Durante la noche, se registraron tres movimientos sísmicos en distintos puntos del territorio dominicano y haitiano, de acuerdo con los reportes oficiales. El primero ocurrió a las 8:32 de la noche con una magnitud de 4.2. Su epicentro se localizó en la Fosa de Milwaukee, una zona oceánica al norte de la isla que presenta alta actividad sísmica.
Posteriormente, a las 9:40 de la noche, se reportó un segundo temblor. Este alcanzó una magnitud de 3.8 y tuvo lugar a 7.8 kilómetros al norte del municipio de Tamayo, en la provincia Bahoruco, ubicada en el suroeste del país. Esta región ha experimentado varios eventos similares en los últimos años debido a su cercanía a fallas geológicas activas.
El tercer evento sísmico de la jornada se produjo en territorio haitiano y fue registrado con una magnitud de 2.7. Hasta el momento, no se han notificado afectaciones relacionadas con este movimiento, según la información proporcionada por las autoridades responsables del monitoreo geológico en la zona.
El Centro Nacional de Sismología confirmó que, en las últimas 24 horas, se han detectado al menos 20 movimientos sísmicos en el área de influencia de la isla Hispaniola. Esta frecuencia de eventos indica una actividad relevante en el sistema de fallas geológicas que atraviesa la región, y se mantiene un seguimiento constante por parte de los expertos.
Los especialistas explicaron que este tipo de fenómenos está dentro del patrón habitual de la región, la cual se caracteriza por la interacción de las placas tectónicas del Caribe y de Norteamérica. Esta interacción genera constantemente movimientos sísmicos, tanto en zonas marinas como en tierra firme.
Además, se ha indicado que la ubicación de los epicentros, por estar distribuidos en diferentes tipos de terreno, requiere vigilancia permanente por la posibilidad de réplicas o variaciones en la magnitud. En este sentido, se sigue monitoreando cada movimiento con especial atención a sus características y ubicación.
La Fosa de Milwaukee, donde ocurrió el primer temblor, es una depresión oceánica que forma parte del límite entre las placas tectónicas mencionadas y alcanza profundidades mayores a los 8,000 metros. Esta área representa uno de los puntos de mayor actividad sísmica del entorno regional.
Por el momento, no se han emitido alertas de tsunami ni se han reportado daños materiales. Las autoridades recomiendan a la población mantenerse informada a través de fuentes oficiales y recordar las medidas de autoprotección ante posibles movimientos de mayor intensidad.