Hay muchas cosas que admirar de Toto Wolff, y su franqueza a la hora de hablar de retos personales relacionados con duras experiencias vitales ocupa sin duda un lugar destacado en esa lista. Ya se trate de su época como instructor de conducción en el A1 Ring, de sus problemas financieros o de los recuerdos de su infancia sobre la batalla de su padre contra el cáncer y su muerte prematura, Wolff no se corta a la hora de compartir las dificultades que le han marcado.
Hablando con Nico Rosberg en un podcast que el campeón del mundo de 2016 lanzó poco después de terminar su carrera en la F1, Wolff se abrió sobre algunos de esos traumas infantiles. A la edad de 12 años, él y su hermana menor fueron expulsados de su escuela privada en Viena debido a la incapacidad de su madre para pagar la matrícula. Wolff relató la humillación que supuso que le llamaran de clase y le mandaran a casa, una experiencia que le marcó para siempre.
“El tranvía de vuelta a casa”, dijo, “era un viaje de 45 minutos para explicarle a una niña de nueve o diez años por qué tenía que salir de clase y por qué teníamos que irnos a casa temprano”.
“Y esas cosas me calan muy hondo”, añadió.
“Creo que todo el mundo que tiene éxito por encima de la media -signifique lo que signifique el éxito- hay algún tipo de conductor detrás”, dijo Wolff a Business Insider hace unos años. “Ese motor puede ser que intentes compensar algo en exceso, o un complejo de inferioridad. Todas esas cosas pueden tener un grado muy bajo o muy alto en una parte de tu personalidad. Se trata de una humillación o un trauma al que te has enfrentado en tu vida. Creo que estos son motores muy fuertes para mí”.
Andrea Kimi Antonelli, Mercedes, Toto Wolff, Director del equipo y CEO, Mercedes-AMG
Foto: Mercedes-Benz
Puede que dirigir un equipo de Fórmula 1 no sea comparable a esas experiencias formativas, pero sigue estando lleno de retos, incluidos los personales. Y parece que devolver a Andrea Kimi Antonelli al buen camino requerirá no sólo la gestión de Wolff, sino también sus habilidades personales.
El protegido italiano de Wolff está pasando claramente por una mala racha, y el proyecto de ser su mentor debe tener un significado especial para Toto. Después de todo, Antonelli no es un junior cualquiera de Mercedes; Wolff le conoce desde que tenía 12 años, y fue en gran parte decisión suya llevarle a la Fórmula 1 sólo seis años después.
Dejar a Antonelli con un trauma seguramente no formaba parte del plan original cuando decidió poner a Kimi en el asiento que dejó vacante un siete veces campeón del mundo. Pero no hay duda de que ahora se está llevando alguna humillación.
Antonelli no es sólo un adolescente; es un deportist profesional, que ya ha logrado un éxito considerable en su carrera. Sin embargo, acaba de terminar sus últimos exámenes en la escuela y ahora está lidiando con presiones que la mayoría de los jóvenes de 18 años de este mundo ni siquiera podrían imaginar.
Manejar el peso de ser etiquetado como la próxima superestrella mientras se enfrenta cara a cara con el tipo que acaba de superar a ese mismo siete veces campeón del mundo -todo ello mientras el mundo entero está mirando- no es tarea fácil.
George Russell, Mercedes, Andrea Kimi Antonelli, Mercedes
Foto: Zak Mauger / LAT Images vía Getty Images
Esta temporada, por el contrario, debía demostrar las extraordinarias habilidades de Antonelli, los mismos rasgos que convencieron a Wolff de su excepcional talento. Debía demostrar que sus dificultades en la Fórmula 2 eran meramente circunstanciales.
No habría sido correcto esperar que conquistara la F1 de la noche a la mañana, pero el mundo del Gran Circo, aunque despiadado a veces, puede perdonar muchas cosas si hay pruebas de brillantez.
Sin embargo, dichos destellos de brillantez han sido escasos. La pole sprint de Miami fue impresionante, al igual que su pilotaje en Melbourne y el podio de Canadá. Pero en general, el primer año de Antonelli en la Fórmula 1 ha sido mucho más difícil de lo esperado. Y lo más preocupante es la trayectoria que, en lugar de mostrar progresos, parece ir en dirección contraria.
La temporada europea de Antonelli ha sido nefasta: el adolescente italiano no ha conseguido puntuar en circuitos en los que se esperaba que tuviera un mejor rendimiento. Al fin y al cabo, ya había estado en esos circuitos antes, algunos incluso con un coche de F1, gracias al amplio programa TPC que Mercedes puso en marcha para él.
El fin de semana de Imola, quizás, fue demasiado abrumador, con sus compañeros visitándole en la pista, interminables encuentros con fans, selfies y autógrafos. Luego llegó el frustrante fin de semana de Mónaco, con un accidente en la clasificación y un abandono en España.
Andrea Kimi Antonelli, Mercedes
Foto de: Andy Hone/ LAT Images vía Getty Images
Aunque en Canadá subió al podio por primera vez en la historia de la F1, resultó ser un caso atípico, tanto geográficamente como en términos de rendimiento. Fue seguido por un error en la primera vuelta en Austria, donde perdió el control del coche al frenar acercándose a la curva 3 y se llevó puesto a Max Verstappen en el proceso, y un fin de semana sombrío en Silverstone – que terminó no debido a su error, sino porque Isack Hadjar no pudo verlo en condiciones torrenciales.
