Laurent Mekies, director de Fórmula 1 de Red Bull Racing, admitió que la decisión de su equipo de construir sus propias unidades de potencia para 2026 es “una locura total”, pero considera que es precisamente por eso que encaja con el ADN de Red Bull.
Bajo el mando de su predecesor, Christian Horner, Red Bull apostó por completo por su propio programa de motores para las nuevas regulaciones, desarrollado y construido con la ayuda de Ford en Red Bull Powertrains, en su sede de Milton Keynes.
Como constructor de motores de F1 completamente nuevo, Red Bull se enfrenta a un enorme desafío al competir con gigantes consolidados como Mercedes, Ferrari y Honda. El jefe de Mercedes F1, Toto Wolff, llegó a decir que “las probabilidades estaban en contra” de Red Bull y que tenía “el Monte Everest por escalar”.
Cuando Motorsport.com trasladó esos comentarios a Mekies durante el Gran Premio de Italia, el francés no discrepo con Wolff, pero explicó que esta era la razón por la que sentía que el programa hiperambicioso encajaba tan bien con el ADN de la marca Red Bull.
“Toto tiene razón al decir que es un Everest por escalar”, dijo Mekies. “Creo que eso es exactamente lo que es”.
“Creo que es una locura total tomar la decisión de hacer tu propia unidad de potencia como Red Bull. Es un desafío increíble con el que estar asociado. Es el tipo de locuras que Red Bull hace, así que es una sensación muy buena”.
Horner había dicho anteriormente que sería embarazoso para equipos como Mercedes si Red Bull superase sus unidades de potencia en 2026. De manera menos confrontativa, Mekies también advirtió que sería “tonto” pensar que Red Bull podría estar a la par desde el primer año.
“No subestimamos que estos equipos llevan haciéndolo 90 años o algo así, así que sería tonto de nuestra parte pensar que vamos a llegar aquí y, desde el principio, estar al nivel de Ferrari o Mercedes”, reconoció.
“Creo que eso sería tonto. Pero el programa se está montando a lo máximo posible, al estilo Red Bull. Lo hacemos paso a paso y veremos. Estamos intentando aumentar la unidad de potencia y las estructuras que la rodean —la gente, las infraestructuras— tan rápido como sea posible”.
Añadió: “Esperamos, sin duda, un año con mucho trabajo duro y muchas noches sin dormir para llegar al nivel adecuado, pero es un desafío que sentimos muy propio de Red Bull. Y eso nos encanta”.
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