La red de narcotráfico que supuestamente comandaban Rafael Ynoa Santana e Isidoro Rotestan Calse tenían lazos comerciales en unas cuatros provincias y un municipio de la República Dominicana, donde realizaban sus operaciones.
Así consta en el pedido de medida de coerción contra los implicados en la operación Búfalo NK, que indica que los cabecillas de esta organización criminal extendieron sus influencias en las provincias Puerto Plata, La Romana, La Vega, y La Altagracia, además de Santo Domingo Este, el municipio más extenso del país.
Señala el documento que a través de la interceptación de las líneas telefónicas, y de la aplicación de mensajería Telegram, amparado en órdenes judiciales y sus constantes renovaciones, durante el periodo 2019-2024, así como utilizando las informaciones ofertadas mediante cooperación internacional, sumado al trabajo de vigilancias y seguimientos físicos, se pudo identificar, describir e individualizar la participación de cada uno de los integrantes de la estructura de narcotráfico, tráfico de armas, sicariato y lavado de activos.
Se recuerda que esta semana, el Ministerio Público y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), con el apoyo del Ministerio de Defensa (a través de sus tres fuerzas, Armada, Ejército y Fuerza Aérea), Organismos de Inteligencia del Estado, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y el Comando Sur de Estados Unidos de Norteamérica, han puesto en marcha la madrugada del día de hoy la Operación Búfalo NK, desplegada por aire, mar y tierra, en las provincias de Santo Domingo, Puerto Plata, María Trinidad Sánchez, La Romana y Samaná.
Más 400 efectivos, unidades marítimas, aéreas y terrestres, coordinados por 47 fiscales ejecutaron 37 órdenes de allanamientos de manera simultánea, para capturar a los integrantes de una poderosa red de narcotráfico internacional, que de acuerdo a las evidencias se le confiscó en territorio dominicano aproximadamente dos toneladas de cocaína, y habría movilizados otros grandes cargamentos de drogas desde Suramérica (República de Colombia y República Bolivariana de Venezuela) hacia Puerto Rico, Estados Unidos y Europa vía República Dominicana, a través de lanchas rápidas y barcos pesqueros. Una vez las sustancias ingresaban al territorio dominicano y al suelo puertorriqueño, se realizaban las logísticas para enviarlas hacia Estados Unidos y Europa, en donde, en ocasiones, se triplicaba el valor de estas, generando ganancias ilícitas exorbitantes para los miembros de la estructura.
Las autoridades indican que desde hace varios meces se inició un proceso investigativo en torno a esta red criminal, dedicada además al sicariato, cobro compulsivo y lavado de activos, identificando como uno de sus cabecillas al imputado por narcotráfico Rafael Ynoa Santana (El Cojo, Pocho, El Don) y a uno de sus socios, Isidoro Rotestan Clase (El Men), ambos detenidos durante la operación.
En el transcurso de la investigación, se comprobó que Ynoa Santana tenía nexos con el colombiano Juan Carlos López Macías “El Sobrino”, quien era cabecilla de una organización de narcotráfico internacional, vinculado a organizaciones criminales colombianos y mexicanos.
Alias el Sobrino fue apresado el 27 de junio de 2022, durante la realización de la Operación “Troya”, en acción simultánea en varias ciudades de Colombia, la cual configuró un importante resultado operacional que aporta al fortalecimiento de la convivencia y la seguridad ciudadana en la región.