Debido al enfoque dogmático con que la Unión Soviética aplicó su modelo de socialismo, se ha tendido por mucho tiempo a identificar el socialismo como enemigo a la presencia de la propiedad privada. La experiencia de China y Vietnam han cambiado esa percepción de manera radical.

En realidad, en China nunca combatieron la propiedad privada, siempre estuvo presente en la estrategia nacional, pero la incidencia que ha alcanzado en el desarrollo actual de la economía china con un “socialismo con características” propias es extraordinario.
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El número total de empresas privadas era de 185 millones en mayo de 2025, el 96,76% del total –incluye negocios personales-, para un incremento del 2,3% sobre 2024. Las empresas sumaron 58 millones y las de propiedad personal 127 millones.
Las empresas incrementan constantemente las inversiones en innovación tecnológica y son cada vez más las que incursionan en industrias emergentes estratégicas como nueva energía producción de equipos de alta gama, vehículos eléctricos, baterías de iones de litio, productos fotovoltaicos e, incluso, con fuerte presencia en la producción de robots industriales y de servicios.
En 2024 un pujante sector privado con aporte sustancial al comercio internacional y a los ingresos tributarios de China y absorbían más del 80% del empleo urbano, contribuyendo fuertemente a los objetivos estratégicos nacionales generando más del 70% de los logros de China en innovación tecnológica. Aportan mas del 60% del PIB nacional chino y son de gran peso en el proceso de modernización que se impulsa en China.
Las empresas de capital extranjero registradas en agosto de 2023 totalizaban 1 150 000 pero no han cesado de crecer en cantidad. Solo de enero a agosto de este año aumentaron en 42 435 nuevas empresas.
Sin embargo, a pesar de todo ese peso en la economía nacional China no está aún conforme, convencida de que el papel del sector privado en el desarrollo nacional tiene que ser aun mayor por lo que acaba de aprobar la Ley de Promoción del Sector Privado, para garantizar una competencia justa, la protección de sus intereses y mayor apoyo financiero. Además, ha abierto la inversión privada en los principales proyectos de infraestructura.
La economía privada china está a la vanguardia de la innovación científica y tecnológica y el gobierno quiere que siga en esa dirección e incremente su peso para que siga jugando un rol estratégico en el desarrollo y modernización.

