflicto moral” y quería volver.
Posteriormente, dio una audiencia pública impactante, describiendo a Trump en la Casa Blanca mientras se desarrollaba el disturbio en el Capitolio.
En una entrevista a principios de este mes, Trump revivió sus promesas de campaña de ir tras aquellos que lo culparon por los disturbios del 6 de enero.
“Honestamente, deberían ir a la cárcel”, refiriéndose a los miembros del Congreso que investigaron el asalto.
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