En Bélgica, fue algo invisible para todos sus compañeros.
Un trompo en la clasificación al sprint le dejó 20º en la salida, y el sábado por la mañana no progresó. Acabó en 18º en la clasificación principal, tuvo que salir desde el pitlane y cambiar la puesta a punto. Pero la carrera del domingo no fue mucho mejor.
Mientras tanto, la distancia con George Russell no sólo en puntos, sino también en ritmo puro sigue creciendo.
El sábado, Antonelli ofreció más información sobre lo que está sucediendo.
“Desde la temporada europea, he estado sufriendo por encontrar la confianza con el coche, y siento que he dado un paso atrás”, dijo a los medios tras llegar a la zona mixta el último de todos los pilotos, a pesar de que fue uno de los primeros eliminados de la clasificación.
Sería injusto hacer suposiciones sobre lo que impidió al italiano presentarse durante más de una hora, pero desde luego no pudo ser un momento fácil. Estar bajo los focos mientras te sientes mal es una de las cargas que conlleva el trabajo soñado de ser piloto de F1.
Quizá sea aún más duro cuando te etiquetan como “la próxima gran estrella”. Sobre todo cuando, en momentos como éste, vuelves a la habitación de tu motorhome, que luce un mensaje de Lewis Hamilton en la pared.
Lewis Hamilton, Ferrari, Andrea Kimi Antonelli, Mercedes
Foto de: Sam Bagnall / Sutton Images vía Getty Images
“Es un momento difícil para mí porque siento que no tengo confianza para apretar”, explicó. “Ayer intenté forzar demasiado, hice un trompo y eso me hizo perder aún más confianza. Con la forma en que estoy conduciendo, sólo estoy aumentando el problema. Y eso me da aún menos confianza con el coche”.
Ese es un marcado contraste con lo que debería haber sucedido después del podio de Montreal. Sentado en la sala de prensa con Russell y Verstappen -su compañero de equipo casi perfecto y la persona que se suponía que Kimi debía emular- Antonelli habló de cómo está ansioso por mostrar lo que tiene. Al llegar a Spielberg, habló de cómo “sobrecorrigió” su enfoque después de su accidente en la FP1 en Monza el año pasado y cómo ahora empezaría a construir sus fines de semana más rápido.
Ese debía ser el punto de inflexión de la temporada de Antonelli. Pero se torció.
Todo esto llega exactamente en el peor momento, dada la charla sobre el interés de Wolff en fichar a Verstappen de Red Bull. Mientras que el paddock y los medios de comunicación casi siempre han asumido que sería Russell quien dejaría vacante su asiento para el holandés, en caso de que Max decidiera cambiar de equipo, Antonelli es muy consciente de que su contrato acaba a final de año.
Incluso con la convicción de Wolff en su talento, no se puede ignorar el rendimiento, ni de Antonelli, ni mucho menos de Russell, que simplemente ha estado sobresaliente esta temporada.
Pero incluso si la convicción de Wolff sobre el excepcional potencial de Antonelli sigue siendo inquebrantable, es difícil imaginar que no se haya cuestionado, al menos por un segundo -quizás incluso anoche-, no a Kimi, sino a sí mismo.
Andrea Kimi Antonelli, Mercedes
Foto de: Peter Fox / Getty Images
¿Ha cometido un error al precipitar la carrera de Antonelli? ¿Ha dejado que su pasado casi accidente con Verstappen nublara su juicio y pasara por alto el daño potencial causado por poner a su protegido bajo tanta presión tan pronto?
¿Ha cometido ya un error irreversible?
Todavía hay espacio para un plan B en caso de que Verstappen decida fichar por Mercedes. Wolff todavía puede encontrarle a Antonelli un asiento con menos presión. Incluso enviar al joven a Flavio Briatore parecería un entorno más cómodo que la perspectiva de ser continuamente comparado con Russell o potencialmente humillado por Verstappen. Pero, ¿qué le haría eso a Antonelli?
Este período de pasar por una experiencia humillante -que es innegablemente lo que está enfrentando ahora- aún podría resultar ser un ejercicio de formación de carácter que ayude a Antonelli a alcanzar alturas aún mayores en su futura carrera.
Sin embargo, pasar por tales fases puede dejar daños irreparables con la misma facilidad.
La presión sobre Antonelli es enorme, y parte de ella debe provenir del deseo de devolver a Wolff la oportunidad, de facilitar el trabajo de Toto respondiendo a las difíciles preguntas de los miembros de la junta de Mercedes sobre su protegido de 18 años.
George Russell, Mercedes, Andrea Kimi Antonelli, Mercedes
Foto: Sam Bloxham / Motorsport Images vía Getty Images
Sea cual sea el futuro de Antonelli, éste es sin duda un momento crucial en su carrera. Uno que bien podría definirla.
Pero como Wolff sabe muy bien, el camino hacia la grandeza rara vez es una línea recta. Los problemas actuales de Antonelli pueden muy bien ser su formación, dando forma a un piloto que emerge más fuerte, más sabio y más capaz de gestionan las presiones que vienen con el hecho ser una superestrella de la Fórmula 1.
O podrían marcar una encrucijada, en la que el peso de las expectativas sea demasiado.
En este artículo
Sé el primero en enterarte y suscríbete para recibir actualizaciones por email de noticias en tiempo real sobre estos temas.