El próximo 5 de noviembre, los estadounidenses acudirán a los colegios electorales para decidir quién será el próximo presidente de los Estados Unidos: la demócrata Kamala Harris o el republicano Donald Trump. Si los demócratas obtienen la victoria, la actual vicepresidenta Harris se convertirá en la primera mujer en ocupar el despacho oval de la Casa Blanca.
La victoria de los demócratas traería otra novedad en la Casa Blanca, ya que por primera vez en la historia no habría Primera Dama, sino Primer Caballero: Douglas Emhoff, el marido de Harris, se convertiría en el primer hombre en ocupar este importante cargo protocolario como consorte de la presidenta. Emhoff ya sabe lo que es ser pionero en este tipo de título, ya que con el nombramiento de Harris como la primera vicepresidenta en la historia, él se convirtió en el primer “Segundo Caballero” de Estados Unidos.
Doctor, abogado y primer Segundo Caballero
Nacido en Nueva York en 1964, Douglas Emhoff (59 años) es licenciado en derecho y doctor en Jurisprudencia, títulos que obtuvo en universidades de California. Durante más de 30 años, Emhoff ha trabajado como abogado para importantes firmas y bufetes hasta su retirada en 2020 tras el nombramiento de Harris como vicepresidenta para “evitar conflictos de interés”, según recogió entonces el The New York Times.
Actualmente, y tras una breve etapa como ponente de conferencias en Georgetown, Emhoff desarrolla labores de servicio público en virtud de su cargo protocolario como primer caballero, centrandose en “combatir el antisemitismo y ampliar el acceso a la asistencia legal”, según cita el The New York Times.
Emhoff y Harris llevan diez años casados
Emhoff, divorciado y con dos hijos de su matrimonio anterior, conoció a Kamala Harris en 2013, cuando él era abogado y ella fiscal general de California. Un año más tarde, en 2014, la pareja se casó. El matrimonio afrontó la campaña de 2020 y el nombramiento de Harris como vicepresidenta.
Ahora, en plena campaña de las presidenciales, Emhoff es un habitual en los mitines de su esposa e incluso llegó a hablar en la Convención Democráta que decidió la nominación de Harris: allí la definió como una “guerrera alegre” que lucha “con pasión” por “su país y por la gente que quiere”.