El brócoli asado con miel y mostaza no solo es un plato lleno de
sabor, también está cargado de beneficios para la salud. Combina el
dulzor natural de la miel con el toque ligeramente ácido y
picante de la mostaza, creando un equilibrio perfecto que
complementa la textura crujiente del brócoli. Este platillo es
ideal como acompañamiento o incluso como protagonista en una comida
ligera.
¿Por qué el
brócoli es tan especial?
El brócoli es una de las verduras más completas desde el punto
de vista nutricional. Es rico en vitaminas C, K y
A, además de contener minerales como calcio, potasio y
magnesio. Pero lo que realmente lo destaca es su contenido de
sulforafano, un antioxidante potente que ayuda a
combatir el estrés oxidativo en el cuerpo.
Para conservar estos nutrientes, es importante optar por métodos
de cocción suaves como el asado, la cocción al vapor o el uso del
microondas. Estos métodos no solo preservan los antioxidantes, sino
que también evitan que el brócoli
pierda su textura característica.
Beneficios de la miel y
la mostaza
La miel, además de ser un endulzante natural, cuenta con
propiedades antimicrobianas y antioxidantes. Por otro lado, la
mostaza, especialmente la del tipo Dijon, aporta beneficios gracias
a sus semillas, que contienen compuestos bioactivos,
minerales y vitaminas. Al combinarlos, no solo se obtiene
una glaseado delicioso, sino que también se suma un valor
nutricional extra al plato.
Este dúo mejora el sabor del brócoli y también puede ayudar a
potenciar la biodisponibilidad del sulforafano, maximizando así los
beneficios de esta verdura.
Ingredientes
para preparar brócoli asado con miel y mostaza
Para llevar este platillo a tu mesa, necesitarás ingredientes
básicos que probablemente ya tienes en tu cocina. Asegúrate de que
todos estén frescos para obtener el mejor sabor:
- 1.5 kg de brócoli fresco, cortado en floretes.
- ¼ de taza de aceite de oliva virgen
extra. - 2 cucharadas de miel natural.
- 2 cucharadas de mostaza Dijon.
- 2 cucharadas de vinagre de manzana.
- 2 cucharaditas de salsa de soya.
- Sal y pimienta negra al gusto.

Preparación paso a
paso
El proceso es tan sencillo que incluso quienes tienen poco
tiempo para cocinar pueden disfrutar de este plato saludable y
delicioso.
- Precalienta el horno a 200 °C y cubre una
bandeja para hornear con papel aluminio para facilitar la
limpieza. - En un recipiente grande, mezcla el brócoli con el aceite de
oliva, la sal y la pimienta. Asegúrate de que cada florete esté
bien cubierto. - Distribuye el brócoli sobre la bandeja en una sola capa, con la
parte cortada hacia abajo. Esto ayudará a que se dore uniformemente
y desarrolle un sabor más profundo. - Asa el brócoli en el horno durante 15 minutos.
Retira la bandeja, mezcla los floretes para que se cuezan de manera
uniforme, y vuelve a hornear durante 12 a 15
minutos adicionales o hasta que estén tiernos y
ligeramente dorados. - Mientras el brócoli está en el horno, prepara la glaseado.
Mezcla en un recipiente pequeño la miel, la mostaza, el vinagre de
manzana y la salsa de soya. Revuelve bien hasta obtener una mezcla
homogénea. - Una vez que el brócoli esté listo, retíralo del horno y vierte
la glaseado sobre los floretes calientes. Mezcla suavemente para
que cada pieza quede bien impregnada. - Vuelve a colocar
el brócoli en la bandeja y déjalo reposar dentro del horno
apagado por unos 2 minutos. Esto permitirá que
absorba todos los sabores.
Consejos
adicionales para un plato perfecto
- Si quieres darle un toque crujiente extra, puedes añadir
almendras tostadas o semillas de girasol al final de la
cocción. - Para un sabor más cítrico, prueba agregar un poco de ralladura
de limón al aderezo. - Este plato es perfecto tanto caliente como a
temperatura ambiente, lo que lo hace ideal para llevar
como parte de una comida para la oficina o un picnic.
Un plato fácil y
lleno de beneficios
El brócoli asado con miel y mostaza es la combinación perfecta
de sabor, textura y salud. Su preparación sencilla se adapta a
cualquier rutina, mientras que su perfil nutricional lo convierte
en una opción excelente para cualquier tipo de
dieta. Ya sea que lo sirvas como acompañamiento para
carne, pescado o incluso como plato principal, este platillo
seguramente se convertirá en un favorito en tu mesa.
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