En la actualidad, el poder municipal esta masculinizado: De 3,849 cargos 2,374 están regentados por hombres 63.05% y 1,391 por mujeres 36.95%.
La República Dominicana se aboca a celebrar las elecciones del nivel municipal, el tercer domingo de febrero que contaremos a 18, con un padrón de concurrentes de 8, 105,151 donde 4,156,628 son mujeres y 3,948,523 hombres. Tomando como premisa la elevada participación política de las mujeres y esta conformación de la lista, puedo inferir que debe aumentar la representación femenina en los gobiernos locales ¡El desafío de febrero!
En ese orden, un estudio titulado “Mujeres en la Política: desafío para transitar hacia una democracia paritaria en la Republica Dominicana” del (PNUD) (ONU Mujeres), (IDEA Internacional) y la iniciativa Atenea con el apoyo de la Junta Central Electoral, presentó dentro de sus resultados, entre otras cuestiones, la existencia de “una brecha en la participación política de las mujeres en el ámbito municipal, y un estancamiento en los porcentajes y la necesidad de aplicar la paridad en lo local”.
La referencia abarca los períodos de 2010-2016 y 2016-2020. En ese sentido la nota más baja del estudio la alcanzó el “Poder Local” de 42.2 sobre 100. En tanto que el indicador con la calificación más baja recayó sobre los alcaldes(as); con 24 puntos en el proceso electoral del 2020, donde de 158 cargos de las alcaldías, 19 fueron alcanzados por mujeres y 139 hombres, con relación al proceso electoral de 2016 no hubo avances para las mujeres en este puesto.
Una comparación entre el 2016-2020, las vicealcaldesas disminuyeron un 1.27%, de 139 cargos descendió a 137. En tanto que en las regidurías decreció a 2.06% de 376 a 352, en la suplencia para ese mismo apartado; de 454 a 446 para un -0.69%. Valorar que en el cargo de directora en 2016 las mujeres obtuvieron 19 puestos y en 2020 alcanzaron 22, para un aumento de un 1.24%. En las vocalías en el 2016 lograron 158 en tanto que en el 2020 adquirieron 202 plazas.
En los últimos 50 años la representación de las mujeres en las alcaldías se ha mantenido entre 1.3% a 2. %, con un aumento de 8% en el año 2002 y 11.9% en el 2006. Descendió en el 2012 en un 7.7%, mientras que el 2016-2020, se mantuvo estancadas en 12.03%. Estos números invitan a analizar la efectivad de los mecanismos aprobados en el sistema electoral dominicano, como son: la inclusión de una mujer en el cargo de sindico(ca) o vice sindico(ca) ley 13-00, en la actualidad alcalde, alcaldesa, vicealcalde o vicealcaldesa. Misma que fue incluida posteriormente en la Ley 176-07, del Distrito Nacional y de los Municipios.
Si bien es cierto que, la inclusión o la alternancia de mujeres y hombres en las propuestas de candidaturas han sido el acelerador para elevar la participación de las mujeres en los gobiernos locales, variando de un 7.7% a un 12%. Entendemos que, de haber existido un mayor compromiso de las organizaciones políticas en acompañar y visibilizar a las mujeres en sus aspiraciones, este porcentaje último habría sido más elevado y de mayor efectividad. No es suficiente con cumplir con una cuota legal, es necesario además del número, la calidad en la representación en las listas, liderazgo y visibilidad de las mujeres para que sean votadas.
Es preciso decir, que es una práctica regularizada y justificada por los partidos y aceptada por la sociedad, considerar a las mujeres ciudadanas de segunda categoría, esto porque las posiciones más elevadas de las mujeres en los gobiernos locales están en las suplencias, igual ocurre en los cargos de la administración pública, que no son por elección popular, sino por designación del ejecutivo.
Empecemos por la posición más elevada del poder local: vicealcaldesas 137 esto es un 86.7%, contra 20 vicealcaldes para un 12.66%. Subdirectora 213 y 22 subdirectores. De 3, 549 cargos disponibles en las elecciones del nivel municipal del 2020, las mujeres alcanzaron 1, 391 para un 36.95% los hombres obtuvieron el 63,05%. Estos números reflejan que hay que seguir transitando hacia una democracia más representativa, con rostro de mujer. Es preciso abogar por un mayor empoderamiento de las mujeres que ejercen funciones en el poder municipal, para que se hagan visibles, (la autocensura no ayuda a construir poder) en el ejercicio del cargo.
Los gobiernos locales son los más cercanos a ciudadanía. Las alcaldías son los órganos administrativos de los municipios y donde se toman las decisiones en favor de la colectividad. La gobernabilidad en esta demarcación se ejerce con mayor efectividad por la cercanía de la autoridad con la comunidad y sus demandas. La posición de alcaldes o alcaldesa se alcanza bajo la fórmula de una nominación conjunta, por ende, debe el mismo desempeñarse en esa misma condición.
Concluyo diciendo que: El viaje hacia un mayor empoderamiento de las mujeres en la política inicia en la casa, se acompaña de enseñanzas que permitan fomentar y ejercitar los liderazgos femeninos y masculinidades responsables, y continua con políticas públicas desde el Estado, educación con perspectiva de género transversal a todas las instituciones públicas y privadas. Solo así estaremos construyendo sociedades igualitarias con sistemas democráticos inclusivo, participativo y representativo.
Una frase de la actriz estadounidense. Rosseanne Barr “Lo que todavía nos falta a las mujeres aprender es que nadie te da poder, debes tomarlo tú”.