El productor musical Rafael “Raphy” Pina reaccionó públicamente a la demanda federal presentada por la representación legal de Daddy Yankee, quien lo acusa de participar en un supuesto esquema para desviar regalías millonarias de canciones del artista. La querella, radicada el pasado sábado, plantea que varias personas y entidades estuvieron involucradas en el alegado plan, entre ellas Pina, quien durante años fue mano derecha del intérprete urbano.
En el recurso judicial, de más de un centenar de páginas, se reclama una compensación de tres millones de dólares y un juicio por jurado bajo la Ley RICO, normativa que se utiliza para casos vinculados a organizaciones corruptas o influenciadas por extorsión. Según los abogados del cantante, el presunto esquema se extendió desde 2004 hasta febrero de 2025 y tenía como propósito redirigir regalías y apropiarse de créditos de autoría.
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Pina decidió romper el silencio con una extensa publicación en su cuenta de Instagram, asegurando que su silencio no debe interpretarse como miedo ni su serenidad como debilidad. Afirmó que siempre ha respetado la figura artística de Daddy Yankee, a quien describió como una leyenda, pero insinuó que su relación con Ramón Ayala el hombre detrás del ícono tiene matices que el público no conoce.
“No confundan mi silencio con temor, ni mi paz con debilidad. Yo no juego a destruir lo que construí, ni necesito inventar historias para justificar mis decisiones. Daddy Yankee la leyenda siempre tendrá nuestro respeto. Ese hombre abrió caminos y dejó un legado que nadie puede negar. Pero, Ramón Ayala es otra historia… la historia que vivimos nosotros, sin cámaras, sin redes y sin cuentos. Dice exactamente quién fui en su carrera, productor, socio, manejador, estratega, amigo…Y por eso sorprende que hoy usen discursos espirituales para justificar actos que no reflejan a un hombre que dice caminar de la mano con Dios. Porque el que tiene a Dios en su corazón no destruye, no inventa, no calumnia, ni pone en riesgo a FAMILIAS que nunca le han fallado”, dijo.
En su mensaje, el productor sostuvo que lo logrado entre ambos está respaldado por documentos y trayectoria, y rechazó que se manipule la historia. También señaló que sorprendía ver discursos “espirituales” justificando acciones que, según él, no representan a alguien que dice vivir en armonía con Dios. Recalcó que su enfoque actual está en su familia y en la verdad, pero que defenderá su nombre de cualquier acusación que considere injusta.
Pina también aludió a la participación mencionada en la demanda de la exesposa de Daddy Yankee, Mireddys González, y sugirió que una conversación honesta entre ambas partes podría aclarar situaciones que terceros han complicado. Acompañó sus palabras con fotografías de momentos significativos en su trayectoria junto al artista, incluyendo reconocimientos de ASCAP y sesiones en el estudio.
La demanda, que también involucra al abogado Edwin Prado Galarza, a Andrés Coll Fernández y a varias corporaciones, sostiene que los señalados participaron en un entramado para desviar regalías a través de distintos estados y entidades internacionales, reduciendo así los ingresos de los verdaderos autores. Mientras el proceso avanza en los tribunales, la declaración de Pina marca el inicio de un nuevo capítulo en una relación profesional y personal que durante años fue considerada una de las más sólidas en el género urbano