A pesar de una reducción del 19% respecto al año anterior, la República Dominicana registró 51 muertes maternas en los primeros meses de 2025, según el Ministerio de Salud Pública. Esta cifra, aunque menor, revela fallas estructurales en la atención, desigualdades sociales y persistentes brechas en el sistema.
Preocupa especialmente la composición de estas muertes: 25 eran de mujeres haitianas y 26 de dominicanas, en su mayoría jóvenes de 20 a 29 años, evidenciando el riesgo que aún implica la maternidad en edad reproductiva, sobre todo en contextos vulnerables.

Las causas, recurrentes, son trastornos hipertensivos del embarazo, hemorragias y sepsis postparto, afecciones prevenibles con detección temprana y atención oportuna. El hecho de que muchas muertes ocurran en centros de salud, y no en zonas remotas, plantea interrogantes sobre negligencia y mala gestión, más allá de problemas de acceso.
Aunque el Ministerio destaca una tendencia a la baja desde 2022 gracias a mejoras en capacitación y protocolos, la mortalidad materna en RD (123 por cada 100,000 nacidos vivos en 2024) supera el promedio regional (88 por cada 100,000).
El aumento de muertes entre haitianas es una alerta constante. Más del 40% de las gestantes en hospitales públicos fronterizos o urbanos son extranjeras. La saturación del sistema, la falta de seguimiento clínico y el colapso obstétrico impactan la calidad de la atención, independientemente de la nacionalidad.
Sin embargo, el problema trasciende la migración. Dominicanas pobres, adolescentes embarazadas y mujeres rurales enfrentan similares condiciones de invisibilidad y abandono institucional.
Para reducir la mortalidad materna, se requiere una estrategia intersectorial que incluya educación sexual, planificación familiar, atención diferenciada para adolescentes y una red comunitaria para identificar embarazos de alto riesgo tempranamente. Más allá de capacitar personal o inaugurar salas de parto, la reducción de muertes maternas es un indicador de justicia social; cada muerte prevenible representa una tragedia familiar y una deuda estatal.


