El rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), Secilio Espinal, participó en las actividades del Jubileo del Mundo Educativo, celebrado en la Ciudad del Vaticano y que reunió a miles de educadores, líderes universitarios y representantes de instituciones académicas católicas de todo el mundo.
La jornada, presidida por el Papa León XIV, destacó la misión de la educación católica como motor de esperanza, diálogo y transformación social, el papa insistió en la necesidad de formar comunidades educativas donde “la persona esté en el centro” y donde la fe, la cultura y la vida académica avancen unidas.

El Papa llamó a fortalecer entornos académicos que acompañen a las nuevas generaciones en su formación intelectual, espiritual y humana, con una pedagogía que combine verdad, misericordia, responsabilidad social y visión trascendente.
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Durante la agenda, el rector participó también en la audiencia del Papa a los miembros de la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (ODUCAL), entidad en la que fue designado en junio de 2025 como vicepresidente segundo de la Subregión México, Centroamérica y el Caribe.
El pontífice recordó los orígenes de la vida universitaria en América Latina, subrayando que la Iglesia ha sido motor en la educación desde sus inicios, señaló que las primeras universidades del continente como la de Santo Domingo, San Marcos de Lima y México, nacieron de la iniciativa de obispos, religiosos y misioneros convencidos de que anunciar a Jesucristo, “Camino, Verdad y Vida”, es parte esencial de la misión educativa de la Iglesia.
“Las universidades que ustedes representan, movidas por esa misma convicción, están llamadas a convertirse en itinerarios de la mente hacia Dios, encarnando la identidad católica que debe distinguirlas”, expresó el Pontífice.
El Papa también destacó que esta misión exige un trabajo comunitario y corresponsable, donde universidades, familias, docentes y sociedad colaboren para crear contextos educativos que inspiren esperanza, profundidad intelectual y servicio a la dignidad humana.
El rector también estuvo presente en la eucaristía y encuentro multitudinario realizado en la Plaza de San Pedro, donde el Papa exhortó a educadores y comunidades académicas a fortalecer su vocación formativa con “unidad, amor y alegría”, en su mensaje, destacó que educar es un acto de esperanza compartida y un servicio a la dignidad y futuro de la humanidad.
El Santo Padre invitó a vivir la tarea educativa como una verdadera vocación espiritual que no solo transmite conocimientos, sino que despierta la capacidad de amar, convivir y construir paz. Enfatizó que un educador católico no solo enseña, sino que acompaña y escucha, convirtiéndose en signo de iluminación y apoyo para un mundo marcado por desafíos culturales y sociales.
En el marco del Jubileo, el Papa León XIV presentó la carta apostólica “Dibujando nuevos mapas de esperanza”, publicada con motivo del 60 aniversario de Gravissimum educationis; el documento reafirma la educación como una de las expresiones más altas de la caridad cristiana y una misión esencial para sostener la dignidad de la persona humana.
El texto invita a las instituciones educativas a cultivar el encuentro entre fe y razón, fortalecer la vida interior, promover la justicia social, cuidar la Casa Común y acompañar con cercanía los desafíos espirituales, culturales y digitales de nuestro tiempo.
El Papa exhortó a los educadores a ser “coreógrafos de la esperanza”, inspirando a las nuevas generaciones a buscar la verdad en comunidad, vivir la fraternidad y servir al bien común con alegría y responsabilidad


